POST: John M. Greer –“Un año peligroso”

[Anselmo]

Un año peligroso

 3 de enero de 2018    

https://www.ecosophia.net/a-dangerous-year/

Es la temporada para hacer predicciones sobre los eventos que acechan a todos en el próximo año, y no veo ninguna razón para rehuir ese hábito común aunque arriesgado. Aquellos de mis lectores que han estado siguiendo mi blog desde los días de The Archdruid Report saben que mi método para hacer estas predicciones es a la vez simple, efectivo y altamente impopular. En pocas palabras, presto atención a lo que sucedió cuando ocurrieron las mismas condiciones en épocas históricas anteriores, y predigo que seguirán las mismas consecuencias.
Es simple porque tengo cinco mil años de historia para trabajar, y dado que los seres humanos son mucho menos originales de lo que les gustaría pensar, es una apuesta segura la de que los eventos que tienen lugar ahora han ocurrido muchas veces antes, con consecuencias predecibles. Es efectivo porque, una vez más, los seres humanos son mucho menos originales de lo que les gustaría pensar, y cuanto más se involucren en un evento dado, más se cancela el movimiento de agitación aleatorio creado por el lenguaje individual. Claro, ahora tenemos muchos nuevos y rutilantes adelantos tecnológicos, pero los cerebros, los corazones y los órganos menos reconocibles que guían a dicho quincallería tecnológica  no han cambiado notablemente desde el final de la última edad de hielo. Es por eso que las fuerzas especiales estadounidenses perdiendo su tiempo y su dinero en el norte del valle del Éufrates en este momento están perseverando en una estrategia fallida que ya era vieja cuando las legiones del Imperio Babilónico estaban haciendo lo mismo en el mismo lugar hace tres mil años. .
Es altamente impopular, finalmente, porque un número asombroso de personas en las sociedades industriales de hoy en día trabajan bajo la extraña ilusión de que cuando cometemos los mismos errores y obtenemos las mismas consecuencias desastrosas, en realidad estamos haciendo cosas nuevas, innovadoras e inigualables que inevitablemente triunfa en formas en que nada ha tenido éxito antes, ¡y cómo se atreve alguien a sugerir que podamos aprender algo de las lecciones de la historia!  Ahora bien, cuando alguien propone un curso de acción, es de simple sentido común preguntar: "Bueno, ¿qué pasó las últimas veces que alguien intentó eso?" Trátese de formular esa pregunta obvia y necesaria en la conversación colectiva de hoy, no obstante, y se puede dar por descontado el recibir respuestas airadas diciendo  "¡Pero esta vez es diferente!"
Además, cuando te das cuenta de que estás en lo cierto y de que tus críticos están equivocados, y seamos justos, eso es casi siempre lo que sucede en tales casos, puedes apostar tu cuello a que la próxima vez que surja la pregunta, estarán dando las mismas respuestas. Ya sea que los expertos en tecnología insistan en que alguna maravilla mecánica imaginaria cuya realización ha estado a tan solo diez años vista desde antes de que yo naciera realmente va a suceder este año, o proveedores de soñadores utópicos insistiendo en que este es el año en que sus fantasías se volverán realidad o personas que han invertido en la burbuja especulativa del momento insistiendo en que dicha burbuja realmente continuará levitando para siempre, o fanáticos del apocalipsis que insisten en que la civilización industrial moderna va a colapsar en cuestión de semanas en algún momento pronto, solo que miren, bueno, querido lector, si has estado siguiendo la charla colectiva de nuestro tiempo, conoces las palabras y la música de todas estas canciones lo suficiente como para cantarlas mientras duermes.

Cuando miremos hacia atrás en los humeantes restos de 2018 dentro de un año, en otras palabras, no vamos a pensar en él como el año en que el poder de fusión finalmente se hizo viable, o el año en que estalló la paz mundial, o el año en que Bitcoin hizo a todos mega multimillonarios, o el año en que la civilización industrial rodó, eructó y murió. Dentro de un año, lo que es más, el dólar y el euro seguirán teniendo valor, todavía habrá productos en los estantes de su supermercado local, los automóviles impulsados por petróleo seguirán bamboleándose por las calles, los aviones a petróleo seguirán retumbando aún más por los cielos, y más estadounidenses estarán preocupados con el resultado del último partido de la la  Super Bowl que con los temas que este blog discute.
¿Esto significa que nada va a cambiar? No, todo lo contrario.

Algunas épocas históricas son más peligrosas que otras, y las más peligrosas son aquellas en las que un gran imperio está en camino hacia el basurero de la historia. Imagínese viviendo en un momento así. El mundo en el que vives, ya sea que ese mundo sea un valle fluvial  o un planeta, está dominado por una nación que antaño hubiera podido aniquilara a todo aquel que desafiara su primacía. ¿Todavía puede hacerlo? Nadie lo sabe con seguridad. Los líderes y publicistas del poder imperial insisten en su invencibilidad y amenazan simultáneamente  a sus rivales; los rivales se posicionan para el momento en que la ilusión de omnipotencia se quiebre de una vez por todas; Las potencias menores presionan en los límites del orden internacional y toman riesgos que hubieran sido impensables unas décadas antes. Si esto no le suena familiar, querido lector, realmente necesita salir más.

Hace varios años escribí que el declive acelerado y la caída inminente del imperio global de Estados Unidos es el hecho más importante de la política mundial contemporánea. Eso es aún más cierto ahora. A medida que nos adentramos más en el declive, la brecha entre lo que Estados Unidos solía hacer y lo que todavía puede hacer hoy se está ampliando, pero nadie sabe qué tan amplio es, y mucho menos cuales posibilidades se han precipitado por  la brecha y cuales permanecen en terreno firme. Todos en el mundo, desde Donald Trump en su baño chapado en oro hasta los más pobres entre los pobres en sus tugurios del Tercer Mundo, están luchando para lidiar con una situación que con cada día que pasa se parece más a un gigantesco  juego de ruleta . Con toda probabilidad, algunos de los eventos más cruciales en el próximo año serán producto de apuestas desesperadas puestas en marcha a las tres de la mañana en respuesta a datos fragmentarios sobre una situación demasiado compleja para que cualquiera pueda comprenderla o controlarla.

Mi primera predicción para el nuevo año, por lo tanto, es que una de las historias más importantes del año será un evento que nadie ha predicho. ¿Sé lo que es? Ni siquiera voy a adivinar. En la frase útil de Nassim Nicholas Taleb, podemos esperar que al menos un evento de "cisne negro" del tamaño de Godzilla domine los titulares y sacuda la poca fe que el mundo todavía tiene en la planificación racional.
Dicho esto, incluso en un momento de incertidumbres crecientes, algunas cosas se pueden predecir prestando atención a lo que está sucediendo ahora y comparándolas con lo que sucedió la última media docena de veces que aparecieron las mismas condiciones. Comencemos con la política nacional aquí en los Estados Unidos.
Mientras escribo esto, la administración de Trump ha estado en el cargo algo menos de un año y como es habitual a estas alturas para una administración con un presidente elegido por primera vez está empezando a dar sus primeros pasos. La legislación fiscal recién aprobada es un  presagio de lo que vendrá . Los obsequios a los ricos que recibieron toda la atención de los medios de comunicación son espectáculos secundarios :el evento principal son los beneficios fiscales que se conceden a los partidarios Trump en las clases trabajadoras, la eliminación de las deducciones que benefician a la clase media y media alta en gran parte demócrata, los incentivos que dio a las multinacionales radicadas en Estados Unidos para traer dólares a casa e invertirlos aquí, y. Por encima de todo, la abolición de la parte más odiada del Obamacare, el decreto que obliga a las personas que no pueden pagar un seguro de salud a comprarlo de todos modos a cualquier precio que la industria de seguros quiera cobrar.
Es decir, Trump hizo lo que las administraciones estadounidenses exitosas siempre hacen, y repartió dadivas  a sus seguidores a expensas de sus rivales. Eso ayudará a apuntalar su base cuando llegue el momento de las elecciones de 2018, y si logra repartir más dadivas  entre su base de votantes de aquí a noviembre, el sueño demócrata de una victoria de mediano plazo que dejará a Trump paralizado en 2019 y 2020 casi seguramente se irá silbando alegremente.
Eso es lo más probable ya que los demócratas han gestionado su derrota en las elecciones de 2016 muy mal. Cuando pierdes, especialmente cuando tenías la ventaja de participar en el concurso, y ganar por goleada, la primera y más esencial regla de supervivencia es descubrir qué hiciste mal y dejar de hacerlo .Los Demócratas no solo no lo han hecho, muchos de ellos han respondido con ciega furia a la sugerencia de que deberían aprender algo de su fracaso, e insistieron en que su partido tiene que seguir perseverando en todos los errores que  le costaron  a Hillary Clinton. Casa Blanca.
Por cierto, esas no son las cosas a las que a los demócratas les gusta culpar de la derrota de Clinton. Lo que condenó a la campaña de Clinton fue su compromiso con “el negocio como siempre”, en un momento en el que el negocio habitual se había vuelto intolerable para una gran cantidad de estadounidenses de a pie. Lo que catapultó a Trump a la nominación, y luego a la Casa Blanca, fue la esperanza de parte de esos mismos estadounidenses de que él podría hacer algo diferente. Lo que sucede ahora que el equipo de Trump y los líderes republicanos en el Congreso resolvieron sus diferencias y comenzaron a aprobar leyes que determinarán si los votantes que respaldaron a Trump en 2016 seguiran votando al  Partido Republicano en 2018 y 2020. A menos que los demócratas recapaciten sobre sus errores , eso es probable que suceda.
En general, aunque todavía hay mucho espacio para la incertidumbre en este punto, voy a considerar  a las elecciones del Congreso de 2018 como un evento de resultado difícil de preveer en el que  algunos asientos cambiarán de manos y en el que  tal vez haya una ganancia muy leve para uno u otro lado. Sin embargo, este es un lugar para observar a los cisnes negros.
Mientras observas la política doméstica de EE. UU., Por cierto, mantente atento a un cambio ingente que está en marcha este año, aunque probablemente no tendrá un impacto durante algunos años: el absurdo de que los cristianos en Estados Unidos apoyan una agenda política que contradice directamente las enseñanzas de Cristo ha comenzado a hundirse, en gran medida, entre los jóvenes protestantes estadounidenses. El pacto con el Diablo por el cual las iglesias evangelistas  protestantes vendieron sus almas al Partido Republicano a cambio de influencia política, nunca fue destinado a tener una larga vida útil, y está empezando a apestar demasiado para muchas narices sensibles. Donald Trump, curiosamente, parece haber sido la paja naranja brillante que rompió la espalda de este camello en particular; Muchos jóvenes cristianos evangélicos, al ver a sus mayores convertirse en animadora de un hombre que es un ejemplo viviente de  cada uno de los siete pecados capitales, han tenido suficiente.
Es improbable que el Partido Demócrata tal como está constituido se beneficie de las deserciones resultantes, pero entonces el Partido Demócrata, tal como está constituido actualmente, no tiene un dilatado porvenir en este mundo. Espero que el partido pase por cambios tectónicos, ya que su liderazgo actual está eliminado o envejecido, y uno de los que están fuera de él hace lo que Jeremy Corbyn está haciendo con el Partido Laborista del otro lado del Atlántico: eso es para decir, convirtiéndolo en algo así como lo que era antes de convertirse en un pálido clon de su rival conservador. Si eso sucede antes de 2020, y Trump lo hace mal, los nuevos evangélicos sociales pueden convertirse en una fuerza masiva en la política de EE. UU. En las elecciones de 2020; de lo contrario, y los demócratas sufrirán una derrota humillante en 2020, el surgimiento de los nuevos evangélicos sociales vendrá inmediatamente después. De una manera u otra, va a soportar muchas de las certezas de la política estadounidense en sus cabezas.
De acuerdo, volvamos a los asuntos exteriores. Como ya se mencionó, Estados Unidos es una fuerza menguante, que trata de mantener un control sobre los niveles de poder global mientras se aleja de los compromisos externos que ya no puede permitirse. Ese retroceso ya se está moviendo mucho más rápido de lo que hubiera predicho hace unos años. La intervención rusa en Siria fue el evento crítico aquí. Habiendo avergonzado al Pentágono con una victoria eficiente, los rusos ahora están cosechando los beneficios de la victoria, construyendo bases permanentes en Siria desde las cuales pueden proyectar poder en todo el Mediterráneo oriental.

Egipto, anteriormente un aliado de Estados Unidos, ha cambiado silenciosamente de bando y ha arrendado varias bases aéreas a los rusos. Turquía, miembro de la OTAN, parece estar en la misma dirección. Hace una década, los Estados Unidos hubieran movido el cielo y la tierra para evitar que sucedieran estas cosas; ahora simplemente fanfarronea. La inquietud que se fomenta en Irán mientras escribo esto es un truco temporal; un intento similar financiado por los Estados Unidos para el cambio de régimen fue aplastado fácilmente en 2009, y las autoridades iraníes pueden aplastarlo con suficiente facilidad. Mi suposición de trabajo es que esta vez se está intentando engañar a Irán para que lleve algunas de sus unidades de la Guardia Revolucionaria de Siria, al menos por un tiempo, así que los equipos de las fuerzas especiales estadounidenses que han estado dirigiendo el escenario del Pentágono La escena rebelde siria tiene tiempo para escurrirse y cubrir sus huellas adecuadamente.

En el resto del mundo, es la misma canción. Estados Unidos está tratando de llevar a cabo las operaciones militares más difíciles, una retirada por etapas a través de territorio hostil. Eso podría explotar sin previo aviso, por supuesto. Por lo que vale, no espero que la explosión provenga de los principales rivales de Estados Unidos, Rusia, China e Irán; han demostrado una paciencia admirable, y por una buena razón; saben que simplemente tienen que esperar, tomando acciones medidas con precisión para apuntalar los puntos débiles o respaldar sus reivindicaciones  áreas estrechamente definidas, y obtendrán lo que quieren una vez que los EE. UU. Terminen su viaje por el tobogán engrasado de la historia.
No, son las potencias menores con ambiciones regionales las que podrían decidir apostar a al a carta de  que Estados Unidos ya no puede respaldar sus amenazas. Enfrentado a un ataque directo a los intereses de EE. UU., Trump tendrá que responder con tanta fuerza como Estados Unidos todavía tiene; lo que suceda a continuación depende de cuán profunda se haya extendido la podredumbre a través del ejército de los EE. UU. y de si el otro lado ha descubierto cómo capitalizar las vulnerabilidades de una máquina militar que básicamente está diseñada para rvivir la Segunda Guerra Mundial. Si el ejército de los EE. UU. Sufre una derrota seria a manos de otra nación, todas las apuestas están apagadas. (Ese fue el tema central de mi aventura en la ficción de suspenso político-militar, mi novela de 2014, Twilight's Last Gleaming ( El Ultimo Resplandor Crepuscular)). De lo contrario, esperaría que los Estados Unidos fanfarroneen y amenacen en un intento de ganar espacio para su retirada del imperio. ¿Cisnes negros? Una posibilidad constante.

Mientras hablamos de asuntos exteriores, por cierto, vigilen a  Arabia Saudita. Una de las maniobras más arriesgadas en toda la política es el intento de una monarquía absoluta de modernizar el sistema económico de su nación y aún conservar el poder. Eso es lo que el rey Luis XVI de Francia intentó hacer en las décadas previas a 1789, lo que el Zar Nicolás de Rusia intentó hacer en las décadas previas a 1917, y lo que el Sha de Irán intentó hacer en las décadas previas a 1978; Confío en que mis lectores sepan qué pasó con los monarcas en cuestión. El actual príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed Bin Salman, está tratando de realizar el mismo truco en este momento. ¿Sobrevivirán él y la Casa de Saud a la experiencia? Una pregunta interesante, que podría encender al Medio Oriente.

De acuerdo, a la economía. Justo en este momento es imposible saber si la burbuja de criptomonedas va a entrar en una depresión permanente o reinflarse y dirigirse hacia la Luna. De una manera u otra, se espera que el aumento y la caída de las burbujas especulativas sean una característica constante de las páginas salmón de los periódicos  durante todo el año. En parte, esto se debe a que la economía real de los bienes y servicios no financieros en general ya no brinda el tipo de beneficios que los inversionistas esperan, y así ha surgido una economía de riqueza alucinatoria en papel para satisfacer la demanda. En parte, sin embargo, hay otro factor.
Durante los últimos tres años, mientras que el mercado de valores de Estados Unidos alcanzó niveles récord, se ha retirado más dinero de las acciones estadounidenses que lo que se les ha otorgado. En teoría, eso es imposible. En la práctica, muestra que el mercado de valores ha dejado de funcionar como una medida de la salud económica y se ha convertido en un instrumento de propaganda económica. En el pasado, el gobierno de los Estados Unidos financió sus déficits vendiendo bonos del Tesoro a otras naciones, contando con el estatus del dólar como moneda de reserva mundial para mantener enérgico al mercado ; cuando eso dejó de funcionar, el Tesoro comenzó a comprar su propia deuda a través de intermediarios y atesorar la deuda en filiales no contabilizadas en varios rincones del mundo; sí, ese es el mismo truco que metió a Enron en problemas. Ahora está bastante claro que el mismo truco, o algo parecido, también se usa para apuntalar el mercado de valores.

Los pronosticadores habituales pronostican un colapso bursátil este año, el mismo que predijeron (de manera inexacta) durante casi una década. Puede suceder, pero las posibilidades están en contra, ya que las alucinaciones no necesitan obedecer las leyes de la gravedad. La tendencia a observar, más bien, es la creciente desconexión de la economía oficial del estado real de los asuntos económicos en el mundo real. Hace muchos años, Bertram Gross predijo que los indicadores económicos se convertirían en "revindicadores económicos" que decían lo que el gobierno quisiera que dijeran. Creo que estaría impresionado de ver cuán entusiastamente el gobierno federal ha cumplido sus predicciones.
Lo que estamos viendo, en otras palabras, es la transformación de la economía estadounidense en un capitalismo de cartón piedra  en el que la generosidad del gobierno respaldada por la financiación en esquema Ponzi apuntala una fina imitación de la prosperidad por encima de la expansión del empobrecimiento. No es casual que Elon Musk, uno de los más destacados de la nueva generación de grandes capitalistas, administre todos sus negocios con subsidios del gobierno. Mientras tanto, fuera del círculo estrecho de la economía oficial, Estados Unidos se está convirtiendo rápidamente en una nación del Tercer Mundo en la que el empleo sumergido y la economía de subsistencia son cada vez más la norma. No espero ningún cambio significativo en esa imagen este año, solo una continuación de las porristas modestas de los medios y las condiciones cada vez más sombrías en el mundo real. Cisnes negros? Siempre hay una posibilidad pero no, creo, una probable.
¿El entorno medioambiental? Ese es el gran problema, por supuesto, pero no va a obtener nada más que pura charlatería ..Vamos a ver más grandes tormentas, más grandes inundaciones, más incendios grandes, y las calles de Miami Beach y un centenar de otras comunidades costeras bajas llenarán se llenarán a un nivel mas alto cada vez que suban la marea y viento en tierra, pero no se hará nada al respecto. ¡Oh!, claro, la izquierda exigirá con voz fuerte y audaz que alguien más, en otro lugar, use menos combustibles fósiles; la derecha insistirá en que la tierra descansa sobre la parte posterior de una tortuga gigante, si eso es lo que se necesita para que sigan afirmando que el cambio climático antropogénico no está sucediendo; y solo unos pocos de nosotros en los márgenes harán lo único que realmente puede marcar la diferencia, y reducirán drásticamente nuestro propio uso de carbono a fin de liderar con el ejemplo.
Espero escuchar muchas predicciones de inminente desastre ambiental este año, y se perderán la respiración como de costumbre; los predicadores, sagrados y seculares por igual, han estado tratando de asustar a las personas para que sean buenas desde mucho antes de que Jonathan Edwards vociferara sobre "Pecadores en las manos de un Dios enojado" y- ¡ejem ¡ - no funciona: nunca lo ha hecho, nunca lo hará. Hay muchas otras maneras en que las personas preocupadas por el medioambiente podrían ayudar a construir un movimiento para el cambio que pueda tener un impacto real, pero todas esas formas comienzan con activistas que aceptan los cambios que esperan que todos los demás adopten. Dado que los activistas ambientales en general provienen de las clases medias y altas medias privilegiadas de nuestra sociedad, y dado que la mayoría preferirían freírse y comerse los dedos antes que aceptar un nivel de vida que asociaran con los pobres despreciados, ninguna de estas opciones prometedoras se pondrá en práctica. En cambio, tendremos más posturas, más pronunciamientos, más gestos vacíos, a medida que los mares sigan subiendo y el clima empeore.

De una manera u otra, probablemente estemos enfrentando una buena cantidad de trineos en Estados Unidos durante el próximo año, ya que nuestra política interna permanece congelada en un estancamiento, nuestra política exterior lucha para lidiar con los impactos de nuestro declive acelerado. , nuestra economía se convierte en algo  tan sencillo como el humo más colorido y los espejos más relucientes, y el entorno que nos sostiene a todos nos adentra aún más en un territorio de reajustes súbitos. Va a ser un año peligroso, y sí, ese ruido rítmico débil que escuchas en el cielo es o bien el sonido de las alas de un cisne negro o el sonido de una bandada de pájaros cualquiera  que regresa a casa a dormir.

[Parroquiano]

 Gracias por la traducción Anselmo y, como siempre, es un agrado leer al Druida.

[hector77]

Vaya, que curioso, cita el druida a Taleb, del cual estoy leyendo su libro "Antifragil", de amplio contenido.

[Kanbei]

Un gran trabajo de traducción Anselmo,
de lo mejor de este foro, nunca se te agredecerá bastante.

El Druida, clarividente, sabe que 2O18 será un punto de inflexión en la hegemonía usana.
Y esto, para los lectores y comentaristas de este foro, supone un próximo detonante en la bolsa que arrastrará toda la economía mundial.

El pico del petróleo no se mide en barriles, ni en el precio del barril en dólares.
Se mide en disrupciones financieras.

Las monedas volverán a respaldos físicos, dejando la economía dolarizada al nivel del bolívar venezolano.
Saludos.

[Galbi]

Peor que la Bomba H...la Bomba PYcO: Petro Yuan convertible en Oro...

Uuuuhhhh.... (onomatopeya de pelota que no es gol por escasos milímetros).

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Hablando de Venezuela, ¿que opinan de la criptomoneda Petro (respaldado en petróleo y minerales venezolanos)?

No es el Bitcoin precisamente.

Iraq, Libia... Venezuela... crisis humanitaria... OEA..  R2P... ésta música ya la escuché antes.