POST: John M. Greer –“Tiempo de Saltar al Bote Salvavidas”

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POST: John M. Greer –“Tiempo de Saltar al Bote Salvavidas”

Anselmo
29 NOV 2007

http://thearchdruidreport.blogspot.com.es/2007/11/lifeboat-time.html


Una de las nuevas historias más notables de la semana pasada, referida al destino del MS Explorer un barco de crucero construido para mares polares que resultó no ser lo suficientemente apto para soportar los rigores a los que estaba destinado, antes del amanecer del 23 de noviembre  , mientras estaba cruzando justo el norte de la Península Antártica colisionó contra una placa de hielo sumergido sufriendo un boquete en el casco Y , como consecuencia, una entrada de agua de tal magnitud que sus bombas no pudieron contrarrestarla. Quince horas más tarde el Explorer estaba el fondo del mar.

Afortunadamente Capitán tuvo el buen sentido de ordenar una evacuación con la suficiente anticipación.Incluso más afortunadamente, cada uno de los ocupantes del barco sabía que tenía que hacer, y lo hizo sin causar problemas.Tripulación y pasajeros abandonaron todas sus posesiones excepto las ropas que vestían y, puestos los chalecos salvavidas, subieron a los botes salvavidas y pasaron cinco frías horas contemplando al Explorer hundirse lentamente ,quedando finalmente completamente amurado.Hasta que otro barco vino a rescatarlos. Más tarde el mismo día ellos estaban a salvo una base de guardacostas chilena, en las islas Shetland del Sur. Esperando a realizar un viaje en avión a su casa.

Yo he pensado sobre esa historia esta mañana, mientras repasaba la última ronda de debates sobre el cenit el petróleo el calentamiento global la implosión de la burbuja de deuda y media docena de otras evidencias del despliegue de la crisis de la sociedad industrial. Ahora en curso a este punto hay pocas metáforas de la crisis más manida que la de la fatal conjunción de un barco y un iceberg, pero la comparación mantiene su utilidad debido a que esta proyecta los temas que rodean la gestión de crisis en bajo relieve. Cuando el casco fue perforado y el nivel de agua ascendente en los puentes inferiores, la ventana de oportunidad para la acción efectiva es breve, y si el agua no puede ser detenida muy pronto. Es el tiempo de embarcar en los botes salvavidas.

Para casi cualquier estandar imaginable, este tiempo ha llegado para el mundo industrial. Los debates sobre sí la producción mundial de petróleo llegará a su cenit antes de 2030 o no  pasan por alto una cuestión obvia para cualquiera  que haya visto las cifras: la producción petrolífera mundial alcanzó su cenit en noviembre de 2005 con unos 86 millones de barriles de petróleo por día. Y ha estado en declive lentamente desde entonces.  En tanto que la brecha ha sido llenada con arenas bituminosas gas natural, y otros líquidos no convencionales, todos los cuales son más costosos que el petróleo ordinario en términos de dinero y de entrada de energía, y el hecho es que ninguno de ellos puede ser producido de ningún modo a la velocidad necesaria para suministrar la demanda energetica mundial creciente. A medida que el agotamiento de los campos existentes de petróleo se acelera la lucha para mantener actual meseta de producción promete convertirse en una batalla perdida contra la realidad geológica.

Mientras tanto el dióxido de carbono generado por los 84 millones de barriles por día que estamos actualmente, bombeando y quemando, junto con los igualmente inimaginables volúmenes de carbón y gas natural, provocan cambios en el clima que solo un puñado de publicistas de compañías petrolíferas . Así como unos fundamentalistas del mercado libre continúan insistiendo que no están ocurriendo. Preocupantes informes científicos desde Groenlandia y el Oeste del Continente Antártico de que, por primera vez desde que empezaron las mediciones el agua líquida se está acumulando bajo ambos estos vastos glaciares continentales–el más probable precursor de un colapso de las laminas de hielo que podría suponer incrementos de nivel los mares de todo globo entre quince y 20 metros
En noticias relacionadas. Atlanta puede estar en el borde del abismo que daría lugar a que Nueva Orleans dejará de ser la campeona de las catastrofes climáticas. A no ser que la agobiante sequía de año sobre el Sudeste de los Estados Unidos, dé lugar a fuertes lluvias muy pronto. Atlanta se quedará completamente falta de suministro de agua para beber. En algún momento a lo largo del año que viene. El gobierno de la ciudad tiene que explicar a los preocupados ciudadanos, que se ha quedado sin opciones y que no hay suficientes camiones cisterna en todo el sur de los estados unidos para hacer frente a las necesidades diarias de agua de esa gran ciudad. Nadie está deseando hablar  de lo que ocurrirá una vez los últimos posos fangosos de los reservorios de agua de Georgia, se agoten por completo, y las Fuentes de agua para beber, las cisternas de los inodoros y los hidrantes contra incendios de la gran Atlanta metropolitana no tengan nada con que llenarse excepto con polvo.

Como Maquiavelo comentó en un contexto diferente , la gente se preocupa más de sus finanzas que de sus vidas e  incluso los periódicos  de Atlanta han visto la sequía empujada de la página frontal de los periódicos  ahora y entonces  por la última ronda de implosiones en el mundo de las altas finanzas. Para aquellos de mis lectores que no están enterados, bancos y firmas financieras torno al mundo han pasado  casi toda la última década , concediendo hipotecas  a  todo ser humano mayor de edad que se pusiera a su alcance, empaquetando el derecho a beneficiarse de dichas hipotecas  en lo que ha recibido el nombre de “securities”,la denominación más inadecuada  en la historia de los mercados financieros.Y vendiéndolos a modestos inversores de todo el mundo.

Sobre estos notablemente inestables cimientos creció la mayor burbuja especulativa conocida en  Historia a medida que quienes deberían ser los  magnates de la propiedad inmobiliaria  pidieron prestadas mareantes sumas para comprar, propiedades que ellos estaban convencidos que sólo podían subir en valor. Mientras inversores cuya pasión por los beneficios les cegaba con  respecto al riesgo de pérdida se precipitaron en la compra de un torrente de productos financieros exóticos, cuya conexión con cualquier fuente de valor que tuviera  algúna relación con la realidad, pudiera ser seguramente descrita como imaginaria. Toda esta riqueza alucinada, no obstante, dependia de la teoría de que gente sin ingresos, trabajo o activos. Podría pagar y pagaría sus letras hipotecarias puntualmente, y cuando esto no ocurrió, el castillo de naipes entero comenzó a venirse abajo. Algunos  de los mayores bancos mundiales han sufrido ya miliardos de dolares en pérdidas, y no hay nadie que ni siquiera pretenda que la carnicería económica ha terminado aún.

Conecta los puntos y el cuadro que emerge será familiar para aquellos de mis lectores   que han tenido tiempo de luchar través de la prosa académica  de "Cómo las Civilizaciones Caen: Una teoría del Colapso Catabólico" (vinculo) uno de los puntos centrales de dicho documento es que el declive y caída de una civilización se despliega en una serie de crisis separadas por incompletas recuperaciones. La afirmación no es original; Arnold Toynbee discutió el mismo ritmo de ruptura  y reposición hace más de un siglo en su magistral Estudio de la Historia. Si tal patrón conformará el destino de nuestra propia civilización -y es difícil encontrar una razón por la que no- la segunda ola en el declive y caída del mundo industrial  puede estar rompiendo sobre nuestras cabezas justo ahora.

No, aquello no fue una errata. Los historiadores del futuro probablemente situarán el pico de la civilización industrial moderna  entre 1850 y 1900, cuando los vastos imperios coloniales del mundo Euro –Estadounidense, tocaron el cenit de su alcance global. La primera ola del declive de nuestra civilización se prolongó entre 1929 y 1945   y fue seguida por la clásica recuperación parcial  en la cual el despilfarro público enmascaró la desintegración de la periferia imperial. Compara el inestable imperio económico furtivo estadounidense  de hoy,con el completo dominio del Imperio Británico sobre medio mundo en 1900, digamos ,y resulta difícil pasar por alto las señales declive.

Hoy podemos estar frente al comienzo de la nueva ola en el declive. Una ventaja que ofrece este concepto es el tomar conciencia de que  la experiencia de las generaciones de nuestros abuelos y bisabuelos puede ofrecernos una útil perspectiva de lo que está viniendo. En el verano de 1929 nadie sabía o era capaz de predecir la inminente llegada de un desastre económico sin parangón. Seguido por el ascenso del Fascismo y  el desencadenamiento de la guerra más sangrienta en la Historia. Tales cosas parecen  fácilmente guardadas en el pasado distante. Desde la perspectiva de hoy, sin embargo, puede resultar razonable sugerir que algo no distinto de las amargas experiencias de 1929 a 1945 - diferente en detalle, seguramente, pero equivalente en escala- puede estar en perspectiva.

Si esto es probable- tal como yo creo - estamos en una situación muy parecida a la del los pasajeros del  M/V Explorer  el pasado Viernes, pero con una diferencia no bienvenida. Ninguna alarma ha sido activada, ninguna orden de evacuación ha sido anunciada por la megafonía. El capitán y media tripulación insisten en que no hay nada que esté mal. Mientras que la otra mitad de la tripulación insiste en que  todo volverá a estar bien sólo si pueden sustituir al actual capitán por otro de su propia elección. El unico aviso de alerta que se ha dado proviene de un puñado de pasajeros que se han tomado el tiempo de echar un vistazo bajo el puente y han visto el agua elevándose allí, y mientras alguna gente está escuchando las malas noticias casi nadie está haciendo ningún preparativo para lo que podría ser un muy pero que muy mal rato  inmediatamente por delante.

Aquellos de mis lectores que han estado concediendo atención a mis posts, saben ya que los preparativos que tengo en mente no incluyen esconderse  en una cabaña en la montaña con cajas de munición , pilas de lingotes de oro, y una inmensa cantidad de latas de judías con tomate  en la despensa. Ni tampoco suponen apuntarse a la última cruzada para sacar a  una tanda  de políticos del oficio para que otra tanda de políticos pueda ocupar su lugar. Mas bien estoy pensando en una pareja de amigos míos que  se están mudando de la megalópolis de la Costa Este ,dónde ellos han pasado casi todas sus vidas adultas , a una ciudad del Medio Oeste  lo suficiente pequeña para que ellos no necesiten coche. Estoy pensando en el yerno de otro amigo que está abriendo una forja y aprendiendo el oficio de herrero, en su tiempo libre,  de forma que tenga un un medio de ganarse la vida cuando su trabajo de la economía de servicios se evapore bajo sus pies. Estoy pensando en otra pareja de amigos que se acaba de mudar a la granja de sus ancianos padres para ayudarlos a mantenerla en marcha.

Para la inmensa mayoría de la gente ,justo ahora, acciones como esa son impensables, e incluso los más simples pasos para prepararse para la crisis financiera   --cancelando deudas ,poniendo rienda  a los gastos- asegurándose de que los ahorros están en bancos federalmente asegurados en lugar de en la economía imaginaria de activos de papel , y poniendo comida extra en la alacena y suministros necesarios en la leñera, para tratar con las interrupciones de suministro puntuales  y las bancarrotas empresariales que normalmente acompañan una crisis económica  --está fuera de la pantalla de radar. Lo que  es infortunado, debido a que algunos cambios tolerablemente simple hechos ahora, mientras hay tiempo para hacerlos , puede ahorrar  a mucha gente de un montón de dolor no muy lejos camino adelante.

No es divertido ser arrojado de la cama por una sacudida antes del alba por una sirena de alarma, y que te digan que debes dirigirte al emplazamiento de botes salvavidas más próximo, dejándolo todo detrás salvo las ropas que llevas puestas. Es incluso menos divertido encaramarse a un bote salvavidas con un a temperatura ambiente de -10ºC -- sabiendo que tu bote va a ser arrojado al gris Océano Antártico  donde tendrás que  permanecer hasta que alguien responda a la señal de ayuda si es que alguien lo hace--. No obstante sumando todas incomodidades de ambos, ellas continúan siendo preferibles a una lucha tumultuosa  por subirse a un bote salvavidas  cuando la mitad de estos  y de los chalecos salvavidas estén ya bajo el agua  y el barco se esté amurando tan rápido que la otra mitad estará pronto fuera de alcance.

Millones de personas vivieron una aproximación de la referida experiencia  entre 1929 y 1945. Millones de personas pueden sufrir el mimo tipo  de cosa una vez la crisis actual prosiga su camino. Ha habido abundancia de charla  acerca del cenit del petróleo y del ocaso del mundo industrial, y ha sido útil en este sentido, pero la charla no sustituye a la acción constructiva cuando el tiempo de los botes salvavidas llega.
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Re: POST: John M. Greer –“Tiempo de Saltar al Bote Salvavidas”

Dario Ruarte
Qué grande es este Druida.

Es más, ahora que Anselmo nos regala esta perlita de 2007, me gustaría avisarles que en el último de los post (A Pink Slip for the Progress Fairy):

http://thearchdruidreport.blogspot.com.ar/2014/10/a-pink-slip-for-progress-fairy.html

El Druida hace un resumen de su visión "catabolista" en beneficio de los lectores que no tuvieron la oportunidad de leer estos temas viejos -con los que Anselmo nos recrea-.

Ahora bien... un problema o un dilema -como prefieran llamarlo-.

La mayoría de nosotros somos lo suficientemente "jóvenes" como para no recordar muy a fondo lo que pasó durante la crisis del petróleo de los 70s. Los más viejillos tenemos una idea de que, de repente, hubo muchos artículos que subieron de precio, algunos -en ciertos países- tuvieron que vivir faltantes de gasolina y uso limitado de los autos pero, toda la literatura y el impacto social y cultural de esa crisis luego se diluyó con el impulso del petróleo barato de la era Reagan y, la sensación de que dábamos un enorme salto hacia adelante con el desarrollo de la electrónica, internet, los ordenadores, la telefonía celular, el impulso al turismo de masas, etc.

La "segunda ola" -por llamarla de algún modo- se dio para la fecha de esta nota del Druida (2006-2008). El mundo se desbarrancaba financieramente, las burbujas explotaban por doquier y el petróleo subía descontrolado a los $ 147 marcando una especie de "Puerta del Apocalípsis" que tenía sabor a conocido para los que estábamos en el tema del Peak Oil por aquellos momentos.

Y aunque no hayan pasado DECADAS -como desde la crisis de los 70s- lo cierto es que esa segunda ola también se "diluyó" de la mano de las estadísticas de "todos los líquidos" de la AIE, de la irrupción del fracking, de la prensa entusiasta diciendo que sobra energía y, en parte, por el impulso de las renovables que permiten a muchos descansar tranquilos esperando que, cualquier disminución de los combustibles líquidos hoy puede ser cubierta por la "electricidad" de las fotovoltáicas o eólicas.

El hecho de pasar por estas "olas" sin que el barco se hunda tiene un doble efecto:

a) Genera un precedente. "Oye!, vives avisando estos temas pero no pasa nada".

b) Da una sensación de falsa seguridad, basado en ese precedente. "Hombre!, si salimos antes, saldremos ahora"

Digamos que, sería el equivalente a esos pasajeros que bajaron a los botes -según el cuento del Druida que tenemos más arriba- durante horas estuvieron esperando pero el barco NO SE HUNDIO y, al final, volvieron a subir al mismo insultando al Capitán que los hizo pasar frío y correr riesgos innecesarios.

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Es muy interesante desarrollar un espíritu crítico, mucho sentido común y una filosofía clara porque, si pretendemos que la realidad se acomode a nuestra perspectiva -en formas y plazos- podemos llevarnos una decepción. Sin embargo, si algo es amarillo, tiene pico, anda en dos patas, tiene plumas y hace "cuac", no tengan dudas que ES UN PATO !!

Creo que hay que avanzar, sin prisas pero sin pausas, en el diseño de un "plan de vida" que sea lo suficientemente resiliente como para soportar el tipo de problemas con el que habremos de vivir.

Son más lentos, no ocurren como muchos -por amor a la aventura- quisieran que ocurran pero, es un hecho que cada vez la economía -y luego la sociedad- estarán más y más complicadas por su profunda relación con la energía.

Ordenarse, pensar con la cabeza fría, apuntar para el lado correcto. Al final recibirán la recompensa de haber sido previsores.