El avión, por pasajero, gasta menos que un auto PERO es como una "Paradoja de Jevons" hecha realidad.
En avión tú viajas a Birmania y en auto jamás podrías plantearte ese viaje.
Digamos que, gracias a la velocidad y ahorro de un avión puede viajar un español (no uno, millones) de vacaciones a Tailandia cuando, si fuera "en auto" no pasarían de Fuengirola.