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Es probable que reinventarse sea acercarse más al Carlismo, y además, mostrar a los excluidos del sistema que solo en España ya se cuentan por millones, otro sistema, no dejarlos en una especie de limbo esperando a ser rescatados. Eso, claro, a los que se dejen ayudar.
Por ejemplo, se podría organiza un año una recogida de bellotas para tratarlas y panificarlas todo mediante cocinas solares y repartirlas ante la población necesitada, predicando, además, lo nuestro. Así el año que viene los grupos autogestionarios crecerían muchísimo y tendríamos cada vez una oportunidad mayor e crear comunidad entorno al bosque y protegerlo, dar de comer a la gente y hacer crecer las iniciativas hasta el punto de inflexión en el que sea posible la creación de una red de asambleas de barrio y después de ciudad para empezar la Revolución.
Pero bueno, me reitero en lo ya dicho. Estas prácticas liadas a la tierra "comunal", al bosque y a los concejos abiertos son más propios del Carlismo que del anarquismo moderno.
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