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Hola a todos, es la primera vez que escribo en el foro, aunque sigo con atención vuestras opiniones de las que aprendo algo nuevo continuamente. No soy dado a participar en foros y secciones de comentarios pero en esta ocasión, "nobleza obliga".
@Jose
Observo con consternación como continuamente utilizas esta plataforma, aprovechando el anonimato, para desacreditar a una persona a la que muchos respetamos y admiramos por su trabajo y tesón.
Veo que eres dado en colocar etiquetas políticas a personas sin que éstas se hayan declarado públicamente como tal o previamente te hayan dado su consentimiento: lo hiciste con Pedro Prieto y con Antonio Turiel. Ahora lo haces con Félix Rodrigo Mora, y además del peor modo, utilizando la falsedad. Eso está muy feo y no habla bien de ti.
Que tildes a FRM de franquista sólo se explica de una de estas dos maneras: o bien no has leído nada de su obra y haces caso de un modo acrítico, o sea borreguil, a tus gurús izquierdiles, o de lo contrario, simple y llanamente eres un calumniador. Como creo justo concederte el beneficio de la duda daré por hecho que lo haces por el primer motivo. Entonces no te limites a ojear de cuando en cuando su blog, y te aconsejo que leas con detenimiento su obra, sobre todo "La democracia y el triunfo del Estado". Sólo así podrás formarte una opinión exacta de su pensamiento, y a partir de ahí, estarás en condiciones de corregirlo, criticarlo e incluso refutarlo pero de un modo honesto. Entonces comprobaras como FRM es un antifranquista declarado, un anticapitalista acérrimo (entendido éste como el orden totalitario más refinado de la historia de la humanidad, y no como un simple sistema económico) y un enemigo declarado del Estado (sea éste republicano o monárquico) porque entiende que éste es el que crea y sustenta al capitalismo e imposibilita que algún día las clases populares estén en condiciones de autogobernarse y dirigir ellas mismas las instituciones y sus destinos, esto es, sin Estado (ah! amigo, y ahí está la madre del cordero y el origen de tanta discordia con su pensamiento desde la izquierda).
A mi entender, lo más valioso de su trabajo, es la importancia que él concede a la recuperación de la calidad del sujeto, como único modo de lograr algún día la revolución social, sirviéndose y rescatando la memoria de los autores clásicos occidentales (Sócrates, Cicerón, etc) así como el buen hacer de la sociedad rural y tradicional del medievo hispano (concejo abierto, economía comunal, sentido comunitario, etc).
Creo que a FRM no hay que seguirle como a un ideólogo sino como a un filósofo, y aunque la revolución integral, como él la define, quizá nunca sea factible, la lectura de su obra te mejora, lo cual no es poco. Su trabajo no hay que seguirlo con reverencia como si fuera el de un lider; simplemente amplía tu horizonte de conocimiento como aquí hacemos con Antonio Turiel o Richard Heinberg, por ejemplo.
También te hago saber que él trabajó en la metalurgia en el pasado, y ahí inició sus luchas sociales y sindicales desde premisas marxistas, que fue abandonando con el tiempo al convencerse por si mismo de lo errado de éstas dado que no daban respuestas a los complejos problemas actuales. Con todo, el pensamiento de FRM es incompleto, es criticable y es falible, como todos los de los demás: nadie está en posesión de la verdad absoluta.
Por otro lado, su acritud (y la mía) hacia ciertas formas que el izquierdismo ha adquirido en la actualidad es lógica y natural: muchos de los que se han implicado en las luchas sociales copadas por la izquierda, han salido escopetados y con el rabo entre las piernas dada la irreflexión, el egocentrismo, el dogmatismo y fanatismo, modernez estupidizante y falta de buena fe que ahí se estila.
La única revolución deseable ha de hacerse desde la inteligencia, la reflexión y la honestidad, y está ha de ser popular, ni de izquierdas ni de derechas (acaso las dos caras de la misma moneda?) si no, mejor que la cosa se quede como está.
Creo que estás obrando, quizá sin ser consciente, como el tonto útil que fue Mercader: ya sabes, no vayas clavando piolets por ahí a la gente que son un peligro para tus amados líderes.
Por cierto creo que no deberías de, digamos, "camaradear" con los anarquistas. Los cuatro que quedan (no me refiero a la pandilla que se autoproclama así, y no sabe distinguir "La conquista del pan" del "Manifiesto Comunista", pero si que diferencian muy bien la índica de la sativa) nunca y digo nunca, volverían a asociarse con el bolchevismo y ninguna otra forma de totalitarismo. Aprendieron ya la lección, y de que manera, en la guerra civil española y en la revolución de octubre.
Ellos están replegados en sí mismos, sabedores de su derrota y se limitan a vivir según decía el humorista Ivá a través de su personaje, Maki Navaja: "en un mundo sin ética sólo nos queda la estética".
Aprovecho para enviar un saludo a todos los comentaristas de este "extravagante e imprescindible club".
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Cerrado
