Para esta semana y la siguiente, tenemos textos advirtiendo sobre la guerra. Graves advertencias, sin duda. Del texto de hoy, "El campo de batalla", ya había publicado anteriormente algunos extractos en este foro.
Ruego paciencia y tolerancia al lector, de modo que cuando vea mencionar, por ejemplo, el tema de otra vida inteligente en el universo, considere al menos por un momento si tal vez es él mismo quien necesita revisar su creencia al respecto, en vez de dar por hecho que es al revés. Saludos *** ADVERTENCIA IMPORTANTE AL LECTOR: - Este texto pertenece al extenso cuerpo de revelaciones del Nuevo Mensaje de Dios, recibido a lo largo de más de 30 años por Marshall Vian Summers. - Representa la parte del Nuevo Mensaje que alerta a la humanidad sobre las Grandes Olas de Cambio que están empezando a llegar al mundo. Las Grandes Olas son una serie de circunstancias convergentes que alterarán profundamente nuestra vida en la Tierra en las próximas décadas. Según el propio Nuevo Mensaje, estas circunstancias incluyen: * Dificultades económicas e inestabilidad política creciente. * Declive de los recursos energéticos y otros recursos naturales. * Cambio climático y fenómenos meteorológicos violentos. * Pérdida de tierras cultivables y dificultades en el acceso al agua potable. * Creciente conflicto internacional, competición por los recursos restantes y riesgo de guerras a gran escala. * Riesgo de colapso interno e Intervención por parte de fuerzas venidas del universo a nuestro alrededor. - Es literalmente un mensaje revelado con el objetivo declarado de advertir, fortalecer y preparar a la humanidad y al individuo para el umbral crítico que enfrentamos, y como tal se ofrece. - El Nuevo Mensaje hace un uso particular de ciertos términos, por ejemplo de la palabra "Conocimiento". En caso de duda, puede consultarse este glosario. *** EL CAMPO DE BATALLA Traducción del texto “The Battleground”, tal y como le fue revelado a Marshall Vian Summers el 18 de junio de 2013 en Boulder, Colorado, Estados Unidos. Las líneas de batalla están siendo trazadas. Las naciones están compitiendo por posiciones de control. Muchos de los que dirigen estas naciones comprenden el gran cambio que está llegando al mundo. Quieren tener una posición tan fuerte como sea posible, controlar el acceso a los recursos tanto como sea posible, asegurar su seguridad tanto como sea posible. Por tanto, ellos competirán con otros por el control. Debéis hablar en contra de la guerra. Nunca está justificada. Es una acumulación de errores. Es una acumulación de fracasos. El incentivo de ir a la guerra por recursos, por el control territorial y para vencer a quien se percibe como enemigo será muy grande en el futuro, cuando los recursos del mundo disminuyan y surjan dificultades económicas aquí, allí y en todas partes. Será una gran prueba para la humanidad. Es un desafío porque la humanidad debe ahora unirse frente al universo, una Comunidad Mayor de vida inteligente. Debe unirse para utilizar los recursos del mundo suficiente y exitosamente y evitar la competición, el conflicto y la guerra continuos. Será una gran prueba para la humanidad. La gente se sentirá amenazada. Tomará partido, y creerá en otros que tomarán partido. Cuando la gente está gobernada por el miedo, toma partido. Cuando la gente está gobernada por el enfado o el resentimiento, toma partido ciega y neciamente. Se le dirá quién es el enemigo, y la gente creerá lo que se le dice. Será una gran prueba para la humanidad. Una prueba es un test, así como un campo de pruebas para lo que es cierto, lo que es justo y lo que es verdadero. Habrá cooperación o habrá conflicto y guerra. Las opciones se vuelven aquí mucho más simples y directas. No podéis tener las dos cosas. No podéis vencer a otro y establecer la paz al mismo tiempo. No podéis suprimir a otra gente o incluso a la gente de vuestra propia nación y pensar que estáis manteniendo la justicia, el orden y la paz, porque estáis meramente negando y resistiendo lo que debe salir adelante. Pero lo que debe salir adelante no es simplemente la venganza, la hostilidad o el ajuste de cuentas. Debéis ser guiados por un Poder Mayor dentro de la gente, el Poder que Dios ha puesto ahí para todas las personas del mundo, para todas las religiones del mundo, hasta para los que no tienen religión. Está ahí. Este poder verá más allá de la división. Verá más allá de la complejidad. Verá más allá del ajuste de cuentas para establecer una realidad de cooperación basada en la necesidad y no solo en altos ideales; basada en las necesidades fundamentales de la gente y lo que puede garantizar que esas necesidades sean suficientemente atendidas. La Nueva Revelación de Dios habla de este Poder Mayor dentro del individuo; habla de él con mucho énfasis, porque es la cosa más importante. Sin él, seréis gobernados por el miedo, el deseo y las persuasiones de otros. Os alinearéis con vuestro grupo, con vuestra tribu, con vuestra cultura y quizá incluso con vuestra nación, o alguna fuerza o facción dentro de vuestra nación. Seréis cegados por su ideología, y la creeréis, porque estaréis tan asustados que querréis creer en algo a lo que os podáis adherir. No querréis estar solos, y os asociaréis con aquellos que parecen ser poderosos y determinados. Así, naciones enteras son acorraladas hacia la guerra. Así, la gente es empujada a polarizarse en fuerzas en oposición, sin entender siquiera sobre qué son realmente los conflictos, sin entender realmente lo que están haciendo y lo que están apoyando. Voces y fuerzas radicales obtendrán la atención del mundo, como ha sido el caso, porque eso es lo que la gente quiere escuchar. La gente no quiere moderación. No quiere refrenarse. No quiere diplomacia. Quiere tomar lo que piensa que es suyo o conseguir lo que queda a medida que el mundo disminuye y entra en declive. Es una situación desesperada en un mundo en donde la humanidad está tan fracturada y dividida. Debéis vencer esto, pero debéis comenzar con vosotros mismos, porque como individuos estáis fracturados y divididos internamente. Sois propensos a persuasiones radicales. Tendéis a evitar lo que no podéis enfrentar o tratáis de aplicar soluciones simples a circunstancias que son en realidad más difíciles de comprender y entender. Mirad vuestras propias tendencias. Mirad a dónde va vuestra mente cuando se enfrenta a una grave incertidumbre y a la posibilidad guerra y conflicto. Mirad cómo tomáis partido automáticamente o asumís suposiciones o creencias sin ni siquiera pensar realmente, sin tomaros el tiempo para entender una situación de manera más profunda y completa, lo cual os daría una pausa y os contendría de llegar a conclusiones prematuras. Dios os ha dado el gran poder para ver, saber y actuar con certidumbre. Pero para seguirlo, tenéis que apartaros de todas las otras seducciones, directivas y tendencias de vuestra mente. Si la gente no hace esto, caerá en bandos. Se volverá partisana en una situación divisiva y desintegradora. Las líneas de batalla están siendo trazadas. Las naciones están compitiendo por posiciones de control. Muchos de los que dirigen estas naciones comprenden el gran cambio que está llegando al mundo. Quieren tener una posición tan fuerte como sea posible, controlar el acceso a los recursos tanto como sea posible, asegurar su seguridad tanto como sea posible. Por tanto, ellos competirán con otros por el control. Pero ninguno de ellos comprende la mayor amenaza en el mundo, la amenaza de Intervención desde más allá del mundo que buscará usar el conflicto, la ignorancia y la ambición humanas para sus propios fines. El gran entendimiento que la humanidad debe tener no está siendo adoptado suficientemente, y por tanto Dios ha dado al mundo un Nuevo Mensaje —un mensaje de advertencia, un mensaje de poder, un mensaje de gracia, un mensaje de gran esperanza—. Pero esta gran esperanza solo puede ser cumplida si un número suficiente de personas puede recibir la Revelación. Muchas partes del mundo están encarando restricciones en la comida y el agua, pues la naturaleza ha sido violada y el equilibrio natural del mundo ha sido perturbado. Ahora, el mundo entero encarará un tiempo meteorológico violento, que destruirá gran parte de la producción mundial de alimentos, y con ello la estabilidad de las naciones —particularmente la de las naciones más pobres del mundo—. Mientras las naciones más fuertes compiten para posicionarse, luchando la una contra la otra, usando a las naciones más pobres como su campo de batalla, estas últimas sufrirán y declinarán. ¿Cuántas guerras se librarán, y cuántas vidas serán arruinadas y perdidas? ¿Cuánta tierra será destruida? ¿Cuántas ciudades serán devastadas? ¿Cuánta tragedia tendrá que ocurrir para que suficiente gente entre en razón y comprenda que su problema no es con el otro, sino con el mundo —con la estabilidad del mundo mismo, la estabilidad en una Comunidad Mayor de vida inteligente en la que la humanidad siempre ha vivido y con la que ahora debe aprender a lidiar? ¿Quién guiará a la humanidad? ¿Y qué puede ofrecer Dios a la humanidad en una situación tan crítica y grave? Desperdiciando en el mundo cosas que no pueden ser desperdiciadas: tierra e infraestructura, gente, talentos y capacidades… Nada puede ser desperdiciado en este nuevo mundo, este mundo de mayores demandas, este mundo que requerirá unidad y cooperación humanas a un nivel nunca visto con anterioridad. No porque todo el mundo esté de acuerdo ideológicamente, sino debido a la pura necesidad misma, y porque la humanidad está encarando adversidad e intervención desde el universo a su alrededor —funcionando subrepticiamente en el mundo, usando los poderes del engaño y la persuasión, arrojando a las naciones contra otras naciones y a la gente contra la gente, desanimando a poblaciones enteras para que pierdan la fe en sus líderes y busquen ser guiadas y gobernadas por poderes que no comprenden. Este es el campo de batalla. O arruinaréis lo que os queda y arrojaréis a la humanidad a una serie de circunstancias mucho más graves y terribles en el futuro, o bien la gente comenzará a entrar en razón para comprender que todo está en juego. Ninguna nación prevalecerá si el mundo va demasiado lejos en su declive, si es demasiado lo que se pierde. No hay riqueza de nadie que vaya a estar segura y a salvo en una situación como esta. SIGUE LEYENDO... http://www.nuevomensaje.org/el-campo-de-batalla/ |
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