En línea con lo que se ha hablado en algunos de los últimos posts, añado estas importantes reflexiones de Marshall Summers sobre el tema del riesgo de conflictos y guerra:
Nota importante sobre alérgenos: a pesar del cuidado que ha tenido el editor, este texto puede incluir trazas de la palabra “Dios”, pues el original es un texto con énfasis en lo espiritual. Queda a discreción del lector discernir si podrá soportarlo o no. "Debéis hablar en contra de la guerra. Nunca está justificada. Es una acumulación de errores. Es una acumulación de fracasos. El incentivo de ir a la guerra por recursos, por el control territorial y para vencer a quien se percibe como enemigo será muy grande en el futuro, cuando los recursos del mundo disminuyan y surjan dificultades económicas aquí, allí y en todas partes. [...] La gente se sentirá amenazada. Tomará partido, y creerá en otros que tomarán partido. Cuando a la gente le gobierna el miedo, toma partido. Cuando a la gente le gobierna el enfado o el resentimiento, toma partido ciega y neciamente. Se le dirá quién es el enemigo, y la gente creerá lo que se le dice. Será una gran prueba para la humanidad. Una prueba es un test, así como un campo de pruebas para lo que es cierto, lo que es justo y lo que es verdadero. Habrá cooperación o habrá conflicto y guerra. Las opciones se vuelven aquí mucho más simples y directas. No podéis tener las dos cosas. No podéis vencer a otro y establecer la paz al mismo tiempo. No podéis suprimir a otra gente o incluso a la gente de vuestra propia nación y pensar que estáis manteniendo la justicia, el orden y la paz, porque estáis meramente negando y resistiendo lo que debe salir adelante. Pero lo que debe salir adelante no es simplemente la venganza, la hostilidad o el ajuste de cuentas. Debéis ser guiados por un Poder Mayor dentro de la gente, el Poder que Dios ha puesto ahí para todas las personas del mundo, para todas las religiones del mundo, hasta para los que no tienen religión. Está ahí. Este poder verá más allá de la división. Verá más allá de la complejidad. Verá más allá del ajuste de cuentas para establecer una realidad de cooperación basada en la necesidad y no solo en altos ideales; basada en las necesidades fundamentales de la gente y lo que puede garantizar que esas necesidades sean suficientemente atendidas. [...] Aquí la política e incluso la religión misma se utilizarán como armas de guerra, como palanca para separar a la gente y enfrentar a unos contra otros en un gran conflicto, no sobre ideologías, sino sobre los recursos del mundo. Aquí el conflicto será enmascarado. Será vestido con el disfraz de la política y la religión, pero en esencia se trata de una competencia por los recursos. Es un conflicto sobre el acceso y la distribución de los recursos. La humanidad enfrenta ahora un gran peligro a medida que comienza a encontrar un mundo en declive —un mundo cuyo medio ambiente ha sido degradado, un mundo cuyo clima se ha visto afectado, un mundo cuyos recursos sostenedores de la vida están siendo agotados y arruinados por la ignorancia y la avaricia humana […] Así, naciones enteras son acorraladas hacia la guerra. Así, la gente es empujada a polarizarse en fuerzas en oposición, sin entender siquiera sobre qué son realmente los conflictos, sin entender realmente lo que están haciendo y lo que están apoyando. Voces y fuerzas radicales obtendrán la atención del mundo, como ha sido el caso, porque eso es lo que la gente quiere escuchar. La gente no quiere moderación. No quiere refrenarse. No quiere diplomacia. Quiere tomar lo que piensa que es suyo o conseguir lo que queda a medida que el mundo disminuye y entra en declive. Es una situación desesperada en un mundo en donde la humanidad está tan fracturada y dividida. Debéis vencer esto, pero debéis comenzar con vosotros mismos, porque como individuos estáis fracturados y divididos internamente. Sois propensos a persuasiones radicales. Tendéis a evitar lo que no podéis enfrentar o tratáis de aplicar soluciones simples a circunstancias que son en realidad más difíciles de comprender y entender. Mirad vuestras propias tendencias. Mirad a dónde va vuestra mente cuando se enfrenta a una grave incertidumbre y a la posibilidad guerra y conflicto. Mirad cómo tomáis partido automáticamente o asumís suposiciones o creencias sin ni siquiera pensar realmente, sin tomaros el tiempo para entender una situación de manera más profunda y completa, lo cual os daría una pausa y os contendría de llegar a conclusiones prematuras. Este es el campo de batalla. O arruinaréis lo que os queda y arrojaréis a la humanidad a una serie de circunstancias mucho más graves y terribles en el futuro, o bien la gente comenzará a entrar en razón para comprender que todo está en juego. Ninguna nación prevalecerá si el mundo va demasiado lejos en su declive, si es demasiado lo que se pierde. No hay riqueza de nadie que vaya a estar segura y a salvo en una situación como esta. Por tanto, ¿qué prevalecerá: la sabiduría, la dignidad y el sentido común, o el enfado, el resentimiento y la venganza? Este es el gran campo de batalla. No sobre el territorio, sino sobre lo que prevalecerá en las mentes y corazones de la gente y cuántos tendrán que morir y sufrir y ser cruelmente lisiados antes de que la humanidad pueda ver que debe elegir y comprometerse con este camino de resolución." Textos originales: El Campo de Batalla y El Destino de Pueblos y Naciones |
O como digo Gandhi en una ocasión:
"Lo que se consigue con violencia sólo se puede mantener con violencia" Ahora queda por ver cuál es la elección que tomamos como especie. |
Muy bueno el texto.
Un repaso a la historia explica bastante bien por dónde irán los tiros. |
En respuesta a este mensaje publicado por Jorge M
Si, pero no da soluciones:
Creo que sin soluciones el camino de la venganza, el resentimiento y el odio es demasiado dulce y produce esa felicidad rápida. Sin soluciones, la solución más autocomplaciente es violenta, sanguinaria, despiadada. Es una consecuencia de las circunstancias. Yo creo que el odio hay que entenderlos, los deseos de venganza también, precisamente para que la sangre no vaya al rio. La violencia sí está justificada bajo una única premisa, defenderse y defender proyectos contra la violencia. No creoque quede otra. Sobre Ganhdy y su pacifisto, bueno, nada más hay que ver cómo está la India y el enorme grado de violencia que sufre la gente de ese país. Es loq ue pasa cuando no se cambian las cosas de verdad, cuando se prima demasiado el no uso de la violencia. Pero ojo, la violencia como defensa, nunca puede jutificar la violencia preventiva. La violencia preventiva no es defensiva. Me refiero a esa violencia de mejor le zurro al de al lado por que creo que tiene cara de enfadado... Si pacifismo, tirar de todas las vías posibles del pacifismo pero, si no nos defendemos, la violencia sistémica seguirá ahí como ha sucedido en la India. |
Sí Adoquín.
Se necesitan soluciones a varios niveles, o al menos ese es mi entender. El mensaje de Marshall es una revelación, que contiene por un lado la advertencia y por otro las soluciones y la preparación a un nivel espiritual, interno. La advertencia no es difícil de comprender y concuerda con mucho de lo que uno puede averiguar por su cuenta (también incluye perspectivas novedosas). Sin embargo, para comprender el valor de lo que ofrece como preparación se ha de tener cierta receptividad a esas cosas. Yo lo valoro mucho, pero sobrepasa el ámbito de este foro, por eso evito este aspecto en mis citas. He aquí de todos modos otra cita que ofrece un indicio de hacia dónde apunta (atención, alérgenos a mogollón): "Una gran parte de la humanidad está ya hambrienta, no tiene agua limpia, no tiene estabilidad ni seguridad en sus propias aldeas, pueblos y comunidades. Esto aumentará, llevando a las naciones a la revolución, llevando al poder a individuos y grupos incluso más peligrosos, creando inestabilidad adicional. Incluso el ciudadano medio debe ahora comenzar a despertar de sus obsesiones, sus adicciones y sus preocupaciones para prestar atención a las cambiantes circunstancias de la vida a su alrededor. Este es un tiempo que puede ser muy redentor, muy clarificador, muy aleccionador, llevando a los individuos al presente, donde pueden buscar placeres más simples, actividades más naturales, estar más presentes ante los otros, más disponibles ante los otros, y ser más comprensivos con lo que ven a su alrededor. Es en esto que el individuo comenzará a reclamar una mayor inteligencia que reside dentro de cada persona, una inteligencia que nosotros llamamos Conocimiento, una mente mayor que no está dañada por el mundo, que no está asustada del mundo, que está aquí en una misión mayor que es tu misión, y que solo responde ante Dios y ante la gran presencia angélica que sirve al Creador en este mundo y en todo el universo. Este es un tiempo de gran shock y consternación, pero también de gran clarificación, un tiempo en el que tu verdadera llamada surgirá del mundo, pues tú no puedes llamarte a ti mismo. Tus regalos han de ser dados en ciertos lugares y a ciertas personas, y esto raramente se refleja en las aspiraciones y objetivos de la gente. A medida que el mundo se oscurece y se hace más problemático, más inestable y más desconcertante, la llamada será más fuerte, más poderosa y más atrayente para aquellos que pueden responder." |
En respuesta a este mensaje publicado por Jorge M
Está bien el texto, pero es curioso que salga ahora precisamente. Parece que se va extendiendo la idea falsa de que el mundo está entrando en una gran crisis. Esta es una visión egoista. El mundo lleva mucho tiempo en crisis, lleva mucho tiempo en guerra, lleva mucho tiempo sumido en la miseria, en el dolor, en el sufrimiento. Pero en los países ricos no nos enterábamos. Ahora que nosotros vamos a pasar por algo parecido, nos parece que todo el planeta se va al garete, porque somos así de egocéntricos y pensamos que el mundo somos sólo nosotros. Quienes se van a hundir son los países desarrollados, los demás siempre han estado hundidos.
El ser humano sólo es dueño de aquello que no puede perder en una catástrofe. Proverbio hindú
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Este mensaje fue actualizado el .
Sí, es verdad.
Pero ahí está también la cuestión. Se habla de que el mundo puede entrar en una gran crisis porque, estando ya en realidad medio sumido en el desastre, ahora comienzan a añadirse una serie de fenómenos críticos globales potencialmente muy graves, entre ellos el Peak Oil. La convergencia de todos ellos sobre un mundo que ya de por sí está chirriando bastante, es lo que se considera único de este momento. El potencial para una inestabilidad global muy superior a la actual es considerable. Por tanto, la cuestión no es solo que ahora "occidente" pueda pasar por algo parecido, sino que muchos de los países pobres pueden perder incluso la poca estabilidad que ahora tienen, en parte porque "occidente" actúe aún más agresivamente de lo que ha hecho hasta ahora para conseguir lo que necesita, y en parte por otras causas; como resultado, se multiplican las posibilidades de que se disparen las llamadas guerras del hambre y la desesperación y las grandes diásporas que muchos se están temiendo. En conjunto, el riesgo de guerra puede llegar a ser superior al de cualquier momento pasado de nuestra historia, y esto es ya decir mucho. El mensaje de Marshall, en particular, advierte en este sentido de que la humanidad debe colaborar y encontrar un camino de resolución, no porque sea una buena idea, no porque todo el mundo esté de acuerdo, sino porque el camino de la competición esta vez no funcionará. |
Más sobre esto...
"Debéis ver las revoluciones en el contexto del mundo entero y la condición del mundo, y no simplemente como un asunto de política o religión. Si la gente no tiene lo que requiere de la vida a un nivel básico, entonces no tiene alternativa sino levantarse. Si sus necesidades no son satisfechas, si su expresión de disensión es aplastada, entonces se levantará. Pero sus problemas no han acabado, incluso si tienen éxito. Porque como veis, aún tienen el dilema de cómo van a alimentar a sus gentes, de cómo les darán empleo, de cómo les proporcionarán una sociedad justa y estable. Incluso la más alta plataforma de expresión política, incluso el sistema más perfecto, no podrán funcionar si los recursos básicos no están disponibles. Incluso si todos los corruptos se fueran o fueran apartados, como veis aún tenéis este dilema fundamental. Por tanto, todos los problemas inherentes, la disensión y el agravamiento serán llevados hasta el punto de ebullición por el poder de las Grandes Olas de cambio. Si el precio de los alimentos continúa aumentando, habrá revoluciones. Si los gobiernos no pueden proveer para sus gentes, habrá revoluciones. Las revoluciones serán la única opción que la gente tendrá en estas condiciones opresivas. […] Hay muchos países pobres en el mundo con poblaciones muy grandes. Según la producción de alimentos decline en el futuro, ¿cómo van a cubrir las necesidades básicas de su gente estas naciones y gobiernos? ¿Cómo impedirán que una parte de su población o una tribu o una persuasión política ataque a otra? ¿Cómo podrán mantener la estabilidad y el control, incluso si tienen buenas intenciones y un sistema justo? Podéis ver que la gente que está inmersa en intereses políticos o en acciones políticas no está viendo aquí la imagen mayor. Ellos piensan que todo es un proceso político o un proceso social evolutivo, pero han olvidado a la naturaleza. Han olvidado aquello que provee los elementos más esenciales que se requieren para poder sobrevivir en este mundo. Han olvidado de dónde vienen sus alimentos. […] La gente ha perdido su conexión con la naturaleza. No ven que donde se cultivan los alimentos y cómo son transportados y compartidos representa la red más esencial que hay en cualquier sociedad o civilización. Han olvidado que la calidad y la disponibilidad del agua es más importante de lo que pueda ser cualquier otro recurso. No ven que la degradación del medio ambiente está poniendo en movimiento las fuerzas que podrían minar su mundo y sus vidas. El fracaso en responder a las Grandes Olas de cambio es uno fundamental, y es por eso que la gente no ve las tormentas que vienen. No reconocen el gran riesgo. No ven que hay cosas puestas en marcha, grandes fuerzas ahora, que alterarán el paisaje del mundo. Y sus acciones se volverán más desesperadas, más estúpidas y más cortas de vista. Y los oficiales electos o aquellos que suban al poder mediante la fuerza serán más ignorantes y más ciegos. Si una nación no puede proveer los elementos básicos para su gente, aunque sea una democracia, aunque logre un sistema justo, no podrá sostenerse. Nunca tendrá estabilidad. Y la gente estará en constante estrés, llevando a una mayor agitación, llevando a la guerra entre facciones y grupos compitiendo por el poder, no solo por sus propias ideologías políticas o económicas, sino por la supervivencia. Esto produce guerra a un nivel que raramente es observado en el mundo moderno y que incluso históricamente ha sido visto pocas veces. Pero es una realidad que ha plagado a la familia humana durante la vasta mayoría de su experiencia y existencia aquí en la Tierra. Según las naciones aumenten su desesperación a la hora de proveer para su gente, ellas no venderán alimentos en el extranjero. No exportarán las cosas mismas que ellas necesitan ahora más que nunca. Y no serán solo individuos los que pasarán hambre; serán naciones enteras. Esto conducirá a la guerra, una guerra de un tipo muy desesperado, una guerra no solo por logros políticos o revanchas, sino una guerra de desesperación, una guerra de una gente intentando eliminar a otra. Sería el tipo de conflicto más cruel, salvaje y devastador. Este es ahora un gran riesgo frente a las Grandes Olas de cambio. Si una nación no puede alimentar a su gente, debe buscar ayuda en las naciones colindantes. Si estas naciones están en la misma condición desesperada, entonces la guerra estallará, a una pequeña escala y a una gran escala. Los individuos tomarán todo lo que puedan e intentarán destruir a aquellos que compiten con ellos. Esto es muy difícil de imaginar para la gente educada del mundo, que ha vivido en grados relativos de abundancia. Ellos no pueden imaginar la brutalidad a ese nivel, porque no es algo que haya estado en su experiencia personal. Y aunque las guerras, las grandes guerras del siglo, fueron inmensamente devastadoras y trágicas, solo en raras situaciones fueron destruidas poblaciones enteras. En la mayoría de los casos no se intentaba que ocurriera eso. Por tanto, debéis ver ahora la revolución y la guerra en el contexto del mayor movimiento del mundo. Debéis encarar la realidad de que la producción de alimentos declinará y será más caro cultivarlos, transportarlos y distribuirlos. Con una parte tan grande del mundo viviendo en la pobreza y la destitución, ¿cómo puede cualquier nación proveer para ellos —para aquellos que no pueden pagar más por los productos y recursos esenciales de la vida; para aquellos que no pueden resistir pasar hambre por mucho tiempo, pues ya están pasando hambre; para aquellos que no pueden esperar pacientemente a que la comida llegue, porque sus necesidades son mucho mayores y apremiantes que las de aquellos que tienen más riqueza y confort? A medida que los recursos continúen declinado lentamente, los individuos ricos e incluso las naciones ricas comenzarán a acaparar cuanto puedan. Viendo el posible riesgo de privación, viendo el posible riesgo de que se les niegue lo que necesitarán en el futuro, comenzarán a acaparar. Y esto iniciará una búsqueda desesperada para reclamar la riqueza y los recursos restantes del mundo. […] Se trata ahora de una situación que debéis considerar para el futuro y para la que debéis prepararos en este momento. Porque habrá grandes migraciones humanas a medida que las regiones áridas del mundo pierdan su capacidad de producir alimentos, a medida que los recursos hídricos se vuelvan escasos y a medida que surjan conflictos entre las naciones, y entre grupos dentro de las naciones, sobre quién tendrá acceso a los recursos restantes. Y por mucho que estos conflictos se enmascaren bajo el disfraz de la religión y la política, se tratará principalmente de una lucha por los recursos. […] Millones de personas tendrán que huir de las regiones áridas del mundo. Las regiones costeras serán inundadas y golpeadas por tormentas tremendamente poderosas y un tiempo atmosférico violento. La gente tendrá que moverse por motivos económicos —por la quiebra de economías locales y en algunos casos de economías nacionales—. ¿Dónde irán estas personas, que no vieron ni reconocieron la situación? ¿Y quiénes les aceptarán en su nación? ¿Quiénes aceptarán la llegada de los miles y millones de personas que deberán ahora abandonar su tierra natal o reubicarse dentro de su propia nación? Las perturbaciones sociales serán inmensas. La tensión política será inmensa. La llamada a la compasión y a finalizar los agravios será inmensa. Esto será una tragedia humanitaria y una necesidad humanitaria a una escala nunca vista. El mundo no puede permitirse descender al caos, ya que si eso ocurre la humanidad no tendrá un futuro. Realmente, lo que aquí está en juego es el rescate de la civilización humana. La civilización humana, que parece hoy tan dominante, tan poderosa y tan bien establecida, mañana y en los días por venir parecerá cada vez más frágil y vulnerable. […] No se trata del fin de la humanidad, pero es una transición a una clase diferente de mundo —un mundo nuevo, un mundo con recursos reducidos, un mundo con menores bienes, un mundo que requerirá una tremenda cooperación entre las naciones para que la civilización humana sobreviva. […] Este es el mundo al que os estáis dirigiendo. Las revoluciones que están sucediendo en el mundo ahora no son sino un preámbulo de lo que va a venir. […] Debéis reconocer que estos son los actos de apertura de un drama mucho mayor que la humanidad tendrá que encarar. […] Es por eso que el shock de la privación, el shock de la revolución y el shock de la guerra deben despertar a la gente ahora. No es simplemente que la humanidad tenga unos pocos problemas. No es simplemente que la humanidad tenga grandes problemas. La humanidad está enfrentando algo que puede minar su fundación. Esto está ocurriendo ahora." Los textos originales de estos párrafos son Revolución y Guerra y La Carrera para salvar la Civilización Humana |
Lo veo como un mensaje de advertencia sobre una hipotesis razonada y muy posible. Personalmente tengo mi apuesta clara y la comparto colectivamente con personas afines ideologicamente. Lo que me preocupa mucho es incentivar la calidad de las personas para que sucesos de venganzas, violencia descontrolada no se desaten de una forma generaliza. Creo que sera imposible evitar toda la violencia que surgira pero, al menos, en mi entorno ideologico, avogo por evitar revanchas y actos violentos. Creo que violencia y anaquismo son antonimos pero desgraciadamen una minoria, dentro de esta corriente no piensa asi. Al menos en esta ideologia se trata de una minoria, otras corrientes muy negativas como el fascismo, el marxismo estalinista (dentro del marxismo, digamos que hay muchas corrientes, algunas, como la de stalin, muy semejantes al fascismo por justificar la violencia.
Al fin y al cabo. Que es el fascismo? Violencia y odio desatados sin control. Promover el desarrollo personal es una buena manera de evitar el desarrollo de regimenes autoritarios. Veo mas terrible la violencia desde arriba. Aplicaran la doctrina del shock una y otra vez para aplicar las medidas neoliberales a pasos mas acelerados. Estos expeeimentos ya se han ido produciendo en varios paises produciendo graves situaciones de injusticia y violencia. El desarrollo personal individual y la potenciaciacion de buenas relaciones sociales, de convivencia y afrontar los periodos tras los shocks con una rapida respuesta ante las agresiones desde los gobiernos me parece un buen camino para evitar que el neoliberalismo se imponga a base de violencia tal y como ha venido haciendo. |
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