|
|
Demasiadas palabras y poco contenido:
Niño Becerra en su estilo: sabe que existe el problema de recursos y acierta en lo de la imposibilidad de que todo el planeta aspire a ser como EEUU o Europa, aunque quieran, no podrán, por la finitud de los recursos disponibles. Hace un somero repaso de la situación española en particular, que tampoco hay que ser economista ni profesor de universidad para deducirla, sólo basta con leer un poco (mención a parte la intervención del alumno de 21 años que irradia neoliberalismo por todos los poros, defendiendo bajada de impuestos, recorte del gasto público y desaparición de estructuras del Estado, menos mal que Niño Becerra lo pone en su sitio rápidamente).
A parte de eso, supedita la supuesta futura recuperación al aumento de la eficiencia y la productividad (yo mientras escuchaba no paraba de pensar en el señor Jevons que debería estar revolviéndose en su tumba), y deja entrever un mundo con muchos pobres rodeando a sectores ricos amurallados con concertinas y vallas eléctricas para que la plebe no les invada y les quite su pequeño pedazo de paraíso (hecho que ya se está produciendo); pero como es un señor listo no quiere quedar como el malo, porque él se sabe en un grupo de privilegiados que dado el tiempo podrán obtener un salvoconducto para cruzar la muralla, no habla de que España seguramente se quede fuera de la muralla y que a muchos nos toque ser la plebe del otro lado.
En definitiva, muchas palabras y pocas nueces, sabe en cierto modo la base del problema, que es que los recursos energéticos se acaban, pero o bien se hace el sueco y opta por el discurso oficialista de que de esta saldremos y se atreve a poner fecha para el 2020, obviando que seguramente sí, él y algunos otros bien situados económicamente saldrán de algún modo de la crisis, seguramente construyéndose sus propias murallas o emigrando a donde ya estén levantadas, pero no habla del resto de sus compatriotas que se quedarán fuera y con cara de circunstancia.
Mención a parte su risa condescendiente cuando habla de que poseer ahorros en cash de 200.000 a 300.000 euros a los 55 años es poco más que una misera (cuando ese nivel de patrimonio sin contar bienes raíces sólo lo poseen los sectores de clase media-alta con un comportamiento muy ahorrador), dando por hecho de que son igualmente plebe, que él y su entorno están por encima de eso y sólo se atreve a recomendar que se invierta en fondos a plazo fijo, como quitándole importancia a un nivel de ahorro que pocos tienen en España, pero claro, es que él es de otra casta superior y sólo da consejos a los de su clase, que son los que tendrán el salvoconducto y saldrán de la crisis. Qué listo es el señor Niño Becerra.
Por otra parte, el señor Punset, predecible, místico y filosofo-druidista como de costumbre, se dedica a dar su charla sobre la felicidad, la neurobiología y los procesos cognitivos del yo social y del aprendizaje, completamente ajeno al verdadero debate que se plantea. Si no le hubiera escuchado mil veces el mismo discurso me resultaría curioso e interesante, pero después de oírle hablar siempre de lo mismo a uno le da la impresión de que este señor sólo sirve para dar su clase magistral aprendida una y otra vez como un robot, sin entrar en más detalles, y si te gusta bien y si no también, y si cae en contradicciones, usa el recurso del abuelito simpático para salir del paso y te cuenta alguna anécdota viejuna de sus años mozos como cuando se tira 15 minutos explicando sus aventuras por tierras salvajes con los del FMI, que uno no sabe si está hablando con un cronista del canal Historia o con un señor que está en un debate sobre economía. Menos mal que estudió derecho y economía, si fuera biólogo cualquiera le aguanta.
|
Cerrado
