Todos tibios, nada ha pasado, de hecho nada pasa en muchos hogares. La natalidad ha caido sin precedentes hasta un punto que no se puede ni concebir (valga la redundancia). Pocos se apuran a estudiar las causas, menos aun a atar cabos y cabos no faltan. Disruptores endocrinos, microplásticos en la cadena trófica, aumento de las temperaturas y olas de calor que producen interrupciones en la producción de espematozoides y daños permanentes en la calidad del semen, eso por el lado biológico, por la vertiente social tenemos la liberación (captación para el sistema productivo capitalista) de la mujer y su independencia, aumento del egoismo y la egolatría de las nuevas generaciones que ni quieren ni consideran que es apropiado tener descendencia. Los que quieren no pueden y los que pueden no quieren y quizá tampoco puedan. Llegado a este punto nos hemos plantado en la cifra histórica de menos nacimientos superando incluso años de posguerra y hambruna. No pasa nada, todos tibios, calma tensa, pero las gráficas se van cumpliendo a rajatabla.
Las tendencias solo pueden ser eso, tendencias, y estamos ante el inicio de una brutal y sin precedentes; en el año 18 va a ser ese 6/7% menos, el 19 se mantendrá o directamente caerá otro entero pero el 2020 será el límite en muchísimos aspectos. El deterioro medioambiental es imparable y las condiciones socioeconómicas sabemos que no mejorarán, de hecho todo lo contrario y duramente. Las estadísticas de los paises occidentales no distan mucho, incluso hay otros en los que suman además problemas casi igual de graves. EEUU lidia una guerra interna en la que las bajas son civiles y las balas geringuillas de heroina y mientras los suicidios, de hombres y mujeres en edad fertil, campan a sus anchas.
Llevamos 5 años en caida libre pero este 2018 ha supuesto un impasse, una rotura, un firme y sonoro crugir por varios puntos, a partir de ahora solo podremos observar la caida de nuestro gran árbol genealógico.
Preparándose para lo inevitado.
Cerrado
) yo diria que... eso es bueno, no !!??
