POST: John M. Greer –“Donde la Economía Fracasa”

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POST: John M. Greer –“Donde la Economía Fracasa”

Anselmo

01 JULIO 2009



Ha ocurrido más de una vez que podemos ser los suficiente sabios como   para reservar un fin de semana anual para guardar luto por la muerte de Osiris o Persefone o Bladud el dios del viento  o alguna otra divinidad, como nuestros antepasados paganos hacían, o aquellos cristianos quienes permanecen tomándose las narrativas de su fe seriamente seriamente hacen cada año en Viernes santo Esto podrá al menos poner un final misericordioso a los esfuerzos desesperados y macabros  de los medios de comunicación para para conferir una a tardía santidad a cada nuevo miembro del club de las celebridades muertas,  no importa lo lejos de la trayectoria de santidad que sus vidas puedan haber estado.

Así tu acertarás al suponer que no he dedicado demasiado tiempo a poner atención al furor de los medios  de comunicación  con respecto a la muerte de Michael Jackson. Yo estaba, en lugar de eso, ocupado a mi acostumbrada labor investigadora. Mientras milllones de personas  pasaron el fin de semana pegados  a sus aparatos de televisión  repasando la catastrófica caída de la gracia  de un innegablemente brillante fenómeno cultural, que alcanzó un éxito sin parangón, y entonces fue tirado abajo por un una carga de dimensiones aptas para superpetrolero de conflictos interiores pendientes de solución  calentados hasta convertirse en una crisis al encadenarse con una desastrosa falta de adecuación entre un estilo de vida despilfarrador y unos ingresos menguantes- bien, supongo que esta es una Buena descripción, de lo que yo estaba haciendo también.

No obstante, el declive y caída de una civilización industrial, aquella atormentada y disfuncional super Estrella que continua tambaleándose a través del escenario histórico,no puede ser seguido efectivamente  a través de vídeos musicales o  plácidas entrevistas.  En lugar d eeso , pasé el fin de semana  leyendo libros de economía. “Thiller” no es exactamente la palabra que yo emplearía para describir, estos plumbeos tomos, pero yo recomendaría a todos los que estén interesados con el futuro de nuestra sociedad la lectura de al menos uno. Esto no es porque  los textos económicos actuales ofrezcan una útil guía  a los desafíos de nuestro tiempo. Bastante al contrario; el mundo que ellos describen  es tan imaginario como el Reino de Oz, y bastante menos relevante para la vida contemporánea. Lo que los hace importantes es precisamente es que tantos de los tomadores de decisión de nuestro tiempo consideran esta fantasía como realidad.

Entiende el actual pensamiento económico  y comprenderás muchos de los errores  que están llevando a la sociedad industrial a su ruina. La Administración para la Información sobre Energía(EIA)  ,una agencia del gobierno de los Estados Unidos se ha convertido en infame en la escena del cenit del petróleo a lo largo de la última década o así por publicar  estimaciones  de la producción de petróleo futuro carentes de relación con la realidad geológica. Su metodología, tal como se describe en las publicaciones de la EIA, era simple para estimar probable incrementos en la demanda, y entonces asumir que la demanda incrementada debería automáticamente ser atendida  con un correspondiente incremento en suministro. No pocos escritores del cenit han sugerido alguna oscura conspiración tras esta despreocupada falta de atención a los límites de un planeta finito, pero requiere solo una lectura de unos minutos  el identificar al autentico culpable en la idea estandar de ley de oferta y la demanda  enseñada en todos los libros de texto de primer curso de económicas  hoy en día.  

De acuerdo con este modelo del mundo la cantidad de cualquier materia prima disponible en  un mercado libre está controlada por la demanda de dicha materia prima. Cuando los consumidores demandan una mayor cantidad de una variable  que está disponible en el Mercado, y están dispuestos a pagar más por ella, el precio de la material prima aumenta; esto supone un incentivo económico para que los productores produzcan más de esa materia prima y así la cantidad  de la materia prima en el mercado aumenta. La producción incrementada  pone un límite superior sobre los incrementos de precio, debido a que los productores compiten unos contra los otros tenderán a reducir precios para aumentar su cuota de mercado, y la disposición de los consumidores para pagar precios crecientes es también limitada. Así en teoría la producción y precio de una materia prima son mantenidos por un equilibrio cambiante entre el deseo de los consumidores para comprarlo y el deseo de los productores de obtener un beneficio de la producción de esta materia prima.

Lo que hace a esta teoría tan seductora,es que ,dentro de ciertos límites y en determinadas circunstancias, esta funciona notblemente bien. El problema surge cuan do los economistas pierden la pista de la existencia de los mencionados límites y circunstancias, y esto, en un grado remarcable, es exactamente lo han hecho. Para ser claros, ellos tienen una Buena razón para hacer eso, debido a que durante el boom de trescientos años que creó el el mundo industrial siguiendo el exitoso  aprovechamiento de los combustibles fósiles, los limites raramente se manifestaron y las circunstancias  fueron mucho más a menudo presentes que no. Entre las más importantes raíces de la crisis actual, a su vez, estan los claros hechos  de que los limites  ,han empezado a venir en juego  y las circunstancias anteriores han dejado de existir.

Empecemos por lo obvio. Imagine que un avión repleto de banqueros de inversión efectúa un aterrizaje forzoso en las proximidades de una isla desierta.;La isle no tiene comida, no tiene agua, y no tiene alojamientos. es solo un promontorio pelado  de piedras y arena con unas pocas hierbas tolerantes a la sal sobre ella. A medida que los banqueros alcanzan la costa des del el avión que se está hundiendo, la necesidad de comida, agua y abrigo sobre dicha islote se va a hacer considerable, pero incluso si cada uno de los banqueros  lleva un maletín con 134 miliardos de dolares  en bonos al portador- como aquellos tipos que fueron capturados intentando entrar en Suiza hace poco tiempo- dichas necesidades no van a ser satisfechas, hasta y salvo que un barco llegue de algún otro lugar. La lección es simple: La economía no triunfa sobre la realidad física.

Dicho de forma más general, la relación teórica entre  oferta y demanda. Funciona solo cuando la oferta no es constreñida por factores ajenos a la esfera económica. Las restricciones en cuestión pueden ser físicas: no importa cuánto dinero estés dispuesto a pagar por una máquina de movimiento perpetuo,  por cierto, no podrás tener una,  porque las leyes de la termodinámica no aceptan sobornos. Ellas pueden ser políticas: La Alemania nazi tuvo una gran demanda de petroleo entre 1943 y 1945, por ejemplo, y los aliados tenían abundancia de petróleo para vender , pero todo el que asumió que se podría realizar un trato sufrió una gran decepción. Pueden ser técnicas: no importa lo mucho que gastes en cuidados médicos   , por ejemplo, antes o después este va  a fracasar, debido a que nadie ha sido todavía capaz de desarrollar un tratamiento efectivo para la muerte. . Los economistas han dado varios rodeos para tratar con factores externos de este tipo, algunos más convincentes que otros.

Otro conjunto de factores que  puede  arrugar la ley de la oferta y demanda  y arrojarla a la papelera, sin embargo, ha recibido mucha menos atención. Estas restricciones que pueden ser bien llamadas como “ecológicas” y se desprenden del feo hecho de que la actividad económica es mucho menos independiente del mundo natural de lo que los economistas a menudo intentan pretender.  El tamaño de esta dependencia es tan raramente reconocido como duro de exagerar. Uno de los pocos intentos para cuantificarlo es un intento para trabajar fuera de los costos de sustitución para los servicios naturales proporcionados por la biosfera se llevó a cabo hace pocos años por un equipo encabezado por el economista herético Robert Constanza, obtuvo una cifra de un rango promedio igual a tres veces el producto bruto de toda la actividad económica de la tierra.

De cada dolar   o su equivalente, 75 centavos eran aportados por los procesos naturales mas bien que por la labor humana. Lo que es más, muchos sino todos los 75 centavos  de valor  tendrían que estar allí previamente a la producción de los otros 25. Antes de que puedas iniciar un cultivo.,por ejemplo, tu necesitas disponer suelo arable,agua, y una estación adecuada para el cultivo, tanto como servicios naturales más especializados como la nacionalización.  Estos nos son requerimientos negociables; si no los tienes, no puedes cultivar. Lo mismo es cierto para  cualquier otra clase de trabajo productivo en la Economía: la producción natural viene primero  y generalmente determina cuanto puede producir la economía.

Es por esta razón que E.F. Schumacher, el economista heterodoxo cuyas ideas son el trampolín de esta serie de posts propugnó una clara distinción entre lo que él llamaba bienes primarias y bienes secundarios. Los bienes secundarios son los bienes y servicios  proporcionados por el trabajo humano, el sujeto habitual de la teoría económica. Los bienes primarios ,son los bienes y servicios proporcionados por la naturaleza, y ellos hacen la producción de bienes secundarios posible. La diferencia entre ambos es muy similar ala existente entre ingresos y beneficios en los negocios: debes tener ingresos para tener beneficios, y si concedes menos importancia a los ingresos con el fin de obtener mayores beneficios  ,antes o después te hundirás.

Un fallo en la distinción entre bienes primarias y secundarias está en la raíz de una gran cantidad del actual sinsentido económico. Es normalmente posible, por ejemplo, sustituir un bien secundario por otro,si el suministro se agota o el precio se incrementa demasiado, y por esta razón esta es una asunción normal en la economía- así como uno de los fundamentos de la ley de la oferta y la demanda- que los consumidores pueden satisfacer sus necesidades igualmente bien con muchos bienes diferentes. Pero esta asunción no se aplica a los bienes naturales. En el mundo de la naturaleza, una regla diferente -la ley del mínimo de Liebig- se aplica en lugar de la otra: La producción es limitada por el el recurso necesario más escaso. así si tu tienes una granja, y no puedes regar tus cultivos, no importa que tengas un terreno excelente  así como los otros requisitos para el cultivo; no puedes cultivar nada.

En algunas situaciones limitadas, para estar seguro, es posible sustituir un bien primario por otro- por ejemplo es usar menas de hierro de bajo grado de concentración de hierro como la taconita cuando  las menas de alto grado se han agotado . Incluso cuando esto puede hacerse, no obstante, la ley de los rendimientos decrecientes  siempre se aplica.  Tu puedes extraer mena de bajo grado de concentración de hierro, pero el proceso de extracción es menos eficiente y requiere mucho mayores entradas de energía . Cuando la energía es barata, tu puedes ignorar esto-  y esto es exactamente lo que ocurrió a lo largo del siglo 20, a medida que la industria metalúrgica se reajustaba para emplear continuamente decrecientes grados de concentraciones de hierro en menas y permanentemente crecientes entradas de energía- pero lo que en si mismo traslada los costos hacia el futuro, debido a que los combustible fósiles que proporcionan las entradas energéticas  están ellos mismos sujetos a agotamiento y a la ley de rendimientos decrecientes. de un modo u otro, la sustitución impone costos adicionales  sin aportar ningún beneficio económico adicional.

Esta misma regla también se aplica a todos los demás bienes naturales. Considera el valioso servicio aportado a las economías mundiales por las abejas que polinizan muchas cosechas no cerealeras. Si tenemos éxito en añadir las abejas a la ya larga lista de especies extintas en el mundo,  ,será posible sin duda sustituir sus servicios por otros medios, bien tomen la forma de vastas máquinas polinizadoras atronando  través de los campos o la más simple y probablemente más económico enfoque de trabajadores inmigrantes  empleando pequeñas brochas para impregnar el estambre de cada flor con el polen de la bolsa. Date cuenta , sin embargo, que ningún agricultor en sus cabales  contrataría un millar de trabajadores con brochas en lugar de llamar al apicultor local y negociar con él el dejar unos pocos panales en su campo ; y sustituir alguna otros método de polinización distinto al de las abejas  añadiría un coste adicional a la agricultura sin aportar ningún beneficio adicional.

Yo he venido a pensar que la no reconocida diferencia entre  bienes secundarios que  pueden ser fácilmente remplazados por otros vienen sin costo adicional, y bienes primarios, que no pueden serlo, está entre las más importantes fuerzas desencadenantes de la crisis actual. A lo largo de los últimos tres siglos,  las economías industriales del mundo han estado empleando  todos los bienes primarios que han podido convertir en secundarios a una despilfarradora  continuamente creciente velocidad.Piensa en cualquier servicio proporcionado por la naturaleza- desde el suelo agrícola  a las reservas de pesca oceánicas, hasta las capacidades de absorción de contaminación de los ríos a las propiedades de mitigación de tormentas  de los humedales, desde el aire respirable y el agua bebible  a los reservas de combustible fósil mantienen el sistema entero funcionando - y tu solo has identificado algo que está siendo usado rápidamente por las sociedades industriales , sin tener encuenta los costos potenciales de sustituir alguna cosa distinta por el , mucho menos el duro hecho de que nada we can possibly do que podamos posiblemente hacer puede proveer un sustituto para alguno de ellos una vez se hayan ido.

la falta de conciliación  entre este desesperanzadamente corto de vista enfoque y los inclementes límites de la naturaleza  está imponiendo una tarea creciente de costos de sustitución en las economías industriales alrededor del mundo. Como es lógico hay otros factores implicados,  No obstante, como yo espero mostrar en futuros posts, la mejor explicación para la “estanflación” acució a las economías y  desconcertó a los economistas en los años 70 fue la no reconocida carga de los costos de sustitución por una gama de bienes naturales agotados o dañados durante las décadas anteriores. Igualente las disfunciones económicas que llevaron a los bancos centrales entorno al 2002  a inundar los mercados financieros con crédito barato- una decisión desastrosa que terminó potenciando el boom y posterior crisis que condujo a la actual  Gran Recesión-  fueron desencadenadas por amontonar  los costos de sustitución para  la obtención de otra gama de bienes naturales  que habían sido agotadas  o sobre explotadas en las décadas previas de prosperidad. A medida que el cenit del petróleo añade una nueva ronda de costes de sustitución a aquellos ya en un juego, este mismo proceso es proclive a producir incluso más dramáticos impactos en el futuro.
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Re: POST: John M. Greer –“Donde la Economía Fracasa”

Kanbei
Anselmo escribió
Un fallo en la distinción entre bienes primarias y secundarias está en la raíz de una gran cantidad del actual sinsentido económico. Es normalmente posible, por ejemplo, sustituir un bien secundario por otro,si el suministro se agota o el precio se incrementa demasiado, y por esta razón esta es una asunción normal en la economía- así como uno de los fundamentos de la ley de la oferta y la demanda- que los consumidores pueden satisfacer sus necesidades igualmente bien con muchos bienes diferentes. Pero esta asunción no se aplica a los bienes naturales. En el mundo de la naturaleza, una regla diferente -la ley del mínimo de Liebig- se aplica en lugar de la otra: La producción es limitada por el el recurso necesario más escaso. así si tu tienes una granja, y no puedes regar tus cultivos, no importa que tengas un terreno excelente  así como los otros requisitos para el cultivo; no puedes cultivar nada.
Es por esto que los biocombustibles no pueden sustituir al petróleo en automoción, ni los paneles fotovoltaicos al gas en la generación de electricidad. Cuando estos escaseen, o se encarezcan, no tendremos recursos de sustitución.

Gracias, Anselmo.
Querido lector, si caíste por casualidad en este foro ya es demasiado tarde. No te molestes en entender el pico del petróleo, a partir de ahora podrás grabar con tu móvil secuencias terriblemente bellas de la Tercera Guerra Mundial. Sonríe!
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Re: POST: John M. Greer –“Donde la Economía Fracasa”

sistudey
En respuesta a este mensaje publicado por Anselmo
No es cierto del todo lo que dice y lo matizo:

Anselmo escribió
Es por esta razón que E.F. Schumacher, el economista heterodoxo cuyas ideas son el trampolín de esta serie de posts propugnó una clara distinción entre lo que él llamaba bienes primarias y bienes secundarios. Los bienes secundarios son los bienes y servicios  proporcionados por el trabajo humano, el sujeto habitual de la teoría económica. Los bienes primarios ,son los bienes y servicios proporcionados por la naturaleza, y ellos hacen la producción de bienes secundarios posible. La diferencia entre ambos es muy similar ala existente entre ingresos y beneficios en los negocios: debes tener ingresos para tener beneficios, y si concedes menos importancia a los ingresos con el fin de obtener mayores beneficios  ,antes o después te hundirás.
Si se suprimen únicamente los gastos superfluos, es posible mejorar los beneficios sin mejorar los ingresos ni hipotecar el futuro. El problema procede cuando te fijas en el beneficio a corto plazo y se recorta gastos que alimentan ingresos futuros. Entonces, estás hipotecando el futuro del negocio y de seguir así, el negocio se hundirá.

 
Anselmo escribió
Un fallo en la distinción entre bienes primarias y secundarias está en la raíz de una gran cantidad del actual sinsentido económico. Es normalmente posible, por ejemplo, sustituir un bien secundario por otro,si el suministro se agota o el precio se incrementa demasiado, y por esta razón esta es una asunción normal en la economía- así como uno de los fundamentos de la ley de la oferta y la demanda- que los consumidores pueden satisfacer sus necesidades igualmente bien con muchos bienes diferentes. Pero esta asunción no se aplica a los bienes naturales. En el mundo de la naturaleza, una regla diferente -la ley del mínimo de Liebig- se aplica en lugar de la otra: La producción es limitada por el el recurso necesario más escaso. así si tu tienes una granja, y no puedes regar tus cultivos, no importa que tengas un terreno excelente  así como los otros requisitos para el cultivo; no puedes cultivar nada.

En algunas situaciones limitadas, para estar seguro, es posible sustituir un bien primario por otro- por ejemplo es usar menas de hierro de bajo grado de concentración de hierro como la taconita cuando  las menas de alto grado se han agotado . Incluso cuando esto puede hacerse, no obstante, la ley de los rendimientos decrecientes  siempre se aplica.
Los bienes secundarios pueden ser reemplazados puesto que una misma necesidad puede ser satisfecha con muchos bienes distintos. Pero en parte (y dentro de unos límites) los bienes primarios también pueden ser sustituidos. No se trata de sustituir el cobre de una mina de alta concentración por otra de baja, sino que puedes producir otros bienes secundarios que satisfaciendo las mismas necesidades en vez de necesitar el escaso cobre, emplee hierro. Nótese que el bien secundario no tiene por qué ser ni el mismo, no estoy hablando de mejora tecnológica. Y por ello, no siempre tiene por qué aplicarse la ley de rendimientos decrecientes. Por ejemplo: Me puede hacer falta mucho papel para guardar la información. Es claro que puedo encontrar diferentes sustitutos (distintos tipos de papel) que estén sujetos a rendimientos decrecientes, pero podríamos satisfacer esa misma necesidad recurriendo a un disco duro y en tal caso, el coste por volumen de datos sería menor pudiendo almacenar datos que de otro modo habrían hecho falta cientos de toneladas de papel. En este caso la ley de los rendimientos decrecientes no se ha cumplido porque sencillamente se ha recurrido a otro tipo de bien.

Lógicamente nadie es tan estúpido como para pudiendo utilizar las menas de mayor concentración, utilice las de menor, de ahí que se produzcan rendimientos decrecientes. Siempre se empieza por lo más sencillo y rentable dentro de lo accesible. Sin embargo, ese es el punto "dentro de lo accesible". Efectivamente una tecnología posterior no puede inventarse los recursos, pero sí puede hacer accesibles OTROS recursos que sean incluso más rentables que los anteriores. Sé que es ficticio, pero imaginen por un momento que el uranio se pudiera encontrar en cantidades ingentes y muy concentrado, de extrema pureza en minas repartidas por todo lo largo y ancho del planeta. Un señor del siglo 19 seguiría con su rendimiento decreciente en el petróleo porque NO DISPONE de la tecnología nuclear como para acceder a una fuente superior EXISTENTE. Pero en cuanto es accesible, sería mucho más rentable que la anterior. Este es un ejemplo ficticio, pero con materiales hay unos cuantos. Por ejemplo, hacer cuchillos de oro en la época precolombina. Ahí esta sujeto a la ley de rendimientos decrecientes, pero cuando se domina la técnica del hierro se rompe la ley, para a partir de entonces volver a una nueva ley de rendimientos decrecientes para este nuevo metal. Así funcionan las cosas. Nada es tan tajante como lo plantea este señor.

Ahora bien, aclaro nuevamente como en otros comentarios, no soy tecnoptimista. De donde no hay no se puede sacar. La eficiencia tiene límites físicos. Pero puede haber recursos existentes no accesibles por nuestra tecnología y no necesariamente de rendimientos decrecientes respecto a los actuales. He de decir que en mi opinión, la tecnología no nos librará del abismo, porque no hay una garantía de que haya recursos mejores pero no accesibles, por falta de determinación, y sobre todo por falta de tiempo. Ya es humanamente imposible que de tiempo a descubrirlo y sobre todo a implantarlo a gran escala. Eso no quita, al menos como posibilidad teórica, que dentro de algunos siglos se pueda conseguir una fuente de energía finita pero de mayor calidad que los fósiles.
El mundo está gobernado por personajes que no pueden ni imaginar aquellos cuyos ojos no penetran entre los bastidores.