Gracias por la labor y los alagos, no se merecen. Supongo que guardaré ese y todos los escritos, no sé muy bien cual será el mejor soporte, pero quedarán. Dario, creo que este tiene ese punto optimista bastante dulzón que me pedías. No podía escribirles algo devastador y más siendo gente tan maja y tan comprometida, aún sin saberlo. De hecho lo escribí autoengañándome, y autoengañado he quedado, leyendo algunos hilos del compañero Antonio Aretxabala, recobrando una fé ciega en la naturaleza y a partir de ahí dejándome arrastrar por senderos que no conocía, de la mano de gente bonita en lugares bonitos. Me dije: -Todo esto no puede suceder sin más, todo no puede acabar tan rematadamente mal, el fusil de caltratos es demasiado, el calentamiento ha de parar, hemos de colapsar y hemos de hacerlo en un entorno viviscible o sino nada tendrá sentido.
Y así di como buena y a la par necesaria, en mi fuero interno, la posibilidad de esa llamarada solar y ese gran volcán que se llevará por delante buena parte del mal de este mundo arrancando de la faz de la tierra a los EEUU y aledaños. Todo ello derivará en esa gran glaciación que tanto hemos retrasado, que tanto necesitamos y, con todos los problemas añadidos, comenzaremos una historia nueva, con gente bonita, en lugares bonitos.
No sé como será el final de la historia pero si sé que cuando llegue no me pillará por sorpresa, últimamente estoy desconectado de este foro y escribiendo bastante menos, también es cierto que cuando cojo un teclado lo aporreo hasta decir basta. Mientras, me conformo con picar en la pantallita algunas letras en colapso o crisis energética del FB. Disculpadme pero estoy buscando un campo y aquella yurta de la que tanto hablamos, ahora más en serio que nunca, quiero ver crecer los algarrobos, almendros, granados, el nogal, la higuera blanca y la negra, la parra, y quiero ver como se vacía la balsa enorme con su cubierta de cañas curadas, quiero cavar, con el fresco de la madrugada el walipini y meter las macetas con ruedas del huerto dentro. Quiero descansar al final del día absolutamente agotado y que esa aurora tropical determine que el comienzo ha empezado con ese gran final tan esperado.
Y en esas estoy. Seguramente nos leeremos, nos escribiremos y os tendré a todos presentes aun sin conoceros en persona pero no es para menos; por estas blancas pantallas empezó todo ¿no?
Un abrazo muy fuerte y seguid dándole duro, sabeis que sois los buenos, los mejores.
Preparándose para lo inevitado.