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Re: POST: Si yo fuera presidente

Posted by David_gs on Jul 02, 2018; 10:05am
URL: http://foro-crashoil.109.s1.nabble.com/POST-Si-yo-fuera-presidente-tp45750p46015.html

No perdáis de vista que la llamada Paradoja de Jevons es una observación empírica, pero no es una ley escrita en piedra, y mucho menos una fuerza de la naturaleza. Es como la ley de Moore de los ordenadores, algo que durante un tiempo se cumplió por la observación empírica, que mucha gente consideraba imposible al principio y que mucha gente consideraba inalterable después, y que ni era imposible ni era inalterable, simplemente era una tendencia de la industria verificada empíricamente que se cumplió mientras se cumplió y se dejó de cumplir cuando dejó de hacerlo, y el mundo no se hundió.

La paradoja de Jevons no es tal paradoja, es de una lógica aplastante: la tecnología es más eficiente, por tanto consume menos energía para hacer el mismo trabajo. Si te limitaras a hacer el mismo trabajo, cae de cajón que consumirías menos energía, pero el abaratamiento de la tecnología permite incrementar el uso de la misma ¿Por qué? Porque sigue siendo rentable la realización de más trabajo, y por tanto consumes más energía.

¿Está escrito en algún sitio que por fuerza vas a usar más trabajo? No. No es una ley inexorable, es algo que se cumplió durante mucho tiempo sencillamente porque una sociedad en plena revolución industrial tenía una infinidad de necesidades que cubrir, y para ello hacía uso de la energía. La pregunta es ¿se cumple la paradoja de Jevons de igual forma en la Inglaterra de hoy que en la Inglaterra de Jevons? Si alguien cree que sí, que haga el favor de revisar los datos.

El argumento con el que se suele rebatir la transición energética de la economía es el de la externalización de los costes energéticos. La globalización, con todos sus defectos, ha generado esa inmensa sinergia de escalas que es la industrialización a marchas forzadas de los países emergentes. Y es cierto que la mayoría de los productos manufacturados que consumimos no se producen aquí, por lo que estamos externalizando los costes. Ese es el argumento que sirve para decir que es falso que estemos disminuyendo nuestra dependencia de la energía.

Lo que se suele olvidar en este argumento es que las industrias de los países emergentes de hoy son muchísimo más eficientes que lo eran las nuestras hace 30 años cuando se inicia la deslocalización. Aún sumando el coste energético del transporte, las mercancías producidas a día de hoy en China (pongo China, poned otro país si lo deseáis) son energéticamente menos onerosas que las producidas aquí en los 70, 80 o 90. Y la economía de escala ha permitido concentrar procesos industriales en un conjunto de áreas geográficas  bastante concentradas, tanto que la capacidad operativa que se ha demostrado es realmente sorprendente. Evidentemente esto también tiene muchos inconvenientes y riesgos, pero habrá que reconocer que tan mal no lo han hecho.

Lo cierto es que se consume más energía, y se contamina más. Pero también es verdad que las condiciones de vida para el grueso de la humanidad han mejorado. A muchos españoles, tan europeos y orgullosos de su pertenencia al primer mundo, les podría sorprender pensar que en muchos países emergentes hoy tienen niveles de vida similares o mejores que los de la España de los 70 y 80. Mi madre sigue pensando que en África visten taparrabos y viven en cabañas de paja, y cuando le explico que yo he estudiado con chicos y chicas de universidades africanas, que en África hay teléfonos móviles e internet, que incluso hay grandes ciudades con rascacielos, autopistas, aeropuertos... me dice que me lo invento. El desarrollo tiene un coste, evidentemente, y se requiere energía para construir todo eso. La humanidad es hoy capaz de trabajar de forma mucho más eficiente que en el pasado, pero sigue habiendo unas necesidades descomunales que cubrir, y para eso se sigue necesitando más trabajo.

Yo no estoy tan seguro como Alb de las cifras, y sigo pensando que vamos a ir un poco apretados para cubrir las necesidades de todos y sobre todo en el tiempo oportuno, porque la carrera es un poco contra reloj. Y porque el sistema se sostiene en un equilibrio no exento de peligros, no necesariamente físicos, sino también geopolíticos y económicos. Y para colmo tenemos los desequilibrios demográficos, que si ahora nos parecen alarmantes, dadles un par de décadas, porque aún no habéis visto nada. Aún así todavía hay margen para trabajar, no voy a insistir sobre los datos, Alb ya ha dado un buen puñado de ellos para reflexionar, no tengo mucho más que aportar sobre ese particular.

alb. escribió
No son necesarias ni guerras,  ni hambrunas, ni acabar con buena parte de la poblacion, ni colapsos ni esas locuras que tanto gustan a los crashoilers.
Sobre este particular, me gustaría contar una experiencia personal, así que lamento si la anécdota es aburrida, y si a alguno no le apetece una parrafada que probablemente no le aporte mucho, siéntase libre de terminar aquí la lectura.

Los más viejos del lugar seguramente hayan percibido un cambio de enfoque bastante obvio entre cuando escribía Demóstenes y el presente, cuando escribe David. Alguno pensará que eso es porque Demóstenes era un personaje, o porque David es un personaje. Bueno, Demóstenes era un personaje que reflejaba sólo el aspecto académico de David, pero reflejaba bastante mi pensamiento en aquel momento. Pero hubo un punto de inflexión en 2016. En julio llegué aquí a Ispra y empecé a trabajar en un proyecto de la Unión Europea para investigar cómo afectan los problemas hídricos en las cuencas fluviales transnacionales a la estabilidad política, y concretamente si existe una relación causal entre los problemas hídricos y situaciones de conflictividad civil o bélica.

Tengo que decir que yo sólo participo como programador, no como analista. Por mi formación académica, puedo hacer análisis de datos, y en particular de datos geográficos, pero el nivel de maestría que se requiere para modelar los sistemas que requiere la tarea queda por encima de mis capacidades actuales (poco a poco voy aprendiendo, pero sigo muy lejos), así que hago algunos análisis menores, procesado de datos y sobre todo, me encargo de mantener y programar los sistemas de información geográfica del proyecto. Con todo, tengo que decir que ha sido una inmensa fortuna para el proyecto que yo no estuviera en disposición de hacer mayores contribuciones al modelado de los escenarios, y es sencillo entender por qué.

Cuando yo llegué aquí lo hice con mi perspectiva de entonces. Con una visión bastante próxima a las tesis más proclives al colapso, y por eso mismo con un sesgo cognitivo que, ahora me doy cuenta, era bastante más radical de lo que quería admitir. Evidentemente ese sesgo no era compartido por el resto de integrantes del equipo, y en particular, por el científico estadístico, que es el que ha construido el modelo. Si yo hubiera construido el modelo lo habría hecho con un sesgo, y en lugar de investigar la relación entre escasez de agua y conflictividad, hubiera tenido ya a priori la idea metida de que esa correlación existe y es positiva.

El estar en el proyecto me ha hecho filtrar, procesar y estructurar cantidades enormes de datos referentes a hidrología, geología, demografía, uso del suelo, producción de alimentos, energía... todos los factores que pueden influir en el desarrollo social y económico de las regiones en estudio, y por supuesto, también una inmensa base de datos de conflictos de toda índole. Ese trabajo me ha hecho tener que mirar a la cara a los datos y darme cuenta de que muchas ideas preconcebidas no eran ciertas. Darme cuenta de que, más allá de las noticias, de las campañas de gobiernos y ONGs, de clichés y de prejuicios, lo cierto es que la situación de África es muy distinta de lo que podía imaginar. Lo cierto es que el desarrollo humano y económico no es un cuento, es algo que está en marcha, que es imparable y que es bueno. Lo cierto es que el progreso que tanto se critica aquí tienes una cara inmensamente positiva. Lo cierto es que, con los datos en la mano, el mundo no sólo no está peor que hace veinte años, sino que está mucho mejor que hace veinte años. Tenemos muchísimos problemas, y algunos muy graves, y riesgos muy acuciantes (y otros no tanto, añadiré). Y un problema demográfico tremendo, que antes o después nos estallará en la cara. Pero aún así, por primera vez en la historia de la humanidad, el número de seres humanos en riesgo de morir de inanición es menor del 10%. Y ese solo hecho es mucho. Pero es que además el número de seres humanos viviendo en extrema pobreza se ha reducido casi un 70% desde 1990. Pero es que voy más allá: desde 2005, año en que se supone que se produjo el pico del petróleo según no se cansa de repetir AMT, el número de personas viviendo en extrema pobreza se ha reducido en un 50%, más de 500 millones de personas han conseguido salir de esas condiciones de miseria extrema en este tiempo, más que toda la población de Europa.

¿Se entiende por qué he tenido que modificar mis puntos de vista?

Por cierto, por si a alguien le interesa saberlo, todavía no hemos terminado el estudio, y aún falta bastante para que tengamos algo presentable seguramente, pero de momento no sólo no hemos encontrado una correlación positiva entre escasez hídrica y conflictividad internacional, sino que contrariamente a nada que yo pudiera suponer, la escasez hídrica parece estimular la cooperación entre los estados, al menos a nivel estadístico. También da para reflexionar un rato.

Saludos,
D.
Panta rei kai oudén ménei