Cuando una población entra en pánico suceden cosas muy interesantes. Yo lo he podido ver cuando un incendio asoló un pueblo, la gente al principio pensaba en organizarse, en intentar hacerle frente al incendio: -¡detenerlo antes de que llegue al barranco del oro!- se gritaban unos a otros como locos. Cuando el incendio ya tocaba las primeras casas, no fueron pocos los que cogieron 4 cosas y se marcharon en los coches, pero hubo mucha gente que se quedó en el pueblo y recuerdo un hombre que tenia en marcha una peladora de almendras y se dedicaba en mitad del caos a pelar almendras compulsivamente, posiblemente si se hubiese quedado sin almendras, antes de que se lo llevara a la fuerza la guardia civil ante la orden de desalojo, habría continuado pelando ramas de pino.
Cuando todo está perdido los hay quienes saben dejarlo todo y abandonar, pero muchos otro solo continuan haciendo lo que han sabido hacer pues de esa manera se sienten seguros, tranquilos y piensan que esa es la mejor manera para que "se vayan" los problemas.
El incendio ya se asoma por la loma, el humo se huele, creo que es momento de ir preparando las almendras, con un poco de suerte las tendré todas peladas antes de que se quemen, y con un poco más de suerte igual no se queman y solo se tuestan...
La eterna huida hacia adelante comienza una vez más, ¿quién será el primero en llegar?
Preparándose para lo inevitado.