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Re: El Nuevo Mito

Posted by Demóstenes Logógrafo on Nov 25, 2015; 8:53am
URL: http://foro-crashoil.109.s1.nabble.com/El-Nuevo-Mito-tp25533p25558.html

Didi,

Como antiguo practicante pagano, te sugiero que indagues en las distintas ramas del neopaganismo, encontrarías cosas interesantes. De hecho, el Archidruida se llama así por algo. Personalmente me defino como panteísta, y ya se sabe que no hay nada más parecido a decir que dios no existe que decir que está en todas partes.

No creo que se pueda crear una religión de la nada. Las religiones nacen mediante la sincretización de diferentes creencias previas en respuesta a cambios sociales, los cuales pueden haber sido precipitados por eventos ecológicos o de otro tipo.

El Judaísmo no nace de la nada. Nace de un ensamblaje entre las creencias de los antiguos pobladores cananitas, las creencias patriarcales de los pueblos semíticos, un cuantioso sustrato de las religiones egipcias (digo religiones porque, aunque la religión egipcia parece un único cuerpo doctrinal, eso no es tan así, ni tan cierto a lo largo de toda la historia de Egipto), aportaciones babilónicas, algunos elementos helenizantes y un pegamento ideológico a base de zoroastrismo. En el judaísmo se aprecian además las cicatrices de la historia del pueblo hebreo, o más bien de los pueblos hebreos, porque más que un pueblo eran una confederación de pueblos que nunca estuvieron demasiado cohesionados. A lo largo de todo el antiguo testamento (incluso en algunos fragmentos del nuevo) se pueden reconocer trazos de las divisiones entre Judá e Israel, los distintos santuarios con sus deidades tutelares, la preminencia de los distintos dioses y diosas asimilados en el judaísmo, las reformas religiosas de los distintos caudillos y reyes... la religión hebrea fue evolucionando a lo largo de dos milenios desde las creencias tribales de los pueblos semíticos que invadieron Canáan hasta la fijación del Talmud de Babilonia, que conforma el corpus doctrinal de lo que hoy en día llamamos judaísmo. En el camino quedaron (y quedan todavía) otras sectas de la religión hebrea que no aceptaron las reformas religiosas: los samaritanos mantuvieron las creencias anteriores a la reforma de David, y aún las mantienen, pese a ser seguidores de la religión mosaica. Otras sectas judías que no aceptaban las reformas de Josías el Bueno fueron barridas durante el reinado de los Macabeos y aún se mantuvieron en las diásporas, dando origen a tradiciones sincréticas diversas. La reforma de Esdras (Ezra) trajo un nuevo punto de fricción, que aparte de separar definitivamente a los samaritanos de los judíos, terminó con un enfrentamiento proverbial entre tradicionalistas y reformadores (saduceos y fariseos). El carácter final del judaísmo moderno se concibió en la diáspora, ya lejos de Jerusalén, en la diáspora Babilónica. El judaísmo arrastró elementos de las creencias de los pueblos que marcaron su historia, pero el judaísmo no fue creado con su forma actual, es el resultado de una evolución lenta, paulatina, de una adaptación de la religión a la realidad cotidiana.

Con el cristianismo ocurre otro tanto. El cristianismo resulta de la unión, como comentas, de dos cuerpos doctrinales distintos. Por un lado, una corriente de innegable importancia de origen judaico, y por otro lado una tradición pagana de carácter gnóstico, que ya se habían mezclado en la diáspora en Egipto y Grecia, y a esta amalgama inicial se le fueron sumando elementos procedentes de los distintos cultos del imperio (la adoración a la virgen, la identificación del Cristo con el Sol Invicto, la eucaristía y la transubstanciación, los cultos a los distintos santos y advocaciones marianas,...). Una vez más, se observa una adaptación de la religión a la realidad social, y no a la inversa, y en este caso, cuando adquiere carácter de religión de estado, se produce una retroalimentación entre la doctrina y la realidad en la que la realidad se impone a la religión, pero la religión también va modelando aspectos del estado. Pero la segunda parte (la religión como forma de moldear el estado) vino después y como consecuencia de la parte inicial, o sea, la religión adaptándose al signo de los tiempos.

Con el islam, en realidad ocurre algo parecido, pero con la particularidad de que el islam ya nace como religión de estado, y además nace con vocación de religión monolítica. Aún así, en el monolítico bloque del islam se pueden apreciar algunas grietas, pocas, es cierto, pero algunas, que hablan también de la amalgama que fue necesario hacer en los primeros tiempos de la fijación de la doctrina. La diferencia es, como ya he dicho, que el islam nació como religión de estado, o más bien, el estado islámico nació junto a la religión islámica, y si algo hay que reconocer al islam es que es una religión (comparativamente hablando) muy bien parida, que recoge perfectamente todos los anhelos que en la época tenía el pueblo, que era una religión muy tolerante y abierta (aunque hoy nos sorprenda) y que desgraciadamente había aprendido bien las lecciones del judaísmo y el cristianismo, por lo que dejaba poco al azar o la interpretación: si el judaísmo tardó 2000 años en compilar su cuerpo jurídico, el Corán ya fija el cuerpo jurídico del islam desde su nacimiento. Y esa fortaleza es también la fuente de los quebraderos de cabeza de los liberales islámicos, ya que no es posible cuestionar la fuente del derecho islámico sin cuestionar la propia religión, lo que requiere de una cierta floritura interpretativa. Que seamos capaces de ver las grietas en el armazón del islam es fruto de que las diferencias doctrinales originales debían ser enormes, y la incorporación de los distintos pueblos al califato añadieron una presión que sólo pudo sortearse mediante una flexibilidad que casi hizo saltar las costuras del islam, de hecho, las hizo saltar ya en tiempos del califato Abasí con el gran cisma entre chiítas y sunitas.

Aún así, en mi pueblo dicen que algo tendrá el agua cuando la bendicen, y el califato islámico se extendió en poco más de un siglo desde Francia hasta el Sáhara, desde España hasta Persia. No te equivoques, en el siglo VII el islam era una religión mucho más tolerante y menos restrictiva en todos los aspectos morales que el cristianismo, y ese fue un hecho fundamental en su rápida expansión. Incluso cuando hablamos de sumisión de la mujer, el cristianismo ya había pasado por la piedra la antigua libertad de la que las mujeres paganas disfrutaron, y era tan extraño y censurable encontrar una Teodora en Bizancio como una Fátima en el Califato. En la España de la reconquista tanto cristianos como musulmanes se acusan mutuamente de toda clase de depravaciones y descoques, y tenemos una poesía erótica y amorosa mucho más rica en la zona islámica.

Cuando el califato islámico sometió Egipto y Siria no tuvieron demasiados problemas para despacharse a gusto contra un imperio Bizantino debilitado por las guerras de religión, en particular en Egipto, donde la represión del monofisismo había dejado muy tocado el sentimiento de lealtad al imperio. En el caso de España llevábamos doscientos años más o menos ininterrumpidos de guerras civiles (algo muy del carácter cainita hispánico), la última motivada por la contienda sucesoria entre los hijos del rey Wamba y el rey Rodrigo, lo que hizo que alguno de los bandos en contienda decidiera que si Rodrigo se partía la espalda en Guadalete, tanto mejor, ya se librarían luego de los sarracenos (hay errores que se pagan...).

Y es que estaría bien pensar que, por mucho ardor guerrero que tuvieran las tribus árabes de la península arábiga, no pasaban de ser cuatro gatos por comparación a los territorios que conquistaron, así que no lo hubieran conseguido de no haber sido porque encontraron poca oposición en el camino.

Para mí, lo que tú propones es justo lo contrario que lo que han hecho las religiones "de éxito" a lo largo de la historia. El proceso a lo largo de la historia ha sido la adaptación de las creencias a las circunstancias, emergiendo y absorbiendo otras creencias anteriores, amalgamando, sincretizando y extendiendo un cuerpo doctrinal a medida de las circunstancias, y a medida que ese proceso avanzaba, se iba produciendo una realimentación entre la visión de la realidad y la realidad misma. El proceso que tu propones supone crear un cuerpo doctrinal más o menos extenso con la finalidad de cambiar la realidad...

Ya existen religiones y creencias diversas, algunas más recientes que otras, algunas (como los neopaganismos) son nuevas religiones antiquísimas que están regresando o adaptándose al signo de los tiempos, pero que ya beben de unas tradiciones y unas esencias que han sido construidas a lo largo de la historia. No veo el sentido a reinventar la rueda.

Un saludo,
D.