Desde el 2018, las naftas se ajustarán al precio del petróleo
La idea es que se muevan por la cotización internacional del crudo, por lo que tenderán a aumentar o bajar al mismo tiempo en el resto del mundo, Por primera vez en 18 años, los precios de las naftas y el gasoil se moverán en línea con la cotización internacional del petróleo, por lo que tenderán a aumentar o a bajar al mismo tiempo que en el resto del mundo. En el entorno del presidente, Mauricio Macri, esperan que desde principios del año próximo el precio local del crudo esté en la misma línea que la cotización internacional del Brent, el tipo de petróleo que se extrae en el Mar del Norte y funciona como referencia. Esto teniendo en cuenta que el petróleo representa cerca del 80% del costo de producción de las naftas y el gasoil. A principios de año, Energía facilitó la puesta en marcha de una fórmula para transparentar los precios de los combustibles, que bajaron a principios del segundo trimestre. Pero esa cuenta considera el precio local del petróleo, que está por encima de los valores internacionales. A principios de año, Energía facilitó la puesta en marcha de una fórmula para transparentar los precios de los combustibles, que bajaron a principios del segundo trimestre. Pero esa cuenta considera el precio local del petróleo, que está por encima de los valores internacionales. Fuente: https://www.elsol.com.ar/nota/309699/el-pais/desde-el-2018-las-naftas-se-ajustaran-al-precio-del-petroleo.html
Porque á cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá más; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.
|
Gente que opinan de esta medida ?
De ser así para 2018 deberiamos ver una bajada de los precios en todos los rubros del mercado ?? Transporte entre otros ... Bajo estas condiciones, como puede afectar al país una nueva crisis petrolera en el corto plazo ? (Ver "La próxima crisis petrolera llegará en 3 años o menos")
Porque á cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá más; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.
|
La "bajada de precios" en todos los rubros de mercado (en realidad en textiles, alimentos, calzado y electrónicos solamente) lo tendrías que ver si abriesen un poco las importaciones.
Respecto al petróleo seguramente si anuncian esta medida es porque se basan en informes de las propia petroleras que entienden que, el año que viene VA A SUBIR. Si se equivocan se embromarán pero, asumo que las petroleras rara vez se equivocan. En realidad la buena noticia hubiera sido: los precios de las gasolinas se alinearán con los valores internacionales (y ahí te las tenían que bajar un 10%). Ayer cargué Shell Premium (o como se llame la cara) y pagué $ 24,20 el litro. Con el dólar a $ 18 he pagado el litro a U$S 1,35. En España -que importa TODO el petróleo- creo que la gasolina especial o súper ronda los U$S 1,22 (en euros 1,10 o por ahí). |
Abrir las importaciones no va a traer desempleo a mansalva ? Al menos en el corto plazo ?
El estado no puede aflojar un poco con los impuestos a los combutibles ? Pero estoy de acuerdo, los petroleros no son boludos, no caben dudas. Pero si en 2018 suben los precios, esto no va a producir una importante suba de la inflación ? O al menos una bajada importante del consumo de combustibles ? o de otros rubros ? Porque de cualquier forma la gente tendrá que pagar más dinero por la misma cantidad que consume hoy en día, no sólo con este servicio sino en otro tan o más importantes como los aumentos de las tarifas de luz y gas, con los correspondientes impuestos que lo encarecen todo. Pero sin en 2018 estas sin laburo este escenario es para peor. Es una buena decisión para un gobierno tan debil en lo político ?
Porque á cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá más; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.
|
En respuesta a este mensaje publicado por Dario Ruarte
En realidad, está un poco mas cara (1,20 euros gasolina y 1,09 el diesel). En esta web se puede consultar cualquier gasolinera de España, y se actualiza diariamente: http://www.dieselogasolina.com/ |
En respuesta a este mensaje publicado por El Ultimo Argentino
Lo normal es que los acuerdos comerciales sean recíprocos. Si se abren las importaciones, también se suelen abrir las exportaciones (es decir, "el otro país" también se abre a las importaciones). Obviamente no puede subir el paro en los dos países a la vez...
Obviamente hay situaciones asimétricas en las que un país sale perdiendo, pero el olfato me dice que en situaciones simétricas el comercio normalmente hace ganar a ambos (aunque quizás no por igual). Las medidas proteccionistas en algún caso han sido positivas para ciertos países (eso dicen) pero otras muchas veces lo que ocasionan es un desastre. Resumiendo, no creo que sea casualidad que los países más ricos sean justamente los más abiertos al exterior.
La noche es oscura y alberga horrores.
|
Perdón, nadie tiene respuesta a mis preguntas ??
Me parece que estamos en un blog donde queda mejor discutir el decrecimiento y la desglobalización, que a esta altura queden algunos personajes defendiendo el modelo que nos llevara al próximo desastre es al menos una situación descabellada a esta altura. La experiencia Argentina con los sucesivos gobiernos liberales ha sido hasta el momento un desastre total,aumentando la pobreza y destruyendo la industria local. Para los legos en nuestra historia, ver este excelente documental muy objetivo y sin tintes políticos. Se explica detalladamente como fue que la Argentina del 2001 se fue, literalmente, al tacho de la basura. https://www.youtube.com/watch?v=KPfZ0-j8xfw A partir del minuto 4:00 se muestra como la apertura neoliberal trajo un aumento de la deuda externa, la pobreza y el déficit. Otro buen video, veanlos y saquen sus propias conclusiones. https://www.youtube.com/watch?v=l2MK_5SGjFE Cualquier parecido con la realidad no es pura coincidencia : Era Macri: la deuda externa crece cien millones de dólares cada 24 horas En los primeros 18 meses del gobierno de Cambiemos, la deuda externa creció un 23% y ascendió a 192.000 millones de dólares. La Argentina es el mayor emisor de deuda del mundo. Los problemas a futuro que acarrea la política oficial y la opinión de los especialistas Fuente:http://diariohoy.net/politica/era-macri-la-deuda-externa-crece-cien-millones-de-dolares-cada-24-horas-98160 Saludos
Porque á cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá más; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.
|
Este mensaje fue actualizado el .
Argentino:
Si quieres revisar estadísticas te aviso que el período de máxima expansión, crecimiento y desarrollo de Argentina se da entre 1870 y 1940 (seguido luego por el chorro de dinero que ingresó a resultas de la 2da Guerra Mundial entre 1940 y 1948 aproximadamente). Y fue, justamente, el modelo intervencionista aplicado desde 1950 a nuestros días (con ciertos momentos mal llamados "neoliberales" cuando no lo fueron) el que nos tiene empastados donde estamos. Si quieres ver un modelo de libremercado más o menos (y digo "más o menos" porque nada es perfecto) aplicado, fíjate en Chile y revisa sus estadísticas. Aquí hay un cuadro comparativo de muchos rubros (y se puede pedir la gráfica de los que te interesen) entre los dos países: http://www.datosmacro.com/paises/comparar/argentina/chile Fíjate que nos pasaron en cosas tan importantes como "pbi per capita", "desempleo", "esperanza de vida", "homicidios cada 100.000 habitantes", "comercio exterior", "indice de corrupción", etc. |
Buena es tu opinión, me hubiera gustado que te explayaras más.
Voy a colocar este estupendo articulo bien fundamentado que espero sirva como respuesta. También imploro a los amigos españoles que lo lean, para que entiendan que la Argentina del Centenario es un mito que se sigue divulgando actualmente, a pesar de las innumerables pruebas que demuestran la pobreza de la época y la deficiente infraestructura interna, concentrando la mayor parte de las riquezas en una pequeña parte de la población y región. Fuente:http://www.derechos.org/nizkor/arg/doc/fonseca.html La dictadura militar instaurada en 1976 provocó una desindustrialización restitutiva de importaciones Por Jorge Fonseca La clase dirigente en Argentina parece capaz de transmutar la materia, sólo que en sentido inverso al que pretendían los antiguos alquimistas: en vez de descubrir el elixir de la vida o la piedra filosofal que convierta en oro metales pobres, corroen la vitalidad de una sociedad, convierten riquezas en miseria y a un país que fue quimera de millones de emigrantes europeos en otro en ruinas que empuja a su gente a emigrar. Durante la primera mitad del siglo veinte Argentina estaba entre los diez países de mayor renta per cápita. Hacia 1950 igualaba la de Alemania, Francia o Canadá y doblaba la de España. El tamaño de su economía (PIB) equivalía al de Canadá o Brasil y era 30% mayor que el de España. En 1998, su renta per cápita era la mitad de la de Alemania, Francia o Canadá y apenas dos tercios de la de España. El tamaño de su economía, un tercio del de Brasil, la mitad del de Canadá y 60% del de España. Esta involución no puede explicarse por aspectos que más que causa son consecuencia de los verdaderos males. Es el caso de la corrupción que deriva de un marco institucional y un proceso de privatizaciones que, como reconoce el Banco Mundial, la propicia. Pero no explica el derrumbe económico, pues países como Italia han tenido un formidable crecimiento a pesar de ella. Tampoco la supuesta singularidad política de Argentina, pues las oscilaciones entre populismo y liberalismo, dictaduras incluidas, se dieron coincidiendo con tendencias mundiales. El dogma neoliberal atribuye el problema al gasto público, pero éste supone 13% del PIB, menos de un tercio que en países industriales. El sistema de Convertibilidad, tal como advertimos desde su inicio, fue nefasto, porque sobrevaloraba el peso subsidiando las importaciones, pero sólo agravó problemas preexistentes. El gran retroceso de Argentina lo provocó la última dictadura militar, que, entre 1976 y 1983, arruinó la industria, reinstaurando el modelo primario exportador impuesto a finales del siglo XIX por la oligarquía triunfante en las guerras civiles posteriores a la independencia, que, a pesar de su carácter oligárquico, introdujo la modernidad en Argentina y fue exitoso mientras las condiciones internacionales eran favorables y la población escasa. Entre 1870 y 1913 triplicó la renta per cápita, pero este éxito se apoyaba internamente en fuerte desigualdad social (2% de la población percibía 20% del ingreso), alta concentración de la propiedad y en un sistema político corrupto y violentamente represivo. Externamente se beneficiaba del boom de demanda europea de alimentos y materias primas, que permitió multiplicar exportaciones agropecuarias gracias a la extrema fertilidad de su mítica pampa y al aumento de precios agropecuarios. Los países industriales europeos necesitaban mercados para manufacturas y capitales, que invertían en infraestructuras y rentables préstamos al Estado. Así se forjó una asociación de las élites nativa y europea basada en la complementariedad de intereses, pues las divisas de exportación permitían importar bienes industriales, pagar préstamos, repatriar beneficios y acumular en el exterior. Esa división del trabajo no dejaba lugar para una amplia industria, salvo la agroalimentaria vinculada a los terratenientes. La industria emergió cuando la crisis que derivó en la Primera Guerra Mundial redujo el comercio mundial a la mitad, obligó a producir lo que no se podía importar y propició el despegue industrial basado en la sustitución de importaciones, que, forzada por las circunstancias, se aceleró a partir de la crisis de 1929. La reapertura del mercado mundial en los cincuenta agudizó el conflicto entre industria y oligarquía agroexportadora, pero en los años sesenta y setenta la industrialización se aceleró y se hizo más compleja, aunque concentrada en pocas ramas dominadas por transnacionales que monopolizaban el mercado interior, mientras monopolios locales controlaban las exportaciones agroindustriales. El crecimiento económico argentino durante 1914-74 superó al de EE UU, aunque, como la población argentina creció el doble, la brecha per cápita aumentó. En esas décadas de conflictivas y variadas condiciones políticas, la industria, deformada y tecnológicamente dependiente, creció desde el 11% al 30% del PIB, generando creciente empleo y prosperidad social, que a principios de los setenta alcanzó su máximo, dando lugar a esa amplia 'clase media' que caracterizó a Argentina y al auge de la educación, las ciencias (tres Premios Nobel), la cultura y la participación social. La pobreza se redujo al 9% y la desigualdad del ingreso entre el 10% más rico y el 10% más pobre era de once veces, diferencia menor que la existente en EE UU o Francia. La dictadura militar instaurada en 1976, en vez de modernizar la industria, hizo tabla rasa con ella, mediante la sobrevaluación monetaria, que provocó una desindustrialización restitutiva de importaciones, convirtiendo a Argentina en paradigma de la globalización. En ocho años de neoliberalismo y terrorismo de Estado -que dejó 30.000 desaparecidos y decenas de miles de expatriados-, la industria se redujo al 22% del PIB, quebrando el complejo metal y electromecánico, el más dinámico y generador de empleo. En consecuencia, éste cayó un 20%; los salarios en el ingreso nacional, un 25%, y la renta por habitante, un 15%. Con el apoyo del FMI, estatizó deuda externa privada, sextuplicando la pública, que alcanzó 45.000 millones de dólares, lo que, sumado a masivos subsidios a monopolios, provocó déficit público. Deuda externa y déficit fiscal condicionan las finanzas públicas desde entonces, pues para financiarlos deben atraer capitales mediante elevados tipos de interés o privatización de servicios públicos monopólicos -en países desarrollados se invierte en industria manufacturera y 'nueva economía'-. También determinan la política económica, pues para conseguir excedentes exportables que generen divisas se aplican medidas depresivas del mercado interior. Esta trampa financiera, prototípica de la globalización, atenaza a los países subdesarrollados y está en la base del fracaso económico del Gobierno de Raúl Alfonsín. Durante el Gobierno de Carlos Menem, la Convertibilidad eliminó artificialmente la inflación, pero el milagro del equilibrio fiscal se consiguió gracias a la brutal reducción de gastos sociales y al ingreso de 40.000 millones de dólares por privatización de empresas públicas, según condiciones impuestas por el FMI y la banca acreedora. Aunque aumentó el consumo, la sobrevaluación del peso redujo la productividad, transformando el superávit en déficit comercial, que se sumó al déficit fiscal provocado por la deuda y la pérdida de ingresos de los organismos privatizados a la vez que se agotaron las entidades a privatizar. El doble déficit multiplicó la deuda externa, generando un círculo infernal de ajuste-contracción-ajuste, que llevó la economía a la recesión y forzó el abandono de la Convertibilidad, con un brutal impacto social. En una década, el desempleo pasó del 7% (15% incluyendo subocupados) al 18,3% (34,6% con subocupados); esto implica que de un millón y medio de trabajadores parcial o totalmente desempleados se pasó a cinco millones, que llegarían a siete millones por la hecatombe actual, mientras sólo otros siete de treinta y siete millones de habitantes estarían plenamente ocupados, con salarios paupérrimos. No sorprende que la pobreza afecte a casi el 50% de la población, ni que la sanidad y la educación estén en ruinas o la desigualdad registre valores inéditos (la diferencia entre el 10% más rico y el 10% más pobre es de 26 veces).Veintincinco años de desindustrialización, reforzando el papel de Argentina como exportador de productos primarios y agroindustriales de escaso valor y menor capacidad de crear empleo, que suponen un rotundo fracaso del neoliberalismo, generaron sólo la mitad de crecimiento relativo que EE UU, redujeron la renta per cápita al nivel de 1974 y quintuplicaron la pobreza. El problema de Argentina, en suma, es de proyecto social, pues el elitista vigente es inviable para un país de treinta y siete millones de habitantes, porque excluye al grueso de la población. La experiencia histórica de los países desarrollados y de Argentina muestra que el bienestar está asociado a la industrialización, que siempre se consiguió mediante regulación pública, estableciendo un marco institucional propicio, donde las inversiones productivas se rentabilizan combinando mercado interior y exterior. La grave situación no se resolverá simplemente con devaluación, eliminación del corralito, medidas asistencialistas y protección de monopolios y terratenientes, responsables de la descomposición argentina. Es necesario reformar profundamente el sistema de regulación económica, política y social del país, para encauzarlo hacia el desarrollo truncado, rompiendo la aparente maldición de la pampa, que hace que la inmensa riqueza natural, que debería ser beneficiosa, se convierta en fuente de maleficio. Es imperioso reformar radicalmente el sistema fiscal, 'insostenible' y 'resultado de una colusión política', de los sectores dominantes, según estudios del Banco Mundial. Para elevar la eficiencia del sector público, corregir la insultante desigualdad y dotar al Estado de capacidad de regulación, hay que reorientar el gasto y aumentar ingresos impositivos, eliminando la evasión, privilegios y amnistías y aumentando la progresividad del sistema. Durante el último medio siglo los impuestos representaron 20% del PIB argentino, frente al 33% en los países industrializados. El impuesto progresivo sobre beneficios sólo aportó de siete a diez por ciento del total, frente al 40% en países industrializados. La reforma de tan injusto e ineficiente sistema es imprescindible para que el sector público ejerza funciones regulatorias básicas, como en países avanzados, desarrollando infraestructuras, sistemas educativo, sanitario, judicial, financiero y de bienestar social eficaces, propios de una sociedad moderna y justa, además de propiciar la innovación, generar un desarrollo equilibrado de sectores productivos y regiones, en un contexto de integración regional a partir del Mercosur. En síntesis, se requiere un amplio programa de corto y largo plazo que, sin populismo y sin soslayar la globalización, rechace como inevitable políticas que empujan a una sociedad entera a la desintegración y acometa el reto de una transformación progresista, partiendo de un nuevo contrato social que establezca un marco institucional que permita construir una sociedad con futuro. Esto exige la activa participación ciudadana y que los sectores que se benefician del antiguo modelo -y también el FMI- asuman que la situación del mismo es terminal y que si no aceptan un profundo cambio serán arrastrados con él. Quizás esto equivalga a descubrir una auténtica piedra filosofal.
Porque á cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá más; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.
|
https://www.diariodecuyo.com.ar/economia/El-dolar-cerro-por-primera-vez-por-encima-de-los-18-pesos-20170728-0052.html
El dólar cerró por primera vez por encima de los 18 pesos La divisa alcanzó un nuevo máximo histórico este viernes. Acumula un aumento del 6,27% solo en lo que va de julio. El blue trepó hasta los $18,50. A esta pelicula ya la vi saben como termina Lean el artículo anterior
Porque á cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá más; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.
|
En respuesta a este mensaje publicado por El Ultimo Argentino
Confirma el Gobierno que desde 2018 se libera el precio de los combustibles
Dejará de regir a fin de año la fórmula que permite un ajuste trimestral y el valor se acomodará al precio internacional del barril del crudo; trabajan en un cambio impositivo para que no haya un impacto demasiado brusco sobre los consumidores El precio de los combustibles será liberalizado a partir de principios del año próximo para moverse de acuerdo a la evolución del barril internacional del petróleo. Así lo confirmaron a LA NACION dos fuentes oficiales, que indicaron que a fin de este año, luego del vencimiento del acuerdo entre los grandes actores del sector para ajustar el precio en forma trimestral, el valor de la nafta y el gasoil variarán de acuerdo a la cotización del crudo. En el Ministerio de Energía confirmaron que en 2018 "se liberará" el precio de los combustibles, aunque aclararon que, para evitar que una suba fuerte del crudo impacte demasiado en el precio minorista, "se trabaja en un proyecto de ley de carácter impositivo que actúe como buffer, para amortiguar tanto la suba como a la baja". En este sentido, una de las ideas la aportó el presidente de YPF, Miguel Gutierrez, quien dijo que, si se modificara, el impuesto sobre los combustibles podría actuar como este "buffer" para evitar una volatilidad excesiva de los precios al consumidor. En la principal compañía petrolera del país se preparan con entusiasmo para esta nueva etapa y no creen que haya un impacto importante sobre la inflación, un componente clave en la estrategia económica del Gobierno. El recoplamiento a los precios internacionales El ex secretario de Energía Daniel Montamat dijo a LA NACION que, dada la perspectiva del mercado internacional del crudo, "el reacoplamiento a los precios internacionales no va a ser traumática". "El precio del barril criollo está entre 49 y 55 dólares, muy cerca del valor internacional. Y lo más importante es que este valor mundial bajó más del 30 por ciento en los últimos tres años, así que el alineamientos no tiene por qué ser traumático", sostuvo el especialista. Por supuesto que, aclaró, más allá de los fundamentos, la geopolítica tiene su influencia en el precio del petróleo, por lo que no hay que descartar una suba importante si, por ejemplo, la tensión entre Corea del Norte y los Estados Unidos se transforma en un conflicto bélico. Al respecto, Montamat dijo que "es una buena idea amortiguar el impacto externo cambiando el sistema de impuestos sobre los combustibles, con un valor fijo, que estabilice tanto el precio como la recaudación". A la vez, aclaró que "las decisiones de inversión no dependen tanto de esta modificación, sino del valor internacional del crudo, pero por supuesto que para los inversores es una buena señal que se termine esta separación entre el precio local y el internacional". Hasta ahora, el cambio en el precio de los combustibles se concreta en forma trimestral, en base al pacto que el Gobierno acordó con las compañías, que se rige por una fórmula integrada por el precio internacional del petróleo, el de los biocombustibles y el tipo de cambio. Este año, subieron enero un 8%; en abril tuvieron un descenso de 0,1% en naftas y 2,6% en gasoil; y en julio, subieron el 7 y el 6 por ciento, respectivamente. Desde que asumió el presidente Mauricio Macri en diciembre de 2015, el gasoil subió el 39,8% y la nafta el 40,8%, por debajo del aumento de la inflación, según el economista jefe de Elypsis, Gabriel Zelpo. El aumento de los precios no es patrimonio exclusivo de este Gobierno: desde que YPF fue estatizada en 2012, el precio subió un 215 por ciento hasta cuando la presidenta Cristina Kirchner dejó el poder. Tal como informó LA NACION el mes pasado, esta liberalización del precio será la conclusión del trabajo de acoplamiento de precios que inició el ex ministro de Economía Axel Kicillof y que la gestión de Macri aceleró a través de acuerdos promovidos con la cadena productiva del petróleo por el ministro Juan José Aranguren. Dado que el petróleo representa cerca del 80% del costo de producción de las naftas y el gasoil, su variación inclinará los precios finales que pagarán los consumidores locales y así tendrán una situación más parecida a la de los países vecinos. En la gestión de Martín Lousteau como ministro de Economía de Cristina Kirchner se aplicaron retenciones móviles al sector, en una medida que, si bien favoreció en forma coyuntural a los consumidores, derivó en una caída constante de la producción local del crudo y en un aumento de las importaciones, con el consecuente aumento del gasto público.
Porque á cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá más; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.
|
Si la cornucopia ( o ALB) tienen razón, esperemos ver el precio del barril a la baja en los próximos años, o al menos que conserve valores actuales.
Por lo tanto, hay que esperar que los buenos empresarios argentinos cumplan con su promesa de bajar los precios cuando llegue el momento indicado si así lo establece esta nueva normativa. Es lo que todos pensamos no ? De lo contrario habremos caído en otra nueva mentira de "Cambiemos". Saludos
Porque á cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá más; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.
|
En respuesta a este mensaje publicado por El Ultimo Argentino
Precio del barril OPEP en julio 2017 : 46,93$ Precio del barril OPEP mayo 2018 : 71,21$
Porque á cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá más; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.
|
Free forum by Nabble | Edit this page |