Hace poco leí una entrevista bastante impactante que se realizó a Pablo Ibar, español que lleva 19 años en el corredor de la muerte en Florida.
http://www.finanzas.com/xl-semanal/magazine/20130526/pablo-ibar-corredor-muerte-5477.htmlA la pregunta de "Qué se echa de menos después de tantos años encerrado y que, cuando eres libre, no aprecias?"
Dió la siguiente, desde mi punto de vista, espeluznante respuesta:
"Yo lo que echo de menos es elegir hacer las cosas. Por ejemplo, abrir una puerta. Hace 19 años que no elijo abrir una puerta o mover una silla. Aquí dentro yo no elijo nada, no decido nada. Eso es la libertad. Y te das cuenta aquí dentro."
En pocas palabras describió la esencia del ser humano. Qué nos realiza, qué es lo que somos?. Nuestra libertad de elección. Y esto a su vez me hizo darme cuenta de porqué es tan difícil cambiar el rumbo actual de acontencimientos. La energía y su componente virtual, el dinero, hacen justo eso, nos dan más libertad, de hecho nos dan una capacidad brutal de elecciones. Podemos movernos a cualquier parte del planeta en menos de un día, tener cualquier tipo de álimento en nuestra mesa con mínimos esfuerzo, accesso a conocimiento/entretenimiento/actividades culturales con el click de un ratón ...
Al advertir del problema energético y proponer medidas mitigadoras y alternativas sostenibles estamos chocando de frente con la esencia del ser humano. Cobra ahora más sentido las reacciones de incredulidad, rechazo o simplemente de ignorar este mensaje. Estamos diciendo a la gente que se ponga un traje de rayas.