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José:
1) Tratamos de seguir un orden en los TITULOS para que no sean CONFUSOS y, cuando busquemos algo, lo podamos ENCONTRAR.
Básicamente hacemos esto:
a) Cuando comentamos un POST NUEVO en blogs que seguimos (el de Turiel, Greer, Tverberg, etc.) empezamos el título con la palabra "POST"
b) Luego, tratamos de poner el nombre del autor (Turiel, Greer, etc.)
c) Luego, ponemos el TITULO QUE USO EL AUTOR de modo tal de relacionarlo correctamente.
En este caso, el título de este tema tendría que ser:
"POST: Turiel - Mi Colapso y yo descendiendo poco a poco"
Al titular de ese modo es fácil encontrarlo pero, si ponés "ULTIMO POST" como has titulado en este caso, mañana, cuando pongan un post nuevo, nos vamos a confundir todos.
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2) Fijate si podés entrar en modo EDICION en tu tema y CAMBIAR EL TITULO !!
El único que puede hacer esto eres tú.
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3) Entrando en materia está claro que, al menos en el sector de la investigación pública la cosa viene pesada desde hace varios años y, tiene toda la pinta de continuar agravándose.
Para peor hay estructuras que funcionan dentro de ciertos rangos pero no lo hacen fuera de sus límites y, mucho me temo que si se va a bajar el presupuesto de investigación no basta con cosmética, habrá que hacer cambios profundos -que, a estarme a lo comentado por Antonio, no se están encarando-.
Un ejemplo ayudará a entender lo que digo.
Imaginen un bar en una zona que está creciendo... se construyen más edificios, oficinas, se suma la boca de un metro, cada vez hay más gente... el bar cada vez tiene más clientes y el propietario, con buen tino, empieza a ampliar su estructura para dar una respuesta adecuada a ese fenómeno.
Alquila o compra el inmueble del lado, amplía las instalaciones, hace una enorme cocina y pone una cámara frigorífica, empieza a dar servicio de restaurante, contrata más personal en varios turnos y, como manda la norma les pone instalaciones adecuadas (vestidores, sala de empleados, sanitarios, armarios para sus cosas).
Todo marcha viento en popa, ingresa dinero.
Un buen día -por la causa que fuera- la zona empieza a perder vuelo, las oficinas empiezan a vaciarse, el público se retira, viene menos gente.
En un primer momento, el dueño del hoy "bar y restaurante" tratará de tomar las medidas correctivas más suaves y habituales: empezará con oferta de menús, despedirá algún mozo o cocinero, bajará la calidad de sus insumos, buscará reducir los desperdicios, tratará de ahorrar en electricidad.
Pero, esas medidas no cambian el escenario porque, lo que lo está afectando no es SU OPERACION sino EL MERCADO.
Si el dueño no tiene la inteligencia para ver eso, entrará en una fase de declinación triste porque, su restaurante será cada vez peor... comida de menos calidad, empleados más precarios, deterioro de la infraestructura que ya no es reparado... y seguirá por esa pendiente hasta que en su fase más crítica deje de pagar impuestos y, al final, quiebre y cierre.
Si hubiera querido evitar eso hubiera tenido que hacer "cirugía mayor", cerrar la ampliación, despedir al personal que ahora no necesita, volver al bar más pequeño, adecuarse a un mercado más chico y seguir siendo rentable... en ese caso quizás hubiera podido sobrevivir.
Por un camino tendremos un bonito "bar y restaurante" quebrado.
Por el otro camino volveremos a un pequeño bar -quizás coqueto y agradable- que puede seguir adelante.
El CSIC vivió el ciclo expansivo de España y Europa de las últimas décadas... había dinero, creció, se puso bonito, albergó a miles de investigadores, tuvo acceso a fondos europeos y españoles, había investigación y requerimiento por parte de las empresas... todos felices.
Hoy, pretender mantener la estructura sin cambios mientras "el barrio se achica" a lo único que puede conducir es a una crisis terminal o una decadencia demasiado triste.
Se necesita una planificación estratégica, una redefinición de objetivos, un liderazgo inteligente y una ejecución brillante para adecuarlo a la realidad.
Siempre es triste dejar atrás la época del "bar y restaurante" enorme, lleno de luces y gente a toda hora para regresar al pequeño bar pero, siempre es mejor que haya un pequeño bar en la zona antes que NADA porque, el enorme restaurante no pudo seguir adelante y quiebra dejando tras de si un enorme hueco y un montón de sillas abandonadas.
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Lamentablemente el paradigma para CRECER es sencillo, todos lo entienden, todos sonríen, todos lo disfrutan pero, el paradigma para DECRECER es muy complejo y, si bien puede hacerse de un modo razonablemente adecuado y llegar a un resultado eficiente, no siempre existe la capacidad de análisis estratégico para definirlo y la capacidad de ejecución para administrarlo.
En muchos casos la gente prefiere luchar por el restaurante hasta que llega la quiebra antes que redefinir la situación y volver al bar. Por eso es más frecuente llegar a las crisis terminales o arrastrar la decadencia durante décadas antes que establecer fórmulas específicas para el momento del decrecimiento.
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Cerrado
