POST: John M. Greer –“Tomándose la Evolución con Seriedad ”

[Anselmo]

3 DE DICIEMBRE DE 2008



Allá por el año 1904, el sociólogo Max Weber sugirió que aquella época estaba presenciando el “desencantamiento del mundo “un proceso en el cual las ideas  míticas tradicionales, que permiten dar significado a la experiencia humana, estaban siendo reemplazadas por el alienador y  deshumanizador punto de vista de la ciencia materialista .  Hay algo de cierto en la tesis de Weber,   pero no estoy seguro de que este insigne personaje anticipara la inevitable reacción:  La deformación de las ideas científicas en la imaginación popular, para convertirlas en mitos sustitutivos .

Un ejemplo que me ha hecho pensar bastante últimamente es la  manera en la que la teoría de la evolución ha sido deformada para convertirla en un mitología alternativa
La razón que  ha desatado en mi mantee es bastante simple: siempre que expongo temas relacionadas con el cenit del petróleo  en una lectura, una firma de libros  o algún otro acontecimiento público,  es una apuesta segura que alguno de los asistentes levantara la mano y  me preguntara lo que pienso acerca de la posibilidad de que la inminente crisis sea parte de nuestra transición a un nuevo nivel evolutivo. Siempre me he preguntado que respuesta dar, porque este tipo de pregunta esta casi siempre enraizado en la idea de que la evolución es un movimiento lineal que lleva en sentido progresivo y ascendente a través de una serie de diferentes etapas y niveles - Y esta idea manifiesta una clara incomprensión de la manera en al que la evolución tiene lugar en la naturaleza.

Pocas cosas en la historia de las ideas resultan  tan interesantes como la forma en la que nuevos descubrimientos son incorporados al servicio de antiguas obsesiones. cuando fueron descubiertos los rayos X en 1895, por ejemplo,  uno de los primeros resultados fue el pánico con respecto a la posibilidad de que los nuevos rayos , hicieran posible  el ver a través de la ropa ; el Senado de Nueva Jersey llegó a debatir un decreto para prohibir el uso del los rayos X en los binoculares de teatro .  Completamente disparatado como esto fue, esta idea continuó enraizada en temores profundos respecto a la sexualidad , y fueron precisas muchas décadas para disiparlos -  cuando era niño , había anuncios en los tebeos  en los que se anunciaban para su venta por correspondencia   “gafas de rayos X” gracias  a las cuales se podía ver a la gente desnuda.

Algo no tan  diferente ocurrió con la Teoría de la Evolución, y de este modo casi todas las ideas populares de hoy en día con    respecto a la evolución son los fragmentos resultantes de la colisión frontal  entre la teoría de Darwin y las obsesiones de la era en  las que tal teoría emergió. Las clases sociales en lugar del sexo fueron la fuerza conductora aquí ;  como la  justificación religiosa del sistema de castas  ingles estaba perdiendo fuerza ,  la fabricación de ideas científicas para justificar  la jerarquía social  se  convirtió en una floreciente industria, y para cuando ya se había secado la tinta de las primeras copias del “Origen de las Especies” ,   La Teoría de la Evolución ya había sido alistada a una causa tan dudosa . El sistema de creencias resultante era casi una parodia anticipada de  “Rebelión en la Granja” de Goerge Orwell -todas las cosas evolucionan, pero algunas están mas evolucionadas que otras.

Naturalmente tal cosa es absurda. Un hombre, un gecko, un diente de león  y un alga  unicelular  están todo sellos igualmente evolucionados  -esto es todos ellos han sido conformados por el mismo grado de presiones de su entorno, y sus ancestros han pasado por la misma cantidad de selección natural. Nosotros pensamos en el Hombre como “más evolucionado” que el alga verde  debido a que los darwinistas sociales tales como Herbert Spencer  se entregaron a juegos de manos conceptuales, convirtiendo el amorfo flujo de la vida  hacia los nichos ecológicos disponibles en una escala  de estatus social, con el caballero inglés en el peldaño superior y el resto de las personas y seres escalafonados por debajo. El concepto de estadios evolutivos o niveles resultó esencial para la formulación de este conjuro,   dado que esto permitía trasladar las barreras sociales existentes entre las clases al mundo biológico .

En la naturaleza, sin embargo, la evolución no  tiene niveles, sino tan solo  adaptaciones.  No hay una línea de progreso a lo largo de la cual las cosas vivientes pueden ser escalafonadas. En lugar de eso los  linajes evolutivos se proyectan hacia afuera como ramas retorcidas de un arbusto. Algunas veces aquellas ramas tienen giros inesperados,  pero estos quiebros evolutivos tampoco pueden ser categorizados en una jerarquía ascendente, tal como ocurre con los organismos. Estos quiebros en los linajes evolutivos se mueven hacia afuera para ocupar nuevos nichos ecológicos , Mas bien que en sentidos ascendente hacia algún objetivo imaginado . Hay innumerables ejemplos en la naturaleza; el ejemplo al que quiero referirme  aquí es la evolución de los murciélagos.  

Los ancestros de los primeros murciélagos eran   parecidos a las musarañas, mamíferos insectívoros nocturnos, parientes de los  primeros primates, quienes correteaban  a través de las cúpulas vegetales de los bosques del Eoceno, hace unos 60 millones de años . Para animales arborícolas, el riesgo de caída es una fuente constante de presión evolutiva, y las adaptaciones que contribuyan a reducir este riesgo  será probable que se extiendan entre la población; así es como los perezosos desarrollaron sus garras.  Los monos del Nuevo Mundo desarrollaron sus colas prensiles y muchos animales tanto del pasado como del presente,  desarrollaron una piel extra que funciona como un paracaídas. Si la piel extra cubre el hueco entre los miembros delanteros y los traseros,  la adaptación más comun, tú adquieres la capacidad de planear, como las ardillas voladoras, los colugos, y otros; una vez que tienes una adaptación que resulta viable, te detienes.

Si la piel extra está mayormente en y alrededor de las extremidades delanteras, no obstante, has traspasado de un salto la puerta de entrada a un mundo nuevo.   Debido a que puedes controlar tu planeo con mucha mayor precisión, y puedes añadir musculo a tus movimientos- en otras palabras puedes empezar a volar. Una vez que puedes hacer algo más que una caída controlada, todavía más, los billones de deliciosos insectos, revoloteando por la atmosfera del bosque  formarán  parte  de tu menú, y cuanto mejor vueles, más insectos podrás capturar. El resultado es una feroz presión evolutiva hacia la mejora de las aptitudes para el vuelo y, en unos pocos cientos de miles de generaciones , tú tendrás  ágiles alas  Esto es lo que les sucedió a los murciélagos  y lo mismo sucedió   unos doscientos   millones de años antes , a los antepasados de los pterodactilos. Hace unos 55 millones de años,  murciélagos casi idénticos a los murciélagos insectívoros  de hoy estaban revoloteando por los  cielos del Eoceno. El sónar parece haber precisado de más  tiempo para desarrollarse , y algunos vástagos de la familia - los grandes murciélagos frugívoros y los zorros voladores , por ejemplo – tardaron  incluso más , pero las adaptaciones básicas  fueron  aplicadas  y , para la desesperación de incontables generaciones de mosquitos y polillas , han permanecido en aplicación desde entonces.  A medida que los quiebros evolutivos  continúan, el salto  evolutivo a la capacidad para el vuelo fue un éxito rotundo;   los murciélagos constituyen el segundo orden más numeroso de los mamíferos, superado tan solo por el de los roedores,  pero resulta imposible encajar el quiebro evolutivo que los creó en ningún esquema lineal.  

Aplicar un concepto ecológico  a sistemas sociales humanos siempre requiere retoques, pero hay buenas razones para aceptar la idea de  que las sociedades son capaces de evolución; al igual que las poblaciones de otros seres vivientes, las comunidades  humanas sufren presiones de su entorno y se adaptan o perecen en respuesta.  Aquí de nuevo, el proceso evolutivo se mueve expansivamente en todas las direcciones, en lugar de ascender a través de una imaginaria jerarquía de niveles. Los sistemas de cazadores-recolectores parecen haber sido  la forma original de las sociedades humanas , pero otras formas de organización social, desarrolladas como ramas adaptativas ,abrieron la puerta a posibilidades, que fueron posiblemente tan atrayentes en su tiempo como los cielos nocturnos atestados de insectos lo fueron para los primeros proto- murciélagos de torpe aleteo.

Donde los grandes herbívoros pudieron ser controlados, surgieron las sociedades nómadas pastoriles;  donde muchas plantas comestibles pudieron ser cultivadas en huertos intensivos,  surgieron las sociedades tribales hortelanas; donde los campos extensivos de de hierbas portadoras de semillas ofrecieron la mejor opción de subsistencia, tomaron forma las sociedades agrarias. Como resultado de que   los granos pudieron  ser cultivados para proporcionar grandes excedentes  que podían ser transportados y almacenados  en consecuencia, el sistema agrario abrió la puerta a la división del trabajo a gran escala  y al surgimiento de ciudades.    Estas a su vez posibilitaron el surgimiento de una cultura material compleja, y finalmente condujeron a la creación de maquinas que permitieron acceder a las reservas de combustibles fósiles    y le proporcionaron al mundo moderno sus tres siglos de exuberancia.

Así, la sociedad industrial no es más evolucionada que las demás,  a este propósito “menos evolucionadas”. Sino tan solo la más exitosa adaptación a las presiones evolutivas que se desencadenaron una vez que la energía de los combustibles fósiles  entró en juego, y desbancó competitivamente a los demás sistemas en una forma parecida en cierto modo a  la forma en que una especie vegetal invasiva desplaza competitivamente a las organismos nativos menos robustos. A medida que los combustibles fósiles se agotan y el cambio climático se manifiesta,   el punto de equilibrio de las presiones evolutivas se desplaza, y a medida que la nueva realidad de la existencia de límites al crecimiento va tomando cuerpo, la selección favorecerá a aquellos sistemas que estén mejor adaptados a las nuevas restricciones ecológicas de inestabilidad climática mundial, escasez de energía y agotamiento de recursos.  

El hecho de que estos nuevos sistemas estén adaptados a las nuevas realidades, sin embargo, no lo emancipa de la condición humana. Aquí es donde el neumático toca el pavimento, debido a que la gente que me pregunta con respecto a las predicciones de un nuevo nivel evolutivo  raramente se están refiriendo a si las sociedades del futuro estarán mejor adaptadas a un entorno de escasez de recursos.  Ellas normalmente están preguntando si las sociedades al otro lado de un imaginario salto evolutivo  estarán libres de problemas tales como pobreza, guerra y destrucción medioambiental

La mejor forma de sopesar  esta cuestión, me parece,  es tener en cuenta lo que sucedió la última vez que la evolución social experimentó un cambio radical a una nueva forma de vivir: es decir, como consecuencia del surgimiento de la sociedades industriales que se inició en torno a 1750. Las sociedades agrarias sufrían pobreza, guerra  y destrucción medioambiental, y también lo hicieron todos los otros niveles evolutivos  o, más bien, adaptaciones, desde las cazadores recolectores. Muchos cazadores recolectores  entre las Primeras Naciones en Norte América , por ejemplo tenían  marcadas desigualdades sociales ,  un intenso tráfico de esclavos , y una larga historia de fieras guerras tribales . Sus  relaciones ecológicas resultaban menos problemáticas,   debido a que aquellos pueblos nativos que habían fracasado en encontrar un equilibrio con la naturaleza, tal como los constructores de montículos y el pueblo del Cañón del Chaco, colapsaron mucho antes de 1492.

Del mismo modo que los murciélagos , se enfrentaron a las mismas experiencias de hambre disputas sociales y la nada amistosa atención de los depredadores ,   las sociedades que abrazaron el industrialismo  experimentaron pobreza,  hambre y destrucción medioambiental,  igual que las sociedades primitivas .Y resulta difícil encontrar una buena razón por la que las nuevas sociedades que emerjan en respuesta  a las  presiones evolutivas  de la Era Desindustrial deban estar exentas de estos mismos problemas.  Las adaptaciones evolutivas pueden hacer las cosas más fáciles para los seres vivientes - muchos depredadores en el Eoceno  debieron sentirse frustrados cuando los  murciélagos desarrollaron la habilidad de huir aleteando- pero ningún ser viviente está exento de los equilibrios del mundo natural .Resulta un error, dicho en otras palabras, ver la evolución como un movimiento hacia la Utopía.

Cuando he intentado exponer algo de lo dicho en público, siempre, alguien -que no es siempre la misma persona que formula la pregunta original -  normalmente insiste que éste es el modo en como la evolución biológica funciona pero que la evolución espiritual es diferente. Algunos de mis lectores pueden tener la misma objeción.  Todo lo que puedo decir en respuesta es que no conozco ni una sola de las grandes tradiciones espirituales del mundo que apruebe la afirmación de que gente  con estilos de vida de riqueza y de privilegio  despilfarradores  - esta es , después de todo , una justa descripción de la vida en las sociedades industriales modernas, desde la perspectiva del resto de la experiencia humana -  pueda esperar un salto repentino a una incluso más confortable  y cómoda  vida , tan solo porque lo desee , y porque sería una buena manera  de evitar tener que hacer frente a  las consecuencias de sus decisiones tomadas sin pensar en el futuro.

Esto puede parecer innecesariamente duro. No obstante  la idea de que un salto evolutivo nos va a sacar del lio en el que nos hemos metido nosotros mismos,   es como mínimo una distorsión de las realidades del proceso evolutivo del mismo calibre que  cualquier rollo de darwinismo social.  Si hay quienes desean creer que un milagro les va a rescatar del problema irresoluble de la sociedad industrial, ellos tienen derecho a escoger su fe. Pero en aras de la claridad habría que llamar a esto milagro, en lugar de envolver esta creencia en el prestigio de la Teoría de Darwin.    Quizá sea el sesgo que induce en mi   fe druídica  pero, en mi opinión , si vamos a emplear la evolución como metáfora es preciso que comencemos por tomarnos la evolución seriamente , en lugar de  imponer nuestras fantasías sobre las muy diferentes historias que la naturaleza  nos está contando .  

[Bihor]

Muchas gracias Anselmo... algunos como yo ya estábamos con el mono de traducciones. Un gran aplauso a tu esfuerzo

[Abadín]

Muy interesante reflexión.
Gracias, Anselmo.