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Re: Por qué Internet ni los computadores desapareceran con el petrocolapso

Posted by Beamspot on Nov 22, 2013; 3:43pm
URL: http://foro-crashoil.109.s1.nabble.com/Por-que-Internet-ni-los-computadores-desapareceran-con-el-petrocolapso-tp1965p2166.html

Lo prometido es deuda. He ido escribiendo a retales algunas ideas sueltas, un pequeño análisis subjetivo, subversivo, muy centrado en algunos pocos aspectos, donde sólo figura una pequeña parte, fuertemente opinativo, personal, sesgado, con poca visión global, de lo que vienen siendo mis ideas personales.

Ni son todos los que están, ni están todos lo que son. Es puntual y no global, parcial y no genérico. Que conste que no lo he repasado ni me he centrado en la coherencia.

Sin más, os dejo con mis pensamientos. Que os sea leve.

El modelo de negocio español.

Para entender el modelo de negocio de internet, sus puntos fuertes, conviene entender al menos el modelo del negocio habitual en bastantes sectores de España, pues es un buen ejemplo de lo que fue, y lo que presumiblemente será el asunto.
Las fortalezas que han hecho de Internet un gran sistema de negocio y por ende, un gran instrumento, son a la vez las que terminarán con el, y por eso, conviene señalar cuáles son estos puntos, porqúe han encumbrado Internet, y porqué en un futuro lo enterrarán.
La base de todo el negocio de Internet, es que es el intermediario perfecto. En España, el negocio ha estado durante mucho tiempo precisamente en hacer de intermediario. El modelo que triunfó en los últimos siglos fue el del distribuidor local, para toda la península, España y Portugal, en plan monopolio, de bienes importados de fuera, generalmente, provenientes de Europa, algunos de América.
Estos intermediarios compraban en el exterior cosas bien de precio, en países más desarrollados, donde había competencia, y se convertían en amos y señores del monopolio de este tipo de productos, con lo que el beneficio era estupendo. Podían cobrar lo que les daba la gana, ya que el país estaba muy necesitado, no tenían competencia, y fuera el precio era muy bajo.
Evidentemente, eso se podía hacer porque había fronteras, y sólo los importadores intermediarios podían hacer todo el proceso de importación. El mercado local estaba fuertemente separado del fabricante, que generalmente estaba fuera. Y por tanto, se aprovechaba de tal aislamiento para fortalecer al caciquillo importador, y de paso llenar las arcas del estado por partida doble: tasa de aduana (también algunos sobornos), que 'pagaba' el importador, y luego los impuestos añadidos en el mercado, como el IVA, que pagaba el comprador (aunque también pagaba la aduana, las comisiones, los sobornos, y un sobreprecio brutal por ser importador).
Así pues, el Estado estaba contento porque obtenía ingresos por partida doble, y encima tenía la mano sobre el grifo, el control de las mercancías, con un gasto mínimo.
Los importadores, además, tenían un buen negocio.
El efecto más inmediato, fue un aumento de la población y prosperidad alrededor de las zonas fronterizas. La costa (con más de la mitad de la población española), especialmente los grandes puertos (también los portugueses, Lisboa, Oporto, puntos de entrada de mercancías de ultramar), pero sobre todo, las zonas de paso habitual hacia los proveedores más comunes. Es decir, las zonas de paso natural hacia francia, en los dos extremos de los pirineos: Cataluña y EusKadi/Navarra. Bilbao y Barcelona, como grandes puertos, tambien tenían ciertas ventajas.
Eso fue genial, pero en realidad era un freno para la marcha de la economía. Un país pobre, como España, con sueldos bajos, no podía pagar por los bienes (muy mucho) más que lo que pagaban los franceses, con sueldos más elevados. Así pues, algunos empresarios se forraron, mientras el resto del pueblo iba subiendo muy poco a poco.
Tampoco es que todo eso fuese la norma para todo.
Lo que se producía aquí convenía que se fuese al extranjero, y no interesaba a nadie que aquí se pudiese hacer o fabricar nada que pudiese ser competencia de lo que se importaba. Tampoco interesaba que los bienes caros, por alguna causa, se pudiesen exprimir más de lo conveniente. Es decir, no interesaba que se pudiesen reparar bienes comprados al extranjero. Tampoco interesaba que los espabilaillos de por aquí pudiesen hacer o desarrollar algo que 'jodiese' el monopolio. Dicho de una manera muy Unamuniana: 'que inventen ellos'.
Así pues, el resultado fue que el conocimiento, la técnica (y los servicios técnicos), el desarrollo, el saber hacer, la iniciativa de hacer algo aquí, era algo poco conveniente, algo que había que evitar. Así pues, había que echar a los universitarios (o evitar que su conocimiento pudiese causar daños), había que eliminar el caro y abobinable servicio técnico, etc. Esto condujo a algo habitual: lo que se fabricaba o desarrollaba en España era algo 'malo', de baja calidad. Y dado que encima los bienes que venían de fuera, se dificultaba su reparación al máximo, los técnicos españoles iban por los rincones, y eso muchas veces acababa con malas reputacione, distribuidores que tenían que cambiar de gama de productos porque las malas lenguas estaban hasta las narices de los problemas con las reparaciones, etc. Pero al menos, los distribuidores no tenían el gasto de un servicio técnico que no querían mantener. El técnico, el ingeniero, el que tenía conocimientos que podían resultar peligroso, era el diablo a eliminar, a conjurar.
Y además, se pasó a producir tomates en nuestros campos que se venden en Alemania, mientras que aquí comemos patatas de Marruecos. Se dejaron de fabricar prendas de vestir (uno de los negocios y productos fabricados localmente por excelencia en Cataluña) para comprarlas al pormayor a China, India, y otros paises con salarios mucho más bajos. Algo similar pasó con la industria siderometalúrgica y naval.
Pero no todo son rosas, ni todos los distribuidores son iguales, ni todos los sectores del mercad funcionan igual.
No es lo mismo importar cosas para uno sólo cliente grande, como puede ser una fábrica de coches, que distribuir comida, bien sea importada, bien sea movida de una parte a otra de España, bien sea para exportar.
El ser distribuidor conlleva también unos gastos: almacenes, transportes, logística, inversión en lotes que se tienen que almacenar, etc. La distribuición de la comida es un elemento que conlleva una infraestructura brutal.

El modelo de negocio de Internet.

Pero a todo esto, que viene Europa, y por tanto, las fronteras empiezan a desdibujarse, los importadores empiezan a tener problemas y rivales, y la aparición de Internet, con lo que uno podía comprar cualquier cosa directamente al fabricante, aunque estuviese en la China o Australia (nuestras antípodas), destruía totalmente el modelo del negocio de estos importadores, a la vez que equiparaba los precios y hacía que el consumo fuese más acorde con los precios. Ahora los franceses y los alemanes pagan los mismo por un teléfono chino que un español. Y encima, sólo se paga aduana, al comprar diretamente.
Y portes.
El modelo cambió. Ahora lo que hacía falta, era transportar las mercancías y bienes comprados fuera. Con un coste del transporte cada vez más barato respecto de los salarios, con productos más baratos, y sin el coste de innecesarios intermediarios, el coste del transporte pasaba a ser algo totalmente asumible.
Pero el hecho de comprar por ejemplo a Alemania, no haber fronteras, y con transportistas baratos, significa que lo que compro hoy lo tengo en la puerta de casa (o de la fábrica) mañana. Con lo cual la infraestructura de diferentes tamaños, prácticamente desaparece. Se inventa el 'just in time'.
Ahora hay algunos grandes almacenes centrales, generalmente uno por continente (Alemania, Francia o UK para Europa, algún punto clave costero en los USA, algo similar en Sudamérica, Taiwan o Shanghai en China, etc).
Esta reducción en infraestructura, junto a economías de escala, transportes relativamente baratos, y una buena red de distribución genérica (DHL, MRW, SEUR, Correos) ya establecida, hacen el resto. El distribuidor de productos en exclusiva ha quedado relegado a algunos pelagatos que aún quedan.
Por supuesto, aún hay algun que otro reducto. La distribución alimentaria está totalmente manipulada y controlada por un puñado de personajes. Estos distribuidores son los que fijan el precio al comprador y al vendedor, y han sido la cuna de algunos de los imperios económicos más potentes hoy en día (Mercadona), y el origen de algunos 'sindicatos verticales' (Cooperativa Área de Guisona).

Así pues, Internet es negocio directo: todo lo que sea infraestructura de la misma es negocio. Los proveedores de servicios (timofónica, bodafon, etc), los fabricantes de equipos (Samsung, Appel, China), también, desde el lado de la oferta, los servicios de hosting, diseñadores web, etc.
Internet es también un canal de venta. Muchas empresas venden a través de internet. Algunas sólo venden a través de internet (PayPal, por ejemplo). Otras tienen en internet el mejor canal de venta (RS, Farnell, DigiKey, por ejemplo).
Internet es un escaparate, aunque no vendas. Como medio de comunicación, interesa 'comunicar' la posibilidad de adquirir bienes o servicios. Es decir, es un medio para inundar de propaganda, o simplemente, un escaparate donde ir a ver lo que uno vende, aunque no lo pueda comprar por internet. Por ejemplo, los portales immobiliarios.
Estos son los tres grandes puntales de internet, los que hacen que crezca, que se mantenga, que funcione. Sin ellos, el funcionamiento queda severamente comprometido.
Internet también es un medio de transmisión de conocimiento. Por ejemplo Wikipedia, o las mismas páginas de apoyo de diseño de electrónica. Es la gran biblioteca moderna, la Alejandría del 2000. Sin embargo, todo conocimiento transmitido es apoyado por alguna de los soportes anteriores (infraestructura, seguramente propaganda, incluso venta).
Internet es también un elemento de soporte administrativo. Es decir, puede (otra cosa que que los ineptos al cargo lo hagan) reducir y simplificar la administración. En televenta es obvio, aunque está incluido en el canal de venta. En cuanto a las administraciones públicas, pues como mínimo es una herramienta más, aunque severamente infrautilizada (no sea que los funcionarios-burrócratas se vayan al paro).
Estas dos 'patas', con la variante 'pública' (universidades y entidades formativas) de la primera, podría hacerse cargo localmente de la situación, pero seguiría faltando la parte principal: la infraestructura, si bien no es lo mismo el mantenimiento que el crecimiento. Y no hay que olvidar que el nacimiento y las primeras etapas de crecimiento de Internet fueron militares.
De todo esto, la infraestructura es lo que menos peligra, pues las líneas están tiradas, el inalámbrico puede sustituir a las líneas de cobre que 'desaparezcan', los servidores ya están. Como mucho, la gente no podrá pagar sus terminales debido al colapso económico y al crecimiento de los costes de la electrónica. Sin embargo, en un futuro, ésa será la puntilla final que la rematará.
Internet como canal de venta, al menos en los próximos años, será un puntal de fuerte crecimiento, básicamente debido a lo que he comentado: pone en contacto directo el cliente final con el productor inicial, reduciendo los costes al mínimo. Un crecimiento en los costes de transporte y distribución será lo que acabará con este puntal, sin no lo hacen antes los impuestos y las fronteras.
El escaparate, sin embargo, ya está mostrando síntomas de agotamiento. Muchas empresas pequeñas no pueden hacer frente a anunciarse en Internet. No porque sea caro directamente, si no por el coste asociado de energía que necesita alguien en forma de diseñar la web, mantener el servidor (o pagar el hosting), etc. A medida que la crisis vaya reuduciendo aún más los negocios, esta pata morirá rápidamente, reduciendo mucho los otros elementos que sobreviven gracias a ella, como la Wikipedia, HackAday, Facebook, Twitter, Google también recibirá, etc. Y con ello, los contenidos y los 'atractivos' de internet, que se quedarán en otras cosas más básicas (correo, búsqueda de empleo).

El Oil Crash.

Por si no queda claro, la distribución juega un punto clave en todo el entramado del negocio.
Problemas en la distribución afectarán en toda la cadena.
Una subida del precio de los combustibles puede hacer que cosas que se compran a China ahora, dentro de un año salgan más baratas si se compran a Turquía, por poner un ejemplo, ya que el precio (y el tiempo) del transporte será más bajo.
Dado que el transporte afecta también a las materias primas, el precio del producto también subirá.
Una huelga en Francia puede hacer que un paquete de Alemania llegue más tarde, y por tanto causar problemas económicos al transportista.
La subida del coste de la energía hará que casi todo sea algo más caro, pero sobre todo, que la gente pueda comprar menos. Igual que la subida de los tipos de interés de las hipotecas cortó de cuajo el consumo interno en el 2008 al dejar a los hipotecados sin dinero para llegar a fin de més, una subida de los precios hace que la gente tenga menos dinero para gastar.
Menos dinero para gastar significa dos cosas: compramos menos, y lo que compramos es lo más barato. Por tanto, aumenta la competencia, disminuyen las ventas, disminuye el nivel de negocio, y por tanto, la cantidad de trabajo. Y por tanto, los sueldos. Por lo que se llega a una dinámica de una realimentación (positiva: el recorte se suma al recorte, no se resta) que es inherentemente inestable.
Por supuesto, siempre hay elementos de estabilidad. Hay quien tiene muchos ingresos y que sigue gastanto, hay cosas que son básicas y no se pueden dejar de comprar, etc.
Curiosamente, una parte muy muy afectada, son los gobiernos: los ingresos de hacienda e impuestos (IVA) caen en consecuencia más que lo que pueda aumentar el ingreso por otras partes, y a la vez, aumentan los gastos debido a un aumento del gasto.
Lo que sigue, es una historia de sobras conocida. Reciente. Que nos está llegando a todos.
La deuda y las necesidades de recaudación brutales de los gobiernos, los recortes en prestaciones, las bajadas salariales, etc.
Los problemas sociales y la tensión de varios tipos, aumentan.
Se tiende cada vez más a cerrar fronteras. Las aduanas reaparecen y los impuestos sobre el comercio internacional suben.
Por si el transporte no resiente lo suficiente de manera directa el modelo de negocio, los efectos indirectos pueden ser tremendos.
Los grandes almacenes centrales de Europa, por ejemplo, que aprovechan la llegada de un megagigamercante sobrecargado de China para pasar la aduana de una tacada, y así tener todos los trámites hechos, más baratos, incluso con cierto grado de 'contrabando', ya no valdrán: poner fronteras en los países obligará a volver a almacenes más pequeños, pedidos más pequeños, transportes más ineficientes al transportar menos mercancía, etc.
La economía de escala se resiente mucho más.
La importación y exportación se resiente.
Todos los elementos de la cadena de venta se reducen y hace falta reducir gastos.
Una población empobrecida, y con más dificultades para comprar bienes en el extranjero debido a las aduanas, los costes de transporte y los gastos varios añadidos, junto a una cadena de distribución más compleja y cara, junto a un volumen de ventas en claro retroceso, hace que los fabricantes o prestadores de servicios quiebren o dejen de exportar a ciertos paises.
Las ventajas e internet ya no son tantas de cara al negocio.
El conocimiento que permite internet ayuda a reparar y estirar la vida útil de muchos bienes, o a buscar alternativas, en lugar de facilitar la venta. Empieza a convertirse an algo que entorpece o torpedea el negocio.
El mantenimiento de Internet, junto a las mayores trabas burocráticas, los intentos de control y manipulación por parte de gobiernos, los impuestos que a buen seguro se añadirán para aumentar los exiguos ingresos, los problemas de tamaño de los operadores y proveedores de ISP.
Los gobiernos que queden apenas podrán afrontar el mantenimiento propio. El único interés de Internet será el de reducir el tamaño de la burocracisa, pero cualquier subida de costes de ésta, contra unos salarios y paro a la baja, no ayudarán a mantenerla. Eso si los gobiernos son suficientemente grandes como para hacerlo, y como para tener tratados internacionales que permitan la conectividad global.
En un contexto de colapso económico, político y funcional mundial, las multinacionales y las grandes estructuras gubernamentales colapsan también. Es probable que muchas partes del mundo queden reducidas a administraciones locales.
Los equipos electrónicos se van a encarecer, con lo que el mantenimiento de la infraestructura, o incluso el 'económico tablet', la batería de litio, el cargador del mismo, subirán mucho de precio, lo cual, junto a las bajadas de salarios, harán que no se puedan pagar.
La cadena de producción de la electrónica es totalmente global. Fukushima, por ejemplo, hizo cerrar una planta de microprocesadores y microcontroladores de Fujitsu. Lo cual hizo que todos los fabricantes de electrónica del mundo se quedasen sin material en poco tiempo, el precio se disparó, y el parón llego a afectar a BMW en Munich, por poner un ejemplo, con cantidad de plantas intermedias afectadas por medio en todo el mundo. El volcán Eyjafjallajökull puso contra las cuerdas la economía y la estabilidad del Reino Unido, con gran repercusión en toda Europa. Algo así puede acabar en poco tiempo con la producción electrónica, que es una de las tecnologías más vulnerables que hay, y que está prácticamente toda concentrada en el sudeste asiático, con sus tifones, terremotos, tsunamis, etc.