|
Este mensaje fue actualizado el .
El artículo es muy interesante. Si bien es cierto que a altos nivels de estress y concentración de población, el aumento en la mortalidad aumenta. Esto también es extrapolable al mundo animal y vegetal. Cambios en el hábitat, destrucción del suelo fértil, aumento de temperaturas y contaminación provocan que las especies originarias de un lugar no se puedan mantener.
La población humana crece, pero no podemos crecer mucho más en detrimento de nuestro medio natural. La naturaleza es nuestro sustento.
Los humanos vamos a lomos de la naturaleza. Si los medicamentos actúan es porque nuestro cuerpo se regenera de una manera natural.
Los humanos estamos creciendo en base a unos conocimientos que merman el medio natural y ponen en duda nuestra posibilidad de supervivencia. Los cambios en el origen y variedad de los alimentos que consumimos no aumentan en la naturaleza de un modo natural. La parte que les corresponde a los humanos ha ido aumentando por medio de la eliminación de los competidores de nuestra especie. Determinados insectos, plantas, aves, mamíferos... que forman parte del ciclo natural y reproductivo de las plantas y de los árboles de los cuales deseamos sus frutos o medicinas.
Ahora hay un raro equilibrio que no es sostenible y que caerá sí o sí.
Hemos roto el ciclo del fósforo, lo cual es grave y los insecticidas quedarán en el ambiente.
existe un equilibrio dinámico de autoregulación, en nuestro planeta que fluctúa naturalmente en períodos largos de tiempo pero no creo que sepamos si es estable. Ahora monitorizamos variables de lluvia y de temperatura, pero son conocimientos recientes.
Es posible pensar que la transferencia caótica de todos los elementos que desequilibran la biosfera podría dar lugar a una fase de estabilización.
Lo que queremos los humanos es tener la capacidad de decisión para conseguir una autonomía del medio en el que vivimos y nos hacemos valer de elementos ya existentes y nuestra única aportación al planeta es su transformación al uso, lo que implica un terrible daño para el ecosistema y para nosotros mismos.
Somos en definitiva un estorbo para el medio natural.
|