La Torre Eiffel y la violencia

[MERCADAL]

La Torre Eiffel se construyó sin  ningún motivo definido. Era para inaugurar la exposición de París. Es cierto. Pero más que nada era para demostrar que se podía construir una torre tal cual la proyectó el ingeniero Eiffel.  Se hizo un concurso y el proyecto de Auguste Eiffel resultó ganador.
Eiffel  necesitó solamente 250 trabajadores para su construcción.

Los franceses en general se mofaban de la Torre. Decían que era fea.

Si no llega a ser por los seis o siete millones de turistas que recibe cada año, la torre se hubiera derruido hace mucho tiempo, porque necesita nada menos que un ejército de 500 trabajadores para su mantenimiento. Reparar, pintar, limpiar…


Hay una teoría de René Girard que dice que el deseo humano es básicamente mimético. Que los deseos se configuran y acrecentan con los deseos de los otros. Los humanos, con esto, creamos un modelo a escala de nuestros deseos, como la propia Torre Eiffel-



La violencia en los humanos tiene para Girard un carácter fundador. Siempre estamos inmersos en la violencia. Los objetos son cosas que nos llaman y mediante las cuales entramos en conflicto con nuestros semejantes. También en la naturaleza, los animales que se disputan una presa, la abandonan para luchar. Todo lo que son objetos fetiche terminan por ser objeto de conflicto.

¿Cómo solucionar la violencia que generan las cosas en nuestro deseo de posesión?
Fácil. Multiplicando los objetos.

Hace años, todo el mundo deseaba un coche. El deseo de los jóvenes era trabajar todos los veranos para poderse comprar un coche de segunda mano. Con la compra del auto había un deseo y más que un deseo era una promesa, de independencia y de libertad. Nada mas tener en posesión el vehículo uno debía responsabilizarse de las multas, el seguro, las reparaciones.

Y llega un punto en el que no podemos hacernos cargo de un mantenimiento para el que no tenemos conocimiento ni herramientas. Estamos vendidos al "sistema".

En última instancia compramos un coche porque los demás se compraban uno.

¿Podemos vivir sin coche? Para que deseemos vivir sin coche, los ayuntamientos deben hacernos la vida difícil. eso es lo que están haciendo.

Las emisiones de Co2 aumentan pero disminuirá el parque automovilístico a medio plazo.

Sufrimos cuando tenemos un coche porque no se regeneran las parte deterioradas como le podría suceder a un árbol ni cicatrizan lo rasguños - como nos sucede a los humanos -

La moderna sociedad de consumo nos permite poseer lo mismo. Porque todos los objetos industriales son seriados, sin diferencias perceptibles.
 
Una coca cola es una coca cola. No vemos diferencias significativas de una lata a otra. Pero las desechamos del estante del supermercado cuando las vemos sucias y abolladas.
 
Hay Torres Eiffel a escala en las tiendas de souvenir cuyo único interés es servir de recuerdo a los turistas cuando visitan París. Y éstas, sí que son idénticas a la original. Las hay incluso con luces. Como pisapapeles, como decoración del árbol de Navidad, para pegar en la nevera…

Hubo un tiempo, en el que objetos parecidos a los que se venden en las tiendas de souvenir se vendían por toda Francia como artículos de lujo. Eran objetos artesanales muy decorados y realizados a mano. Francia fue hasta bien entrado el siglo XX un país artesanal y rural.

Así, nuestros antepasados, australopitecus no tenían el conocimiento para hacer cosas muy sofisticadas, caminaban erguidos y utilizaban herramientas porque les permitía conseguir alimentos tal como lo hacen los chimpancés en la actualidad. Utilizan pequeños palillos  son empleados para comer insectos allí donde no pueden llegar. También se fabrican pequeñas herramientas como cuencos, para beber agua de los ríos. Armas arrojadizas y pequeños útiles con los que se dan masajes.
Jane Goodall se dio cuenta de que también los simios son muy miméticos y aprenden de lo que ven.
Si miramos el rostro de una persona, descubriremos si está feliz o triste, si está preocupada o alegre. El rostro humano nos da una información valiosa que no aparece  en una conversación por teléfono.
Por eso, lo humanos preferimos la conversación cara a cara. Si una persona está alegre además, nos transmitirá su alegría. Es un aprendizaje mimético. No nos reímos en un funeral porque asimilamos las caras de tristeza de quienes nos rodean.

Mediante la mirada disuadimos a que alguien se acerque.

La cercanía es una forma de agresión. La carencia también.

El aumento de la tarifa de la luz es un acto de agresión. No poder pagar productos básicos.

Mientras competíamos por puestos de trabajo no nos agredíamos. Sentimos envidia de aquél que consigue un buen trabajo. No notamos cercanía. Notamos desafectación porque las necesidades nos bajan nuestra ética. Exageramos, mentimos, copiamos, falsificamos para conseguir un trabajo.

Me he dado cuenta de que en lugar de intentar cohesionar nuestros intereses, la sociedad se está degradando. La primera causa de violencia  es la competencia económica. No me cabe duda que el aumento de agresiones contra inmigrantes, agresiones de género, agresiones a colectivos minoritarios tienen un componente económico.

A los pobres siempre se  les ha obligado a estar cerca porque no son tan agresivos como los nobles.

Los nobles tienen un espacio propio.

La producción de alimentos es también la producción de objetos. No vemos la leche.

Vemos un tetra pak. Son objetos fetiche. Cuando más decorados, más caros.

Hasta ahora hemos detenido la violencia haciendo objetos industriales. También un nivel de materialismo que nunca antes se había logrado. La reproducción de objetos reproduce los sentimientos que lo generan. Los objetos

De esa condición imitativa del deseo nace su propensión violenta. Por eso nos volvemos imitadores y queremos poseer cosas imposibles de poseer. La torre Eiffel  en nuestra veneración se vuelve un deseo violento. Debe ser nuestra/o y la tienda de Souvenir nos ofrece la posibilidad de llevarlo dentro de nuestro equipaje en nuestro trayecto de vuelta.
Qué sucederá cuando no hayan souvenirs para todo el mundo?
Una cosa es de quién es algo y otra muy distinta " quién es la persona está en posesión de esa cosa", que puede ser muy distinta a su propietario.

Entiendo que muchos  tenéis posesiones. Un terreno... una finca... un piso en la ciudad y otro en la costa.

Las posesiones de las cosas se hacen por proximidad. Por ejemplo: La casa que habito. Mientras que la casa que soy propietario en un pueblo y tengo abandonada,,, está en una situación comprometida.

Las primeras muertes en un conflicto bélico son como un botín en una tienda de souvenirs. Son pequeños comercios que no dejan muchas muertes.

A medida que aumentan las frustraciones, veo en el otro rostro mi propio miedo y mi propio odio.

Primero se rayan los coches, se hacen pintadas, se daña el mobiliario público, se queman contenedores y se van rompiendo todos los souvenirs en escala, del más pequeño al más grande, llegará un momento en el que haremos  desaparecer la propia Torre Eiffel.

Edmund Burke hace una distinción entre lo que es bello y lo que es sublime. Bello es aquello bien formado y placentero estéticamente, mientras que lo Sublime es aquello que tiene el poder de desconcertarnos y destruirnos.

Así que la Torre Eiffel es sublime.

La llevamos en la maleta para regalar a alguien, para demostrarle que estuvimos en París.

Queremos que sienta envidia. Sin darnos cuenta estimulamos su odio.

sublimar consiste en el paso del sólido al gas, por tanto el término guarda una relación con lo que es demasiado grande para comprenderse. Es algo que se eleva en el cielo.Así sublimar haría referencia a una
conmoción a través de una elevación.

Todo lo que nos gusta de otras personas, suelen ser cosas que podríamos realizar. Nos movemos mediante la afinidad en el pensamiento. Los peakoilers se juntan con los peakoilers como los miembros del ku Kux Klan se juntan entre sus afines. Aunque no nos demos cuenta nos dejamos llevar por nuestros propios ideales. Que no son " nuestros" son inculcados.

Actuamos con nuestros semejantes como si estuviéramos delante de un espejo. También deseamos lo que nuestros semejantes desean y aquí comienzan los enfrentamientos. Para ello inventamos la sociedad disciplinada que marcan  las reglas de conducta y funcionamiento interno establecidas en una jerarquía.
Se tipifican y regulan todas y cada una de las conductas que un ciudadano puede realizar en un entorno urbano. Puedo escupir al suelo? Puedo pisar el césped? Puedo llorar?

Las personas tristes tienden a cercarse a personas tristes ? Seguramente cuando hay mecanismos de recompensa, las personas tristes se ayudan entre ellas. Pero no es lo más adecuado. Los ciudadanos en la urbe viven en la costumbre  de una manera muy diferente que los que viven en un entorno rural. Cuando se construyó la torre Eiffel se estaban dando una serie de cambios productivos y de costumbres y los ciudadanos  dejan de ser libres -nunca lo han sido- sino que si antes la opresión era de una verdadera violencia hacia los ciudadanos cuando no pagaban las indulgencias o los tercios, ahora son vendidos por un salario.

El trabajador alquila su cuerpo de una manera parecida a como lo hace un prostituta. Puede elegir a quién venderse. Pero los actos violentos que se desencadenan son entre los pobres aunque los promotores de la violencia sean los ricos.  Por ello los ricos no están presentes y tienen su propio mundo. Las fabricas inician una sobreproducción que oculta que las relaciones de la oferta y la demanda  serán abstraídas
 debido a la cronificación del endeudamiento de las familias, incentivando el consumo mediante créditos, más allá de su poder adquisitivo. Siempre se habla del paro, pero no de la productividad. Para mantener la Torre Eiffel son necesarias 50 toneladas de pintura cada cinco años para protegerla.

Todo lo que son objetos fetiche terminan por ser objeto de conflicto.

¿Cómo se podrá reconstruir nuestra sociedad si los conflictos sociales estallan?