El lenguaje de la bestia

[Parroquiano]

Interesante articulo rescatado del blog el robot pescador.

http://gazzettadelapocalipsis.com/2015/08/09/el-lenguaje-de-la-bestia/


 

[Kanbei]

Gazzeta no es de mis favoritos.No se moja.
¿Porqué no da nombres y apellidos?

En Iberia hay periodistas que si contaran lo que saben harían caer el país, como Pedro J.

Sí es cierto que los mass mierda han creado una neolengua, propia del Ministerio de la Verdad orwelliano, y han creado una burbuja en las gentes acomodadas de todos los países.

No es una Bestia, es un rebaño de bestias, alimentadas de dinero.

 

[Caminante]

Muy buen artículo. Puede que algo largo y tal vez un poco "herético" para el pensamiento general del foro, sobre todo cuando dice:
"Las túnicas han caído y las sotanas se apolillan en los armarios por el desuso…pero que nadie crea que los viejos sacerdotes han desaparecido.
Ahora llevan batas blancas cuando pertenecen a la Sagrada Orden de los Científicos, o visten trajes y corbatas cuando forman parte de la Santa Orden de los Economistas; y han cambiado sus cruces y báculos por tubos de ensayo, escáneres cerebrales y completas auditorías de las cuentas.
Sus antiguos sermones se han convertido en sesudos estudios científicos igualmente dogmáticos, pues son portadores de una supuesta verdad absoluta indiscutible, respaldada por presuntos datos incontrovertibles".

Sin embargo, no podría estar más de acuerdo. Es demasiado cómodo que nos den las cosas ya pensadas y estudiadas para no tener que replanteárnoslas. Quien osa poner en duda las vacunas es ridiculizado (como poco); también lo es quien pone en duda eventos claves de la Historia, quien duda de una versión oficial (excepto si esta viene de un país demonizado por los medios), quien duda de la quimioterapia y otros tratamientos médicos, quien plantea la posibilidad de los ovnis, etc. Y no me refiero a admitir estos temas, sino simplemente plantear la posibilidad. La seriedad es una cárcel muy cómoda.

A veces pienso que dormimos por comodidad. Es demasiado tentador dejarse llevar por el arrorró del sistema, que nos da unas cómodas pautas marcadas que solo hay que seguir para librarnos de cualquier responsabilidad, aunque jamás veamos resultados convincentes y todo esté estancado en un aparente cambio.