POST: John M. Greer –“Un resbalón rosa del Hada del Progreso”

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POST: John M. Greer –“Un resbalón rosa del Hada del Progreso”

Demóstenes Logógrafo
Miércoles 22 de octubre de 2014

Si alguna vez te has preguntado con cuánta fuerza el pensamiento colectivo atenaza a la mayoría de los miembros de nuestra especie -incluyendo, y con mucho, a aquellos que insisten en la originalidad de su pensamiento- te recomiendo un experimento: expón en público una idea sobre el futuro que no forme parte de las expectativas convencionales, y observa las reacciones que obtienes. Si tu experiencia se parece en algo a la mía lo que conseguirás será algo de rabia, algunas discusiones y miradas de desaprobación, pero la reacción más reveladora vendrá de la gente que intenta pasar lo que estás diciendo por el lecho de Procusto del pensamiento convencional, sin importar cuánto tengan que estirar o cortar lo que estás diciendo para hacer que encaje en él.


Por supuesto que el proyecto de este blog garantiza recoger tal tipo de reacciones, dado que las ideas que se exploran aquí no sólo ignoran las expectativas habituales, sino que las echan por tierra y bailan sobre sus ruinosos restos. Si digo que lo que espero que la decadencia y caída de la civilización industrial lleve siglos, consecuentemente, la gente se lo toma como si esperase un suave descenso sin ningún problema. Cuando digo que espero una crisis antes del final de esta década, en cambio, la gente lo toma como si yo creyera que la civilización industrial va a quedar reducida a ruinas en unos pocos años. Algunas personas, por ello, saltan de una de estas presuposiciones a otra, como si no pudieran mantener en su cabeza al mismo tiempo los conceptos de una decadencia prolongada y una crisis inminente.


Este tipo de respuesta se ha vuelto más común de lo normal en los últimos meses, y en parte podría ser porque ha pasado un tiempo desde que hice un boceto del futuro tal y como lo veo. Algunos de mis lectores tal vez han perdido de vista el cuadro completo, y los lectores más recientes de este blog podrían no haber visto el cuadro en absoluto. Por esto, entre otras razones, voy a dedicar el post de esta semana a resumir la decadencia y caída de la civilización industrial.


Sí, ya sé que mucha gente piensa que algo así no puede ocurrir: la ciencia, la tecnología o alguna otra cosa ha hecho el progreso irreversible. También se que mucha otra gente insiste en que el progreso tal vez no sea irreversible todavía, pero lo será si lo hacemos avanzar un poco más. Estas opiniones son… bien, seamos caritativos y llamémoslas proclamas basadas en la fe. Generalización a partir de una única muestra cuando el experimento todavía no ha concluido su pobre procedimiento científico. La insistencia en que sólo por esta vez la ley de los retornos decrecientes será suspendida para nuestro provecho es la antítesis de la ciencia. Esto supone imaginar al progreso como una suerte de hada benéfica con la que podemos contar para que nos toque con su varita mágica y nos lleve a un maravilloso futuro, sólo porque nos apetece tenerlo.


El sobradamente conocido grito de “¡Pero esta vez es distinto!” es popular, es reconfortante, pero también es irrelevante. Por supuesto que esta vez es diferente; también fue diferente cualquier otra vez. La civilización neolítica limitada a un valle fluvial y los imperios continentales con tecnologías complejas han declinado y caído prácticamente del mismo modo y por prácticamente las mismas razones. Una llamada a nuestro sentimiento de pueblo elegido nos lleva a vernos como los favoritos del destino, insistir en que el hada del progreso nos ha prometido un futuro glorioso ahí fuera entre las estrellas, o incluso proclamar que la humanidad tiene la misión de poblar la galaxia, pero eso son otro conjunto de proclamas basadas en la fe. Es bastante asombroso, de hecho, ver a tanta gente que afirma haber superado la teología adhiriéndose a conceptos abiertamente religiosos, tales como la misión de la humanidad y el destino.


En el mundo real, cuando las civilizaciones agotan sus recursos base y arruinan los ciclos ecológicos que los sustentan, caen. La caída es algo que tarda en ocurrir entre uno y tres siglos de media, y no, las civilizaciones grandes y complejas no caen de un modo notoriamente más rápido o lento que las más pequeñas y simples. Ni tampoco es una decadencia lineal, el fin de una civilización es un proceso fractal compuesto de crisis en muy diversa escala de espacio y tiempo, con consecuencias muy desiguales. Una respuesta efectiva puede dar un respiro, en caso de una menos efectiva cosas que solían ser normales pasan a ser consideradas buenas. Antes o después, una crisis superará abrumadoramente las últimas defensas, y la civilización caerá, dejando restos remanentes de sí misma que forcejearán entre sí y brillarán por un tiempo antes de que la larga noche se cierre sobre ellos.


El historiador Arnold Toynbee, cuyo estudio del ascenso y caída de las civilización es el más detallado y convincente para nuestro propósito, detalló un ritmo recurrente en este proceso. La caída de las civilizaciones oscila entre periodos de crisis intensa y periodos de relativa calma, cada uno de tales periodos durando entre unos pocas décadas y un siglo o más, siendo el ritmo marcado por la decadencia subyacente, que puede variar en cada caso. La mayor parte de las civilizaciones, según él descubrió, pasan por tres ciclos y medio de crisis y estabilizaciones, siendo el medio ciclo, por supuesto, la crisis final de la que no hay recuperación.


Este es básicamente el modelo que aplico a nuestro futuro. Lo que mucha gente pasa por alto es que no estamos esperando al fin del primero de esos tres ciclos y medio, estamos esperando al final del segundo. El primero empezó en 1914 y terminó alrededor de 1954, conducido por el derrumbe del imperio británico y de la dominación europea del globo. En los cuarenta años entre Sarajevo y Dien Bien Phu (*), el mundo industrial fue golpeado por la Primera Guerra Mundial, la pandemia de la Gripe Española, la Gran Depresión, los millones de asesinatos políticos de los nazis y los soviéticos, la Segunda Guerra Mundial y la caída de los imperios coloniales europeos por todo el planeta.


Esa fue la primera era de crisis en la decadencia y caída de la civilización industrial. El periodo entre 1945 y el presente fue el primer intervalo de estabilidad y recuperación, más próspero y expansivo que la mayoría de los ejemplos del mismo tipo gracias al vertiginoso ritmo de explotación del petróleo y otros combustibles fósiles, y a un correspondiente boom tecnológico. Llegados al punto actual, con las reservas fósiles vaciándose, la capacidad del planeta para absorber dióxido de carbono y otros contaminantes alcanzando su límite y una galaxia de crisis inminentes moviéndose hacia sus líneas rojas, no parece que la siguiente ronda de crisis esté muy lejos.


Lo que disparará la próxima ronda, sin embargo, es algo que nadie sabe. En los años precedentes a 1914 mucha gente percibía que una explosión estaba al llegar, algunos adivinaron una guerra en toda Europa, pero nadie sabía que el detonante sería el asesinato de un archiduque austríaco en las calles de Sarajevo. ¿La Revolución Rusa, la Marcha sobre Roma, el Crack del ‘29, Stalin, Hitler, Pearl Harbor, Auschwitz, Hiroshima? Nadie lo vio venir, y sólo unas pocas personas habrían siquiera adivinado que algo parecido a alguna de estas cosas estaba en el horizonte.


Por tanto, tratar de averiguar el futuro de la sociedad industrial en detalle es una tarea imposible. Un esbozo del tipo de futuro que podríamos encontrar es mucho menos complicado. La historia nos puede decir mucho sobre las cosas que le ocurren a una civilización que comienza su largo descenso al caos y la barbarie, y no es difícil generalizar de tal evidencia. No digo que los eventos imaginados debajo sean lo que va a ocurrir, pero espero que ocurran cosas similares a ésas; las lecciones de la historia no van más allá.


Con estas precauciones, ahí va un boceto narrativo del tipo de futuro que nos espera.
***************************************


La segunda ola de crisis comenzó con la pandemia de Ébola, que emergió en África en 2014. Los esfuerzos para mantener el brote bajo control en sus fases tempranas fueron poco efectivos y lamentablemente infrafinanciados. Para principios de 2015 los primeros casos aparecieron en India, Egipto y el Caribe, y desde allí la pandemia se esparció a gran parte del mundo. En agosto de 2015 una vacuna pasó los tests clínicos, pero masificar la producción y distribución de una vacuna para afrontar una pandemia que se expande rápido lleva su tiempo, y  hasta principios de 2018 no estuvo bajo control en todo el mundo. Para entonces 1.600 millones de personas habían sucumbido a la enfermedad, y otros 210 millones habian muerto como resultado del colapso en la distribución de alimentos y la atención sanitaria en grandes áreas del tercer mundo.


La lucha contra el Ébola se complicó con la depresión económica global que sobrevino en 2015 cuando el boom económico del fracking implosionó, y la industria turística colapsó debido a la pandemia. Los mercados financieros fueron estabilizados gracias a la introducción de grandes cantidades de deuda pública, como lo fueron durante el crack de 2008, pero la economía real de bienes y servicios no es tan fácil de manipular; el desempleo aumentó, la recaudación tributaria se hundió y una docena de naciones incurrieron en impago de su deuda. Los políticos insistieron, como habían hecho la década anterior, en que dejando las manos libres a los ricos se restauraría la prosperidad; su incapacidad para tomar ninguna acción constructiva sentó las bases para el siguiente acto en la tragedia.


El primer partido neofascista fue fundado en Europa antes del final de la pandemia, y creció rápidamente durante los años de la depresión. En 2020 y 2021 los neofascistas ganaron fuerza en tres naciones europeas, en plataformas contra la inmigración, contra la Unión Europea y contra la banca; su éxito estimuló iniciativas similares en todas partes. Aún así, el ascenso del neofascista Partido del Pueblo Americano como principal fuerza en las elecciones de 2024 desconcertó a la mayor parte de los observadores. Cuatro años más tarde el PPA arrasó en las elecciones, y mediante leyes transformó el congreso en un cuerpo de asesores, permitiendo el gobierno por decreto presidencial. Mientras tanto, a medida que más naciones europeas abrazaban el neofascismo, Europa se dividió en bloques hostiles, lo que condujo a la disolución de la UE en 2032 y a la guerra europea de 2035-2041.


Para el momento en que estalló la guerra en Europa la popularidad del PPA había caído drásticamente debido a los problemas económicos que continuaban, y la insurgencia contra el nuevo régimen había emergido en el Sur y en las montañas del oeste. Los ataques contrainsurgencia no se demostraron más efectivos de lo que habían sido en Irak o Afganistán, y durante la siguiente década buena parte de los Estados Unidos se hundieron en unas condiciones de estado fallido. En 2046, después de que el régimen usara armas nucleares tácticas en tres ciudades tomadas por los rebeldes, una facción disidente del ejército de los EE.UU. lanzó un ataque nuclear sobre Washington D.C., terminando con el régimen del PPA. Los intentos de establecer un nuevo gobierno federal fallaron durante los siguientes dos años, y los antiguos Estados Unidos se dividieron en siete naciones.


Fuera de Europa y Norteamérica los cambios fueron menos dramáticos, con la guerra civil iraní de 2027-2034 y la guerra sino-japonesa de 2033-2035 entre los principales incidentes. La mayor parte del Tercer Mundo estaba en una situación de postración por la pandemia de Ébola, y la población continuó declinando gradualmente a medida que la crisis económica se cobraba su peaje y los efectos a largo plazo de la pandemia se dejaban ver. Para 2048 alrededor del 15% de la población mundial vivía en áreas que ya no eran gobernadas por estados-nación.


Los años entre 2048 y 2089 fueron una era de relativa paz bajo la hegemonía global china. El caos de los años de la crisis eliminó muchos de los hábitos de despilfarro, tales como el automóvil privado y los viajes aéreos frecuentes, y se complementando recursos renovables con lo que quedaba de la producción mundial de combustibles fósiles se pudieron cubrir las necesidades de una población global menor y mucho menos extravagante. El nivel del mar había empezado a subir de forma sostenida durante los años de la crisis. Irónicamente, la necesidad de reubicar puertos y ciudades costeras minimizó el desempleo durante las décadas de 2050 y 2060, proporcionando una relativa prosperidad a las clases obreras. Los costes altos y en aumento del precio de la energía provocaron la desautomatización de muchas industrias, con similares efectos.


El ritmo del cambio climático se aceleró, sin embargo, a medida que el dióxido de carbono resultante de un uso más despreocupado de los combustibles fósiles durante los años de la crisis continuaba sus efectos inevitables, llevando las banquisas polares a su colapso y volviendo imprevisibles las cosechas en todo el globo. La sequía atenazó el sudoeste americano, forzando a la mayor parte de la población de la región a desplazarse y convirtiendo la zona en una región sin estado de facto. El mismo proceso desestabilizó buena parte de Oriente Medio y el sur de Asia, abonando el terreno para una nueva crisis.


Los niveles de población se estabilizaron entre las décadas de los 2050 y los 2060, y comenzaron a disminuir de nuevo después. El primer culpable fue de nuevo la enfermedad, esta vez por una amplia gama de patógenos. La expansión de las enfermedades tropicales a regiones anteriormente templadas, la extensión de las resistencias a los antibióticos por parte de los patógenos bacterianos y el enorme daño a las infraestructuras sanitarias durante los años de la crisis jugaron su parte esta vez. Las primeras migraciones de refugiados climáticos también contribuyeron a diseminar las enfermedades.


La última década antes de 2089 fue un tiempo de problemas renovados, con tensiones políticas enfrentando a China y sus principales aliados, Australia y Canadá, contra el poder naciente de la Unión Sudamericana (formada en el tratado de Montevideo de 2067 entre Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay), y la insurgencia en Europa Oriental allanando el camino a una segunda guerra europea. Los problemas económicos debidos a repetidas malas cosechas en Norteamérica y China, sumado a las sequías, distrajeron a todos salvo a los científicos de lo que estaba ocurriendo con la cobertura de hielo de Groenlandia hasta que fue demasiado tarde.


El colapso de la cubierta de hielo de Groenlandia, que comenzó a ser serio en verano de 2089, supuso un duro golpe a la ya raída civilización. El agua de deshielo vertida en el Atlántico norte detuvo la circulación termohalina, la principal conductora de las corrientes oceánicas del mundo, provocando bruscos cambios en el tiempo de la mayoría de las zonas climáticas mundiales, mientras los niveles del mar ascendían de golpe. Mientras estos hechos empeoraban los refugiados climáticos huyeron de la sequía, las inundaciones o la hambruna en cualquier dirección que prometiera supervivencia, una promesa que en la mayor parte de los casos no se cumpliría. Aquellas naciones que abrieron sus fronteras colapsaron ante la entrada de millones de inmigrantes muertos de hambre. Aquellas que trataron de cerrar sus fronteras se encontraron en guerra con pueblos enteros en migración, en muchos casos armados con las armas de los ejércitos anteriores a la crisis.


El impacto completo del desastre de Groenlandia se tomó su tiempo, pero el shock inicial a los patrones climáticos fue suficiente para disparar la segunda guerra europea de 2091-2111. La Guerra de los Veinte Años, como fue llamada, confrontó a la mayor parte de las naciones de Europa entre sí en lo que comenzó siendo una batalla por la dominación y terminó siendo una batalla por la supervivencia. A medida que los combates se recrudecían mercenarios de Oriente Medio y África formaban una parte cada vez mayor de los combatientes. La derrota final de la alianza franco-sueca en 2111, aunque terminó con la guerra, dejó a Europa convertida en una ruina destrozada incapaz de detener la marea humana desde las regiones devastadas en el lejano sur y este.


En otros lugares, las migraciones y el catastrófico cambio climático derrumbó la mayor parte de las naciones de Norteamérica, mientras China se disolvía en una guerra civil. Australia y la Unión Sudamericana se beneficiaron de modo imprevisto de un aumento de las lluvias en sus territorios, ambas naciones sobrevivieron a la primera ola de problemas más o menos intactas, sólo para afrontar repetidas invasiones de inmigrantes armados en las siguientes décadas. Tampoco a esto sucumbieron, pero la mayor parte de sus recursos fueron a parar a la lucha por la superviviencia.


Los historiadores que tratan de entender el curso de los eventos en buena parte del mundo se ven obstaculizados por registros dispersos y fragmentados, dado que no sólo los estados nación y sus instituciones habían desparecido, sino también la más básica alfabetización se había evaporado en muchas regiones. Mientras las migraciones continuaron la vida sedentario se hizo imposible en ningún lugar próximo a los principales lugares de tránsito de población. En otros lugares los locales y los migrantes hicieron del trabajo o el combate su modo de vida, o bien fracasaron en ello extérminandose unos a otros. La violencia, la hambruna y la enfermedad se cobraron su peaje y llevaron a la población mundial por debajo de los dos mil millones.


Para la década de 2160, sin embargo, la mayor parte de las migraciones había llegado a su final, y una relativa estabilidad regresó a muchos lugares del planeta. En lo que siguió la Unión Sudamericana se convirtió en la potencia dominante del planeta, aunque su poder internacional se limitaba a una modesta flota de altamar patrullando rutas marítimas y una red de alianzas con los alrededor de doce estados nación que todavía existían. La carencia crítica de recursos no renovables hizo de la chatarrería una industrias más florecientes de la era, un mercader de chatarra emprendedor que supiera cómo regatear con los aldeanos y nómadas de las zonas sin estado para rascar algo de tecnología de las ciudades abandonadas podía hacerse rico en un solo viaje.


Importante como fue, esas tecnologías de chatarra sólo eran accesibles a unos pocos. La Unión y unos pocos otros estados nación tenían todavía alguna vetusta aviación militar operativa, pero el comercio marítimo de nuevo era acarreado en barcos veleros, y los carruajes de caballo eran el modo de transporte estándar en tierra, lejos de los ferrocarriles. La comunicación por radio había sustituído tiempo atrás a los últimos fragmentos de la Internet, y redes eléctricas sólo podían ser encontradas en algunas ciudades. Y de la mayor parte de la alta tecnología de siglo y medio antes la mayor parte de la gente no guardaba recuerdo en absoluto.


Al final, sin embargo, la era de la supremacía de la Unión fue poco más que un respiro, posibilitado sólo por el colapso de la vida colectiva en las zonas sin estado. A medida que éstas empezaron a recuperarse de la era de las migraciones y que el control de la chatarra pasara a manos de señores de la guerra locales, las frágiles economías de los estados nación se resintieron. Las rivalidades por el acceso a los lugares de chatarra todavía disponibles para su explotación condujo a crecientes tensiones entre la Unión y Australia, y ello al último acto de la tragedia.


Éste se puso en acción por la guerra del Pacífico entre la Unión y Australia, que comenzó en 2238 y devastó las economías de ambas naciones. Tras la desastrosa batalla de Tahití en 2241 la capacidad de la marina de la Unión para mantener las rutas marítimas abiertas y libres de piratería fue cosa del pasado. El comercio marítimo colapsó, dejando a cada región con sus propios recursos limitados y desestabilizando aquellas partes de las zonas sin estados que dependían de la industria de la chatarra. Incluso aquellas naciones que todavía retenían formas sociales de la era industrial se transformaron en sociedades agrarias en las que toda la economía era local y la tecnología artesanal.


La paz negociada de 2244 sólo trajo el más breve respiro: una Australia fatalmente debilitada fue derrotada por los ejércitos de Malik Ibrahim tras la batalla de Darwin de 2251, y la unión se fragmentó al inicio del golpe de estado de 2268 y la guerra civil que siguió. Ambas naciones se habían vuelto demasiado dependientes de la tecnología de la chatarra de los tiempos anteriores. El futuro pertenecía a culturas sucesoras recién nacidas en varios rincones del mundo, cuyos herreros aprendieron cómo convertir el metal oxidado de las ruinas de las ciudades en armas de fuego, turbinas de viento, alambiques y motores para impulsar aviones ultraligeros artesanales. La primera civilización global de la Tierra había dejado paso a su primera edad oscura global, y casi cuatro siglos tendrían que pasar antes de que nuevas sociedades fueran lo suficientemente estables como para dar cabida a las comodidades de la civilización.
***************************************


Probablemente tenga que repetir que este es el tipo de futuro que espero, no el futuro concreto que preveo; los detalles son ilustrativos, no predictivos. Sea que la epidemia de Ébola salga de control o no, sea que los Estados Unidos caigan bajo un golpe fascista o corran hacia otro tipo de desastre, sea que China o alguna otra nación se convierta en la potencia hegemónica estabilizadora en el siguiente periodo de relativa paz, todo eso es lo que nadie puede adivinar. Lo que estoy sugiriendo es que eventos como los que he dibujado parece que ocurrirán mientras la civilización industrial baja a trompicones por la curva de la decadencia y caída.


En el mundo real, en el curso de la historia ordinaria, estas cosas pasan. Así ocurre la decadencia y caída de las civilizaciones que agota sus recursos base y arruina los ciclos ecológicos que las sustentan. Como he hecho notar arriba, estoy al tanto de que los creyentes en el progreso insisten en que esto no nos puede ocurrir a nosotros, pero un creciente número de gente se ha dado cuenta de que el Hada del Progreso tuvo su resbalón rosa algún tiempo atrás, y la historia normal ha ocupado su lugar en los asuntos de los humanos. Siendo así, acostumbrarse a lo que la historia corriente nos trae podría ser un hábito altamente útil que cultivar ya mismo.






(*) Se refiere al asesinato del archiduque Francisco Fernando en Sarajevo, en 1914, origen de la I guerra mundial, y a la batalla de Dien Bien Phu, en 1954, durante la guerra de Indochina, cuando el imperio francés fue derrotado, siendo la primera vez en la historia del imperialismo colonialista europeo (posterior a las independencias americanas) en que una metrópolis cae derrotada ante los independentistas. La batalla marcó el fin del colonialismo francés en Indochina, y supuso un hito en la historia de la descolonización posterior.
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Re: POST: John M. Greer –“Un resbalón rosa del Hada del Progreso”

Mr Mindundi
Gracias por el trabajo Demóstenes!!

Saludos
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Re: POST: John M. Greer –“Un resbalón rosa del Hada del Progreso”

jose1024
En respuesta a este mensaje publicado por Demóstenes Logógrafo
"Antes o después, una crisis superará abrumadoramente las últimas defensas, y la civilización caerá, dejando restos remanentes de sí misma que forcejearán entre sí y brillarán por un tiempo antes de que la larga noche se cierre sobre ellos"

Poetico.

Una ida de olla curiosa pero a decir verdad he dejado de leer al poco de ver como fallaba en su prediccion del Ebola, ese dia le habia dado a los hongos o a otras hierbas.


Gracias Demóstenes.
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Re: POST: John M. Greer –“Un resbalón rosa del Hada del Progreso”

Crates
Jose, es que JMG no debe de ser considerado un analista serio porque en realidad es un creador de ficción que ha basado su obra en torno al tema del colapso de la civilización industrial, pero nada mas. Luego que te guste o no su obra es otra cuestión, y no dudo que pueda ser entretenida y esté bien ejecutada. Pero lo que no puede ser es que sea tomado por un investigador relevante.

Observa por ejemplo esto que escribía:

"En el mundo real, cuando las civilizaciones agotan sus recursos base y arruinan los ciclos ecológicos que los sustentan, caen. La caída es algo que tarda en ocurrir entre uno y tres siglos de media, y no, las civilizaciones grandes y complejas no caen de un modo notoriamente más rápido o lento que las más pequeñas y simples."

Eso es totalmente absurdo, y no muestra más que empecinamiento en defender su concepto que se ha hecho tan popular del "colapso catabólico".
El omite dos cuestiones fundamentales, y es que nunca antes hubo una civilización que fuese global y esto lo cambia todo. Y tampoco hubo ni por asomo una civilización tan compleja como la actual. Comparar por ejemplo la civilización romana o cualquier otra del pasado con la industrial es un chiste, dado que tienen metabolismos radicalmente diferentes de tamaño en muchos órdenes de magnitud.
Para realizar una proyección futura hay que utilizar análisis probabilísticos basados en la realidad física y no en analogías con colapsos civilizatorios pasados que es lo que él parece que hace.
A parte de tener una mejor comprensión de como funciona la economía actual de lo que él parece que la tiene (por ejemplo del sistema financiero y su relación con la cadena de suministros de todo tipo).

Pero allá cada cual, que para gustos los colores.
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Re: POST: John M. Greer –“Un resbalón rosa del Hada del Progreso”

Demóstenes Logógrafo
En respuesta a este mensaje publicado por jose1024
jose1024 escribió
Una ida de olla curiosa pero a decir verdad he dejado de leer al poco de ver como fallaba en su prediccion del Ebola, ese dia le habia dado a los hongos o a otras hierbas.
Ese es el problema de entender en sentido literal un relato de ciencia-ficción. Lo importante no son los hechos concretos sino el marco general.
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Re: POST: John M. Greer –“Un resbalón rosa del Hada del Progreso”

jose1024
Se que es una ficcion desde el primer momento, no soy.... tan tonto, simplemente no se me apetecia leer una ida de olla que es lo que estaba leyendo, aunque digo que pare cuando le fallo lo del ebola en realidad pare un poco despues y lo hice por que seguia hilando la fantasia, Greer es un clarividente de la realidad, el pasado y el futuro cercano, pero en mi opinion es bastante malo como escritor de ficcion.
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Re: POST: John M. Greer –“Un resbalón rosa del Hada del Progreso”

Demóstenes Logógrafo
jose1024 escribió
Se que es una ficcion desde el primer momento, no soy.... tan tonto
Vaya por delante que nunca he insinuado algo así, joer, ni he pretendido que lo pareciera
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Re: POST: John M. Greer –“Un resbalón rosa del Hada del Progreso”

Beamspot
En respuesta a este mensaje publicado por Crates
O sea, que esta vez es diferente. Es global y tiene un metabolismo endiablado.

Pero una de las primeras cosas que va a caer precisamente es la globalización (¿acaso no es lo que está haciendo Trump, Le Pen y compañía?), y el metabolismo (corta la luz, y con ella internete, sube un porrón el precio del gasoil, y veremos a que velocidad van pasando las cosas).

Y ese será el primer escalón, pero no el último.

Una vez quitas eso, tienes otra vez imperios más o menos localizados, de menor complejidad, y a otro ritmo.

Y hablando de metabolismos, ¿te has parado a leer la historia de la revolución francesa y compañía? Porque en mi parecer, eso no fue precisamente un metabolismo lento si lo comparamos con la velocidad a la que estamos cayendo o que se están produciendo los cambios políticos hoy en día. De hecho, una de las quejas y problemas del Peak Oil es precisamente que las cosas son más lentas de lo que parece.

El tempo no lo dictan las tecnologías.

Esto es un tema humano. Y la velocidad y el ritmo, lo marcamos nosotros, no internete.
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Re: POST: John M. Greer –“Un resbalón rosa del Hada del Progreso”

Fleischman
En respuesta a este mensaje publicado por jose1024
El propio JMG dice: "Probablemente tenga que repetir que este es el tipo de futuro que espero, no el futuro concreto que preveo; los detalles son ilustrativos, no predictivos."

No pueden serlo, puesto que tiene varios relatos de ficción y no pasa lo mismo en ellos...

Lo que viene a decir, tal como yo lo entiendo, es que (grosso modo): "Estas cosas pasan. Y esta vez no será diferente."

El detonante suele ser un cisne negro que nadie ve venir (el propio Greer tampoco, obviamente).

Y lo que distingue a esta visión del futuro del mad max clásico es que él ve un proceso, no no hecho puntual y a tomar por saco todo. Proceso con antibajos (aunque con tendencia, claro está, a la baja).

No me busquéis para ir al frente en la guerra europea de 2035, por cierto.
La noche es oscura y alberga horrores.
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Re: POST: John M. Greer –“Un resbalón rosa del Hada del Progreso”

Peng
En respuesta a este mensaje publicado por Demóstenes Logógrafo
Gracias compañero, gran trabajo
...Así, sobre poco aire,
no podrían sostenerse grandes alas.
Por eso Peng se eleva a noventa mil li
y apoyado sobre el viento al que cabalga,
con el Cielo arriba, a sus espaldas,
emprende ya sin demora su marcha hacia el Sur.
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Re: POST: John M. Greer –“Un resbalón rosa del Hada del Progreso”

Dario Ruarte
En respuesta a este mensaje publicado por jose1024
jose1024 escribió
Una ida de olla curiosa pero a decir verdad he dejado de leer al poco de ver como fallaba en su prediccion del Ebola, ese dia le habia dado a los hongos o a otras hierbas.

Veo que, por "dejar de leer", te perdiste la siguiente frase:

Probablemente tenga que repetir que este es el tipo de futuro que espero, no el futuro concreto que preveo; los detalles son ilustrativos, no predictivos. Sea que la epidemia de Ébola se salga de control o no, sea que los Estados Unidos caigan bajo un golpe fascista o corran hacia otro tipo de desastre, sea que China o alguna otra nación se convierta en la potencia hegemónica estabilizadora en el siguiente periodo de relativa paz, todo eso es lo que nadie puede adivinar. Lo que estoy sugiriendo es que eventos como los que he dibujado parece que ocurrirán mientras la civilización industrial baja a trompicones por la curva de la decadencia y caída.
A veces no hay que "dejar de leer", sino aprovechar el texto en su conjunto para entender lo que el autor trata de explicar a través del mismo.
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Re: POST: John M. Greer –“Un resbalón rosa del Hada del Progreso”

Crates
En respuesta a este mensaje publicado por Beamspot
"Pero una de las primeras cosas que va a caer precisamente es la globalización (¿acaso no es lo que está haciendo Trump, Le Pen y compañía?),"

Juraría que todavía no han hecho nada. Una cosa es lo que se dice, y otra lo que se puede hacer. Desglobalizar sería conducir al sistema financiero a su colapso, así que no dudes que ningún político, salvo un loco tipo Hitler, va a hacer eso. De hecho ese sería entonces el cisne negro que activaría el proceso de destrucción de la economía. Supongo que Yellen ya habrá tenido -o la tendrá- una entrevista con el zumbado del Trump, y le habrá puesto en sus sitio.
No se puede desglobalizar porque la economía moderna necesita del crecimiento, y desglobalizar es un decrecimiento.

Insisto a pesar de que se me ignora: hace falta una proyección gráfica del consumo energético mundial basado en el trabajo de JMG. Sin esa herramienta es muy difícil ponderar nada.
Por otro lado a mi no me importa lo que vaya a ser de las posibles civilizaciones o imperios futuros si estas no son industriales porque lo que aquí se trata es la civilización industrial que es en la que todos nosotros vivimos y dependemos para nuestra supervivencia.

Y no sé a que te refieres con eso de la revolución francesa.

Los que piensen que autores como por ejemplo Turiel descartan del todo previsiones muy dramáticas como las de Gail Tverberg, ya les adelanto que no es así. Lo que pasa es que Antonio lucha por evitar ese escenario y por eso que no lo puede reconocer abiertamente, y si me equivoco que me corrija.

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Re: POST: John M. Greer –“Un resbalón rosa del Hada del Progreso”

Dario Ruarte
En respuesta a este mensaje publicado por Dario Ruarte
Para entender a Greer (o mejorar sus descripciones del futuro) por ahí el mejor consejo es ir a su "fuente" que, el mismo lo señala una y otra vez, no es más que Arnold Joseph Toynbee (historiador y, más bien "filósofo de la historia").

Son varios sus libros relevantes -los encontrarán citados en el link que pongo- y, el que siempre menciona el Druida es su "obra magna" de 12 tomos "Estudio de la Historia". En Wikipedia hacen un buen resumen de su tesis:

https://es.wikipedia.org/wiki/Arnold_J._Toynbee

Según Toynbee, las civilizaciones son el resultado de la respuesta de un grupo humano a los desafíos que sufre, ya sean naturales o sociales. De acuerdo con esta teoría, una civilización crece y prospera cuando su respuesta a un desafío no sólo tiene éxito, sino que estimula una nueva serie de desafíos; una civilización decae como resultado de su impotencia para enfrentarse a los desafíos que se le presentan. Dio gran importancia a los factores religiosos en la formulación de las respuestas a los desafíos.
Acá hay un resumen más o menos bien hecho:

https://es.wikipedia.org/wiki/Estudio_de_la_Historia_(Arnold_J._Toynbee)

También señalar que Toynbee escribió su obra con la idea en mente de que, esta civilización, tiene el potencial para EVITAR EL FRACASO -aunque en sus obras posteriores relativiza esto-. El Druida no le dedica mucho tiempo a esta hipótesis sino que, más bien, toma la "estructura" que propone Toynbee para el desarrollo de las civilizaciones y trabaja con ella para articular su visión de "caída".

Digamos que el Druida trabaja sobre esta parte de la obra de Toynbee:

El colapso de las civilizaciones es evitable, ya que el proceso por el cual sucesivas minorías creadoras se van relevando unas a otras puede continuar teóricamente ad infinitum.

Sin embargo, puede suceder que en determinados momentos ninguna minoría creadora sea capaz de ofrecer una respuesta a un problema que aflige a la civilización, frente al cual ya no habrá solución posible. La civilización colapsa entonces y se precipita al abismo de la desintegración.

Este colapso puede asumir dos variantes, una pasiva y una activa. La pasiva consiste en la némesis de la creatividad, que es la idolatría de una institución que ha sido clave en una etapa anterior de la historia de la civilización, pero que pasa a ser un estorbo en una etapa siguiente, pese a lo cual los habitantes de la misma no se deshacen de ella por venerarla en demasía. La variante activa consiste en la hybris de extralimitarse más allá de toda medida racional, embarcándose en una carrera desenfrenada que llevará a la ruina; frecuentemente asume el carácter de militarismo suicida.
Y, una vez que una civilización entra en fase de "colapso", Toynbee observa estos elementos (que, disfrazados de diferente modo siempre son recurrentes en los cuentos del Druida):

El colapso produce un cisma en el cuerpo social, y también un cisma en el alma. El cisma en el cuerpo social se manifiesta en el fraccionamiento de la civilización en tres: una minoría dominante, un proletariado interno y un proletariado externo.
Las minorías dominantes son aquellas que, perdida su creatividad, controlan la sociedad no por la fascinación del poder creador sino por medios estrictamente militares y policiales; sus productos típicos son los estados universales y las filosofías. El proletariado interno es la masa de esclavos y desarraigados que no pueden sacarse la minoría dominante de encima; en el camino inventan las religiones superiores. El proletariado externo es el conjunto de hordas bárbaras que se apiñan alrededor de la civilización, para rematarla; este proceso las lleva a crear las edades heroicas y la épica.
Y, por si quieren ver hasta la secuencia que indica, es esta:

El proceso de desintegración de las civilizaciones se lleva a cabo en tres tiempos y medio, movimientos que son de caída y recuperación. El primero de ellos es el tiempo de angustias, en donde un grupo de estados parroquiales contienden entre sí en guerras fraticidas, el segundo es el estado universal que uno de los contendientes o un conquistador extranjero impone a la civilización como cura de reposo, y el tercero es el interregno, en donde el estado universal se desintegra y cede paso a reinos bárbaros que terminan de consumir la civilización por completo.
El Druida -y lo explica en su nota- ve la "primera fase" con las Guerras Mundiales (estados parroquiales en lucha, 1914 a 1950 aprox), posiblemente el período 1950-2020 lo vea como el "estado universal" (con la hegemonía norteamericana) y, quizás, lo que trata de imaginar como formato sea el "interregno" que, iniciaría, desde la pérdida de la hegemonía norteamericana en adelante.

===

Aclaro que en uno de sus libros -posteriores a "Estudio de la Historia", Toynbee profundiza en su concepto de que los futuros conflictos que él preveía estaban vinculados a temas espirituales o religiosos:

https://es.wikipedia.org/wiki/La_civilizaci%C3%B3n_puesta_a_prueba

La civilización puesta a prueba, obra del historiador Arnold J. Toynbee. Consiste en un conjunto de ensayos, en donde repite, especifica y ahonda algunos aspectos de sus doctrinas históricas. También aprovecha para hacer aplicación de sus conceptos e ideas históricas al momento en que escribía el libro, tratando de adelantar el desarrollo histórico de lo que vendría en el siglo XX. Predijo en el libro que las principales disputas que se suscitarían en el mundo serían de carácter espiritual, y que la religión sería el futuro campo de batalla en donde chocarían los poderes del mundo.

Si se fijan el Druida -quizás por ser Druida y no querer entrar en ese debate por sus particulares ideas- hace poco hincapié en esto. Rara vez habla de "religión" en sus proyecciones.
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Re: POST: John M. Greer –“Un resbalón rosa del Hada del Progreso”

Dario Ruarte
Como leer a Toynbee es un coñazo (lo he empezado tres veces y las tres he tenido que rendirme al sueño), la base de su hipótesis es la que luego el Druida, de modo mucho más masticable, permite seguir.

Díganme si la política de Trump y su proclama del "muro fronterizo" no les hace esbozar una sonrisa -druídica- cuando leen esto de Toynbee:

Las bandas bárbaras alrededor de una civilización en desintegración pasan a ser de amistosas y receptivas a ella, a hostiles y combativas, debido a que el poder creador de la civilización se ha acabado, y para mantener bajo control a su entorno, la minoría dominante debe recurrir a la fuerza bruta. De este modo, los umbrales de zonas decrecientemente civilizadas en la periferia son reemplazadas por limes fronterizos bien definidos, a un lado del cual está la civilización y al otro los bárbaros.

Durante un tiempo, los limes podrán expandirse, e incluso ahogar a los bárbaros si éstos tienen accidentes geográficos insuperables a sus espaldas, pero si no es ése el caso, los bárbaros podrán eventualmente frenar el desarrollo de ese limes. Progresivamente, irán adoptando elementos y técnicas de la civilización, los que obtienen por el comercio y la rapiña, al tiempo que se entrenan militarmente luchando contra los límites de la civilización. De este modo se igualan a los civilizados superándose a sí mismos, al tiempo que los civilizados, presa de su desmoralización, se igualan hacia abajo con los bárbaros (véase vulgarización y barbarización). El resultado final es que el limes revienta a favor de los bárbaros, éstos saquean el estado universal, lo aniquilan, y fundan sobre él estados sucesores (reinos bárbaros), que quemarán los últimos restos de la civilización durante el interregno, en una mortífera guerra fraticida por el botín rapiñado.
Hoy que estamos llenándonos de "limes definidos" (vallas en Ceuta en Melilla, freno a los refugiados en los campos de Turquía, completar el muro con México, muralla entre Israel y Palestina) y donde los bárbaros se entrenan militarmente luchando en los arrabales de la civilización (narcotráfico y bandas centroamericanas y mexicanas, siria y medio oriente, etc.)... como para no esbozar una sonrisa cuando lees a Toynbee (o a su traductor para las masas el Druida).

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Re: POST: John M. Greer –“Un resbalón rosa del Hada del Progreso”

Crates
Hombre... no hace falta ser un genio para saber que cuando las economías, las civilizaciones o los imperios empiezan a declinar, la respuesta es cerrar fronteras y que surgan lideres carísmaticos, prepotentes y populistas. De hecho, lo raro sería lo contrario ¿no crees?.
¿Pero qué nos dice eso de los tiempos de desarrollo futuro?. Absolutamente nada.

Tainter es un investigador mucho más adecuado para analizar esta cuestón que Toymbee. No hay precedente histórico de una civilización similar, por lo tanto no se puede deducir gran cosa desde el enfoque de la historia.
Por lo tanto el método de JMG es incorrecto.
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Re: POST: John M. Greer –“Un resbalón rosa del Hada del Progreso”

jose1024
En respuesta a este mensaje publicado por Dario Ruarte
He leido un poco, desencaminado no va en general, es el druida y mantiene una cierta coherencia incluso cuando saca la bola de cristal de colorines, simplemente no me apetece leer un texto tan fantasioso,  la primera parte del texto no fantasiosa esta bastante bien, luego lo leere completamente, lo que predice Greer ya esta pasando y es en cierto modo el desmoronamiento social ante un sistema que ha tenido a la gente contenta con una abundancia que cada vez cuesta mas y que se desmoronara mas cuanto mas cueste esta.

Un descenso de destruccion.

De todos modos como dice Beamspot dos o tres cambios intencionados o sucesos accidentados, desde una cuestion financiera a un virus o alguna guerra de cierto calado, pueden hacer que el chiringuito global caiga en poco tiempo y la verdad es que nadie tiene una idea cierta de por donde nos van a venir las ostias aunque algunos tengan sus sospechas.

De una u otra manera estamos demasiado expuestos, vivamos donde vivamos, somos muy globo dependientes.
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Re: POST: John M. Greer –“Un resbalón rosa del Hada del Progreso”

Parroquiano
En respuesta a este mensaje publicado por Crates
No hay precedente histórico de una civilización similar, por lo tanto no se puede deducir gran cosa desde el enfoque de la historia.... absolutamente de acuerdo Crates y ese "malentendido" nos va a jugar una broma histórica "de aquellas". saludos.
Ahora tiro yo , porque me toca. (El Indio Solari)
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Re: POST: John M. Greer –“Un resbalón rosa del Hada del Progreso”

Kanbei
En respuesta a este mensaje publicado por Demóstenes Logógrafo
Un gran trabajo Demóstenes,
lo leí en su día, y no me gustó:(

El Druida no entiende muy bien cómo se ejerce el poder,
y cae en una ficción de guerras decimonónicas.

Las armas hoy son totales, y se van a usar.
Pensar que Francia, o España, van a existir en 2111 es ser muy optimista.
Querido lector, si caíste por casualidad en este foro ya es demasiado tarde. No te molestes en entender el pico del petróleo, a partir de ahora podrás grabar con tu móvil secuencias terriblemente bellas de la Tercera Guerra Mundial. Sonríe!
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Re: POST: John M. Greer –“Un resbalón rosa del Hada del Progreso”

jose1024
Desde la segunda guerra mundial las guerras son basicamente Rusia contra Estados Unidos y sus aliados en distintas partes del globo, practicamente ningun pais en conflicto tiene una industria armamentistica y dependen de lo que le compran o reciben de algunos de los paises fabricantes.

Siria es un claro ejemplo de una guerra que puede hacerse infinita en tanto y cuanto las estructuras que la mantienen activa no reciben ningun daño.
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Re: POST: John M. Greer –“Un resbalón rosa del Hada del Progreso”

Crates
En respuesta a este mensaje publicado por Parroquiano
Eso que vienes diciendo de "la broma" en alguna otra ocasión me empieza a intrigar de verdad. ¿Para cuando tus artículos?
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Re: POST: John M. Greer –“Un resbalón rosa del Hada del Progreso”

Parroquiano
Para una o dos semanas,... la falta de plata, el fin de año, están haciendo mella en mi Hospital, tratando de imponer orden en el caos que nace de la desesperanza, la gente vive como puede  y trabaja como puede... y en medio de eso me toca hacer respetar las normas...no tengo muchos amigos

...en fin como dicen por acá ... es la que hay Julito, es la que hay.

saludos.
Ahora tiro yo , porque me toca. (El Indio Solari)
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Re: POST: John M. Greer –“Un resbalón rosa del Hada del Progreso”

Crates
Madre mia... espero que no sea para tanto la situación en tú curro.

Un saludo y a tú negra dale un beso de mi parte
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Re: POST: John M. Greer –“Un resbalón rosa del Hada del Progreso”

Parroquiano
 Naaa, si me echan me echo al monte, pero esta malo el ambiente. También a tu compañera.

Aprovecho de algunas palabras que quedaron en el tintero alguna vez... un tiempo atrás  tu me señalaste cual era tu gran miedo: la suerte que corriera tu compañera si alguna vez no estabas... yo no te contesté , sencillamente no supe que responder, supongo que en algún punto también es un miedo mio y no resuelto.

Saludos.
Ahora tiro yo , porque me toca. (El Indio Solari)