10 SEPT 2013
http://cluborlov.blogspot.com.es/2013/09/wombs-work-and-well-meaning-wealthy.html (figura) (un pequeño consejo fraternal de mi comentarista más preeminente, Candace Makeda Moore ,MD, acompañada de una reprimenda para aquellas mujeres estadounidenses de élite en posiciones de privilegio y autoridad quienes animan a otras mujeres a adquirir una educación superior y a seguir las consecuentes carrereas profesionales, , condenando a muchas de ellas a renunciar a la maternidad y a asumir deudas de por vida) Yo he leído muchos artículos recientes de supuestamente fraternales consejos de personas en posición de autoridad. el hecho es que estos consejos provengan precisamente de mujeres (p.ej. Sheryl Sandberg y otras) los hace parecer sensatos. Muchos de estos consejos pueden tener algún sentido- -para mujeres acaudaladas, atractivas o priviligiadas en algún otro sentido. Para el resto de nosotros me temo que dichos consejos son falaces. No se trata de una teoría de la conspiración: no creo que estas supuestamente cultas veteranas nos estén diciendo disparatas con el propósito de hacer avanzar a la causa capitalista en su proyecto de convertirnos en mayor medida en unidades de producción más cosificadas. Ni tampoco creo que logias de patriarcas sexistas estén conspirando para mantener a las mujeres inteligentes sojuzgadas. No obstante , me gustaría destacar que mucha de la conversación mantenida con excitación en los medios de comunicación mayoritarios dirigida a las mujeres, en los últimos tiempos dentro del tema de “conseguirlo todo “puede tener poco que ver con las realidades para los estratos de población menos acaudalados. Mis propias experiencias sobre este tema me han hecho tomar conciencia de que gente bien intencionada no solo esta dirigiendo una conversación bastante insípida, sino también una terrible política. Yo misma puedo servir como ejemplo de su resultado: Soy una mujer en plena senda de no llegar a ser madre, como consecuencia de la realidad impuesta por la biología y por las restricciones financieras que exige el encajar con las expectativas respecto al éxito de la sociedad estadounidense. El momento d de mi formación médica que mejor recuerdo no tuvo lugar junto a la cabecera de un paciente o en el laboratorio. Tuvo lugar cuando, visitando la facultad de medicina de renombre que me había aceptado, yo formulé unas preguntas incomodas sobre el pago de los prestamos de estudiantes que dicha universidad me ofrecía para financiar la carrera, y haciendo notar que los números carecían de sentido. La asesora financiera que se trataba de una mujer negra soltera cuya edad aún no había llegado a los treinta me dijo: “bien , las chichas cuando les llega el momento de pagar esto, se casan con alguien con un trabajo de verdad”. Si yo hubiera sido más ingenua, me podría haber preguntado a mi misma:”si trabajar como médico residente no so puede calificar como un trabajo auténtico, entones ¿Qué en el mundo puede clasificarse como un trabajo de verdad? Pero yo ya he comprendido por experiencia propia, el tácito etnocentrismo de los blancos de clase alta que es la norma de rigor en el sistema de educación superior estadounidense. En cierto modo, debo dar la enhorabuena a esa gente por su total ceguera con respecto a las diferencias raciales y sociales, pero debo señalar que ellos son desafortunadamente, ciegos a la realidad también. He conocido a personas como esta con mucha frecuencia dentro de las profesiones dirigidas a la orientación. Una de ellas recientemente me habló sobre la idea de elegir una carrera profesional como algo opuesto a al matrimonio y a la maternidad. No se l e ocurrió pensar que mi elección era intentar sobrevivir en una economía de mercado, tal y como cada generación de mujeres había hecho en mi familia desde el final de la esclavitud. Intenté hacer notar que había “elegido” una carrera diferente a ser sirvienta y vendedora de cosméticos como mi abuela, Y que mi elección era resultado del aumento de posibilidades de elección de que podía disfrutar en estos tiempos una mujer de raza negra de medios económicos limitados. Eventualmente mis estudios médicos me llevaron a Israel, donde me resultó más fácil aceptar las suposiciones incorrectas que hacía la gente con respecto a mí. Mis sentimientos personales con respecto al sistema universitaria estadounidense incluyen amargura. Cualquier institución que ponga a a las personas en deudas cuya suma alcance los seis dígitos , que ellos ni siquiera tengan la menor posibilidad de devolver deben ser consideradas predatorias. Pero creo que los problemas mencionados dentro del sistema universitario estadounidense son tan solo una pieza del puzzle que ,una vez ensamblado, presenta un cuadro de una sociedad disfuncional y resquebrajada. Mi percepción personal es que el sistema educativo estadounidense castiga con especial saña a las mujeres, porque aquí las siempre crecientes expectativas colisionan con la realidad biológica. En Israel pude comprobar cómo la política y las actitudes han marcado una gran diferencia en que las mujeres puedan combinar trabajo, maternidad y matrimonio. Israel no es en absoluto único en esto: muchos (antiguos) países socialistas donde , de acuerdo con las palabras de casi todas las mujeres originarias de los mismos con las que he hablado “preocupados por las mujeres” Incluso si ellas eran postergadas en todo lo demás. Pero dado que Los Estados Unidos no se van a transformar en ningún tipo de utopía feminista de momento, es por lo que estoy escribiendo este artículo: Quiero que las mujeres conozcan la verdad. Es sabido que muchas mujeres estadounidenses, quizá uno de cada cinco, en los tiempos actuales dejan transcurrir sus años reproductivos sin tener descendencia, pero no por propia elección. La estructura de la educación superior y de la organización de la vida laboral casi hacen obligatoria esa situación. Y verdaderamente esto ocurre en muchos países. Cuando yo leo que una lideresa académica como de Yale, animó animando a la congelación de óvulos como una solución para este problema usando el potente megáfono que supone la CNN, casi lloré de desesperación. Como médico, soy conocedora de que no hay ningún truco tecnológico que pueda salvarnos de la no maternidad sin incurrir en un costo insoportable. El que una intelectual tan señera llegue a sugerir que una generación ahogada en deuda debe endeudarse más, y asumir un riesgo mayor de cáncer y de otros efectos secundarios perjudícales para la salud, pone de manifiesto lo mal que la sociedad estadounidense ha sido configurada en lo referente a la familia y al trabajo. Es más, dicho consejo tan solo puede contribuir a empeorar la situación de mujeres carentes de pareja, porque en esas circunstancias dichas mujeres son menos capaces de hacer frente a los costos tanto financieros como médicos -de tales aventuras reproductivas de alta tecnología. Como médico, puedo asegurar que la tecnología reproductiva, en su estado de desarrollo actual, no va a poner a salvo a la mayoría de las mujeres estadounidenses de tener que tomar dolorosas elecciones hechas necesarias por las malas políticas. Las mujeres estadounidenses también deben conocer que el sistema para las adopciones en nuestro país es una pesadilla burocrática, que funciona para beneficio de administradores ,juristas y trabajadores sociales Algunas mujeres pueden incorrectamente dar por sentado , tal como fue mi caso , que aunque ellas renuncien a la posibilidad normal de acceder a la maternidad en aras a la consecución de su carrera profesional de una carrera ,ellas fácilmente podrán crear una familia mediante la adopción. El sistema de adopción es una máquina que funciona a la perfección para el enriquecimiento de administradores y abogados . Pero que realmente no trabaja bien desde la perspectiva de los candidatos a padres ni desde la de los niños sin padres. El numero de leyes en torno a la adopción crece cada año. Dependiendo del estado en el que vivas dichas leyes lo regulan todo -desde desde la situación de las salidas de la casa de los padres candidatos hasta le tipo de relaciones intimas que puedan tener la futura madre, etc. Además los padres biológicos pueden recuperar la custodia de sus hijos sin tener que hacer frente a tan exigentes requerimientos. El único modo confiable de criar un hijo es darlo a la vida tú misma: una actividad que de momento no está bajo el control total de una legión de avariciosos abogados. Todavía mucha gente bien intencionada te dirá lo que me dijeron a mis psicólogos, psiquiatras, consejeros escolares y otras persones con autoridad, de una manera u otra, una y otra vez.” no seas promiscua, continua tus estudios, trabaja mucho, y llegará un momento en el que puedas tener todo lo que quieras…”.Bien este método puede funcionar para los hombres. Si los hombres ponen toda la carne en el asador y toman las decisiones correctas, ellos pueden a partir de cierto momento traer a casa el dinero necesario para mantener una familia. En cierto punto la voluntad de los hombres para iniciar una familia está cambiando debido a que gracias a la tecnología (Viagra e inyecciones intracitoplasmáticas de esperma) ha llegado a hacerse bastante barato, ellos pueden continuar con su sueño de iniciar una familia en una fase más tardía de su vida, incluso a pesar de que su retrasada paternidad no es beneficiosa para nadie. a medida que la paternidad se retrasa se incrementan los riesgos parta los hijos, desde los problemas genéticos a una imprevista pero no descartable posibilidad de muerte del padre, se van incrementando progresivamente. Muchos hombres son lo suficientemente listos para darse cuenta de que ellos se crearían serios problemas por postergar su paternidad más allá de cierto punto, pero muchas mujeres parecen no dares cuenta de que ellas no disponen de tantas opciones. Hasta que es demasiado tarde para ellas que ni tan siquiera se propongan formar una familia. La típica narrativa que anida en todas las mentes o que al menos surge de todas las bocas de nuestros líderes culturales es que las mujeres pueden potenciarse a ellas mismas si evitan la crianza de niños y se centran en una carrera. Yo conozco demasiadas de tales mujeres quienes como resultado se vieron obligadas a concebir a los cuarenta haciendo frente a todos los obstáculos que se les presentaban .Las pobres que como yo no lo consiguieron en cierto modo ha sido afortunadas debido a que el menos ellas no va a tener que destinar inenarrables cantidades de dinero en tratamientos de fertilidad que sólo garantizan que algunos de los administradores de clínicas de fertilidad se van a hacer muy ricos pero que probabilísticamente no van a ayudarlas realmente. Las ricas “señoras triunfadoras” pueden salir fácilmente por un cuarto de millón de dólares de gastos médicos, una experiencia muy parecida a la de agonía debida al síndrome de hiperestimulación y, naturalmente, una buena cantidad de desilusión. Este es el escenario al que tuvo que enfrentarse hace poco una amiga intima mía. Irónicamente, mi deuda pendiente con la facultad de medicina me evitó sufrir el mismo destino, así que yo veo con sorpresa y tristeza como mis colegas menosprecian a las mujeres que han sido los suficientemente listas en términos de no llegar a sacrificios extremos en aras a potenciar su vida da profesional y han decidido formar una familia mientras les ha sido posible. La mayoría de los médicos, al igual que otros profesiones con lo que he trabajado , son empàticos, cuidando a sus pacientes. El problema es que por otra parte ellos se engañan a sí mismos. Ellos tienen creencias prefijadas respecto a cuáles son las correctas elecciones para mujeres en términos del momento de su maternidad, y estas creencias son absolutamente erróneas . Ellos incorrectamente asumen que todas las mujeres tienen casi infinita libertad de elección respecto a cómo ellas pueden diseñar su vidas , debido a que vivimos en una cultura que perpetua el mito de las ilimitada posibilidad de elección en lugar de la obvia ausencia de la misma. Para la mayoría de nosotros, la vida en Estados Unidos no es infinito buffet abarrotado con deliciosos aperitivos; es más parecida a una a tienda de chucherías de barrio con montones de de posibilidades de elección, pero sorprendentemente con la menor traza de contener algún alimento nutritivo. Del mismo modo, nosotras las mujeres estadounidenses estamos siendo alimentadas con mitos de que podemos hacer lo que queramos con nuestras vidas, y de que el ascenso social es o muy posible o seguro si se trabaja mucho. Para las mujeres típicas- aquellas que aspiran a formar algún día una familia- estos mitos son simplemente falsos. Los tratamientos de fertilidad, al igual que las niñeras y el cuidado diario de calidad para los niños , existen tan solo para los pocos privilegiados. Mis colegas con frecuencia hacen montones de asunciones con respecto a mujeres que han escogido criar niños tempranamente en su vida. Estas asunciones bullen en torno a la idea de que las mencionadas mujeres ni son muy irresponsables y de que también adolecen de capacidad de pensamiento lógico. Yo he tenido frecuentemente que recordar a mis colegas que las madres adolescentes y las madres sostenidas por la beneficencia publica son mucho más ricas de lo que ellas son en virtud de que cero es un número mayor que el balance negativo de la deuda estudiantil que muchas de nosotras arrastramos. Las mujeres que rehúsan contraer una deuda educacional y crían a sus hijos en lugar de eso están con frecuencia en mucho mejor estado físico del de las mujeres entregadas a su carrera profesional. Cualquier análisis de costo beneficio de cuando tener hijos es difícil de realizar. Qué precio se le puede poner a la alegría de la maternidad ? Por el otro lado de la ecuación, las universidades estadounidenses ponen un precio exacto al alcanzar el éxito profesional. Los precios quesean con frecuencia bien por encima de lo que cualquier mujer normal puede permitirse sin pasar la mitad de su vida pagando su deuda estudiantil. Las mujeres deben tener en mente que parece no haber final sobre la profundidad en el hoyo al que los Estados Unidos están deseando arrojar quienes luchan en vano por trepar la escalera socioeconómica. The Wall Street Journal presenta una muestra (vinculo). Este año una de mis colegas cuya deuda final para su educación médica ascendía a más de medio millón . El aspecto más perturbador de su historia era que si nos podía acontecer a alguna de nosotras …, ignorar accidentalmente las llamadas sobre los prestamos de estudiantes….un cargo por pago usurario retrasado aquí, un pago no realizado allí y el cuarto de millón que un medico típico pide en su préstamo de estudiante repentinamente se convierte en más de medio millón. La medico de 41 años dijo al entrevistador que ella y su pareja estaban retrasando el tener hijos .Ella probablemente dijo esto sarcásticamente, dado su conocimiento profesional de la medida en que la fertilidad femenina declina con la edad. O quizá ella no era sarcástica sino resignada a una donación de óvulos . Puede ser que ella estuviera intentando ayudar o(o explotar depende de cómo se vea) a una mujer casi tan pobre como ella se declaraba. Tales medicamente arriesgadas “donaciones” son con frecuencia un movimiento desesperado de mujeres jóvenes deseosas de hacer frente-lo has adivinado- a un préstamo de estudiante. Lo que no se dice a estas jóvenes “donantes” es que ellas pueden muy bien estar dañando sus propias esperanzas de poder tener alguna vez sus propios hijos. Dejando a un lado las profundidades éticas , sin mencionar las dificultades financieras, la proposición de ser “donante de óvulos” la mayor parte de las mujeres tienen un numero de opciones limitadas para criar su propia familia. No puedo dar consejos generales validos para todas las mujeres, debido a que todos somos individuos en diferentes situaciones. Hay mujeres que en realidad no desean tener niños, aunque sospecho que está carencia de deseo puede ser el resultado de una cultura que precia las posesiones materiales por encima de las relaciones humanas. Mi consejo específicamente no va dirigido a aquellas personas en posición de autoriza que se atreven a mirar por encima del hombro a las mujeres fértiles que eligen no dejarse arrastrar por lo que hoy día se tiene por una forma de vida exitosa . Dichas personas precisan revisar concienzudamente su definiciones.” animar las mujeres al éxito” en realidad significa “ entrenar a las mujeres para vivir bajo una agobiante deuda mientras minimizan sus posibilidades de tener descendencia”. Su consejo para el éxito es de hecho un consejo para la esterilidad a través de la deuda. Si abandonas el mito de que hay infinitas posibilidades abiertas a todas las mujeres, tú podrás no solo tomar mejores decisiones respecta a tu vida, sino que también tomarás mayor conciencia de las diferentes elecciones tomadas por todas las clases de mujeres en todo el mundo quienes, en consecuencia, son más sanas, ricas y felices . |
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