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Ya luego, si te apetece, puedes revisar y comentar los distintos hilos que se encuentran en el foro. O abrir nuevos temas. Un saludo Autor del texto: Gabriel Anz CRISIS ENERGÉTICA, DINERO y GOBIERNOS El petróleo y el gas -por su potencia, versatilidad, abundancia y bajo costo relativo- permitieron transformar el mundo, globalizándolo e interconectándolo en tan solo 156 años de historia moderna. Y ya sea como combustibles, compuestos químicos y materiales, estos conforman más del 90% de todo lo creado por el Hombre… lo que incluye avances científicos, tecnológicos y productivos, además de profundos cambios culturales, sociales, políticos, demográficos y ecológicos, que sin dudas deben revisarse si aspiramos a preservar la sustentabilidad del Hábitat y del Bioma en general. La de los hidrocarburos es energía del sol acumulada y concentrada durante millones de años, que no se repone a escala humana y que no tiene reemplazo a la vista. Hoy las energías alternativas representan un 3 o 4% del cóctel total, solo producen electricidad (que no es energía sino un vector) y en general son de bajo rendimiento, alto costo y con alta dependencia en los hidrocarburos. Igualmente se piensa que tendrán un rol importante en la transición energética, pero si no aparece otra fuente de energía semejante a la de los hidrocarburos y que sea amigable con el medioambiente, la Humanidad tendrá que readaptarse a formas de vida mas austeras. Desde la década de los 70 del siglo pasado, la energía neta disponible per cápita ya había comenzado a descender. A partir del año 2005 la producción de petróleos convencionales se estancó y desde entonces la brecha entre demanda y oferta se fue cubriendo con "otros líquidos" (biocombustibles, combustibles sintéticos y combustibles de petróleo y gas no convencionales). Hoy, año 2015, los hidrocarburos de calidad, rentables y fáciles de extraer escasean, pues los tiranos límites físicos y geológicos se imponen y la relación entre el dinero y la energía que se destina para obtener energía (sic) está resultando de balance negativo en buena cantidad de explotaciones convencionales y producciones alternativas. Y desde el año 2008 se desató una “fiesta” de deudas, subsidios, estímulos financieros, impresión de dinero y suba de impuestos, con el fin de alentar la explotación hidrocarburífera que permita todavía sostener en frágil equilibrio el modelo materialista y consumista al que nos hemos hecho adictos, pero a cuenta de un futuro que se ha tornado vidrioso y con fuertes tensiones. Las causas se encuentran en la estrecha relación que existe entre la ENERGÍA y el DINERO. Porque es la energía y su potencial para hacer posible la creación y comercialización de riquezas y bienes tangibles, lo que justifica el uso masivo de dinero. No al revés como se suele pensar, porque el dinero no es energía sino que solo es el medio práctico que facilita el “intercambio de formas materializadas de energía”. Y cuando la energía se encarece, impacta en toda la cadena de producciones y de valores, excluyendo paulatinamente a quienes están en los últimos eslabones de dicha cadena, por no poder absorber los costos de vida y de producción crecientes, en relación a las ganancias menguantes. Esta situación retroalimenta una espiral negativa de destrucción de oferta y demanda, sobre la cual los privados y los gobiernos tienen poco control y margen de maniobra… en especial los últimos, que intentan absorber las quiebras de los primeros, con costos asfixiantes que se siguen trasladando al moribundo sector productivo. O se toman deudas y se trata de seguir con la “fiesta” como sea o se hacen dolorosos ajustes con los consabidos efectos sobre la economía y la sociedad. Las dos opciones garantizan similares resultados… por lo que al parecer -mientras dure- es más fácil seguir de “fiesta”.
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Las definiciones entre recursos y reservas confunde el mensaje del cenit del petróleo. Voy a tratar de aclarar estos conceptos para que el fenómeno del peak oil no sea desvirtuado. Para conseguir este importante propósito me ayudo del inestimable conocimiento del profesor Mariano Marzo y de las deducciones inteligentes de Daniel.
--------------------------------------------------------------------------- Para conocer si el mundo podrá hacer frente en un futuro inmediato a la creciente demanda de petróleo resulta imperativo conocer con un cierto grado de exactitud las cifras sobre los recursos y reservas de petróleo existentes en el subsuelo del planeta. Sin embargo, esta tarea no resulta fácil. En primer lugar, por la opacidad con la que muchos gobiernos tratan el tema de sus recursos y reservas; en segundo lugar, por la disparidad de criterios existente a la hora de evaluar y cuantificar estos; y, finalmente, por las incertidumbres inherentes a cualquier análisis del subsuelo y a las previsiones de futuro en materia de economía, desarrollo tecnológico y políticas gubernamentales. El volumen de petróleo acumulado en las rocas de la corteza terrestre es finito y puede clasificarse según el grado de certeza que tengamos sobre su existencia y la probabilidad de que su extracción resulte provechosa. 1. Las reservas probadas (o reservas 1P) son aquellas sobre las que existe una "certeza razonable", o una probabilidad mínima del 90% (P90), de que podrán ser extraídas de forma rentable, utilizando la tecnología disponible en el momento y sopesando un conjunto de datos actualizados sobre la geología, costes de extracción, precios de venta, grado de comerciabilidad y coyuntura política. Las reservas probadas pueden subdividirse a su vez en desarrolladas y por desarrollar, dependiendo de que su explotación requiera, o no, inversiones adicionales a las ya efectuadas. 2. Las reservas probables se definen igual que las anteriores, con la salvedad de que la probabilidad exigida para que su extracción resulte rentable es como mínimo del 50%. Este tipo de reservas también son conocidas como reservas P50 o 2P (probadas + probables). 3. Las reservas posibles se diferencian de las otros dos porque la probabilidad exigida para que su extracción resulte provechosa es como mínimo del 10%. Estas reservas también se conocen con el nombre de P10 o 3P (probadas + probables + posibles). 4. Recursos contingentes: Aquellos volúmenes de hidrocarburos descubiertos mediante estudios y perforación del subsuelo, pero cuya producción no es viable comercialmente. 5. Recursos prospectivos: Los volúmenes de hidrocarburos cuya existencia en una determinada región resulta factible en base a criterios científicos, pero cuya existencia cierta todavía no ha sido verificada mediante la perforación. Conviene, por tanto, separar claramente los términos reservas y recursos, y cuando se habla de las primeras, aclarar si se trata de probadas, probables, o posibles. Algo que queda muy lejos de las prácticas habituales de muchas petroleras estatales. Asimismo, es importante subrayar que las estimaciones de reservas para cada una de las categorías cambian con el tiempo y que un tipo de reservas puede convertirse en otro a medida que evolucionan la tecnología disponible, el conocimiento geológico, la situación política, así como los costes de extracción, precios de venta y comerciabilidad del petróleo. Reservas técnicas y reservas políticas Si bien se ha avanzado en el establecimiento de un sistema armonizado para la definición y clasificación de los recursos y reservas de hidrocarburos, en la práctica, la manera en que estos se miden todavía difiere ampliamente según el país y el marco jurídico. No hay un nivel de referencia o normativa legal acordados internacionalmente sobre que pruebas se necesitan para certificar un descubrimiento, ni sobre los parámetros que deben utilizarse para determinar si el petróleo o el gas hallado puede ser extraído de forma rentable con una u otra probabilidad. Frecuentemente se suele afirmar que todas las previsiones pasadas se han demostrado incorrectas. En gran medida, esta opinión es consecuencia de las conclusiones popularizadas por los “peak oilers” en la década de los setenta de que la producción mundial de petróleo empezaría a declinar en los siguientes treinta años, cosa que no sucedió. Sin embargo, este hecho no justifica una descalificación general a cualquier intento de pronosticar el futuro, ya que existe la posibilidad de que los pronósticos citados tan solo se hayan equivocado en unos cuantos años. Además, no hay que perder de vista que las previsiones más pesimistas tienen una mayor probabilidad de ser desmentidas por la historia antes que las más optimistas y que algunas de estas últimas también han resultado equivocadas. En cualquier caso, la falta de acierto demostrada por algunas proyecciones nos recuerda la necesidad de ser muy humildes y precavidos sobre el tema de la modelización a largo plazo del suministro futuro de petróleo. (los pronosticos de la AIE no son del todo fiables, además tiende a adherirse a las tesis cornucopianas) La historia reciente de las proyecciones publicadas por la Agencia Internacional de la Energía constituyen un interesante ejemplo de cuan complicado puede resultar la tarea de predecir el futuro del suministro mundial de petróleo. Este organismo reconocía en 1998 la posibilidad de que la producción global de petróleo convencional alcanzara su máximo en 2014. Sin embargo, tan solo dos años después, descartaba la existencia de cualquier problema hasta por lo menos 2030. Un desconcertante cambio de opinión explicable, en gran medida, por la evaluación más optimista de los recursos finalmente recuperables de petróleo convencional presentado el mismo año por el Servicio Geológico de los EE.UU (USGS, 2000). Mas recientemente, otro informe de 2008 ha matizado esta visión, en base a un detallado ejercicio de modelización del comportamiento individual de los campos de petróleo actualmente en explotación. Este ejercicio ha conducido a una perspectiva algo más pesimista sobre el suministro futuro, de forma que este se condiciona al de la concreción de una inversión que se describe como "intimidante". La visión de la Agencia Internacional de la Energía en su último informe de 2011 es que el cenit de la producción de petróleo convencional tuvo lugar en 2006 y que de aquí al 2030 la producción mundial de petróleo convencional se estabilizara, dibujando una meseta. Pronósticos de los cornucopianos o tierraplanistas El primer grupo de pronósticos comprende aquellos que apuestan por un crecimiento aproximadamente lineal de la producción de todo tipo de combustibles líquidos hasta 2030, de modo que sus modelos no prevén un cenit en la producción con anterioridad a dicha fecha. Estas previsiones "casi-lineales” corresponden básicamente a organismos oficiales (Agencia Internacional de la Energía y Oficina de Información Energética del Gobierno de los Estados Unidos), la OPEP y algunas petroleras (ExxonMobil, BP y ENI), cuyos pronósticos se basan esencialmente en modelizaciones de la demanda y en la subsiguiente asignación de diversas fuentes de suministro para cubrirla. (Podríamos incluir en este grupo a Steve Austin, Leonardo Maugeri, Daniel Yergin y George Monbiot entre otros) Pronósticos de los peakoilers: El segundo grupo de pronósticos prevé alguna forma de cenit antes de 2030, seguido de un declive más o menos pronunciado. La mayoría de los modelos de este grupo utiliza una metodología que combina una determinada estimación de los recursos finalmente recuperables a escala global y su ajuste a una curva simple. Esta aproximación ha sido seguida por organismos oficiales nacionales (BGR o Instituto Federal de Geociencias y Recursos Naturales de Alemania), compañías de petróleo (Shell, StatoilHydro y Total), consultoras (Energyfiles, Ludwig Systemtechnik o LBST, Peak Oil Consulting), grupos de investigación universitarios (Upsala) y diversos estudiosos. (Podríamos incluir en este grupo a la asociación ASPO, y autores como AMT y Pedro Prieto entre otros) Algunas conclusiones (todas son muy interesantes, recomiendo leer el artículo completo) 1. Para satisfacer el crecimiento de la demanda y al mismo tiempo compensar el declive de los campos de petróleo en explotación, la industria petrolera deberá desarrollar en los próximos veinte años una nueva capacidad productiva equivalente a más de seis veces la existente hoy en día en Arabia Saudita. Existen dudas fundadas de que este objetivo resulte factible. 2. Cuantificar de manera precisa los recursos y reservas de petróleo convencional y no convencional existentes en el subsuelo resulta una tarea muy ardua. Ello obedece a la opacidad con la que algunos gobiernos tratan el tema de sus recursos y reservas, los criterios dispares existentes a la hora de evaluar y cuantificar estos, así como a las incertidumbres inherentes a cualquier análisis del subsuelo y a las previsiones de futuro en materia de economía, desarrollo tecnológico y políticas gubernamentales. Las petroleras internacionales de capital privado son objeto de auditorias externas públicas, pero la mayoría de las petroleras estatales no están sometidas a ningún tipo de control. Este último hecho resulta especialmente grave, porque la mayoría de las reservas probadas de petróleo del mundo pertenecen a compañías controladas por los gobiernos, con cerca de tres cuartas partes de dichas reservas pertenecientes a países integrados en la OPEP. 3. Conviene diferenciar claramente los términos reservas y recursos, y cuando se habla de las primeras, aclarar si se trata de probadas, probables, o posibles. También es importante subrayar que las estimaciones de reservas para cada una de las categorías cambian con el tiempo y que un tipo de reservas puede convertirse en otro a medida que evolucionan la tecnología disponible, el conocimiento geológico, la situación política, así como los costes de extracción, precios de venta y comerciabilidad del petróleo. Extracto del artículo de Mariano Marzo titulado "suministro global de petróleo" para saber más pinche el siguiente enlace: http://www.revistaambienta.es/WebAmbienta/marm/Dinamicas/secciones/articulos/Marzo.htm ---------------------------------------------------------------------------- The Wall Street Journal publicó el pasado 26 de del 2012 el artículo "Has Peak Oil Peaked?", en el que se afirma que "si estamos en el cenit del petróleo, entonces las reservas globales no deberían estar aumentando y la capacidad de producción debería haber llegado a su máximo o estar descendiendo". La afirmación demuestra que el autor del texto es de los que no comprenden la verdadera naturaleza del cenit del petróleo, este no depende del volumen total de reservas, sino de los flujos de petróleo que llegan al mercado, de la velocidad a la que lo hacen y de su coste (tanto dinerario como energético, TRE). Baste un ejemplo para demostrarlo. Si comparamos la evolución de las reservas de petróleo mundiales en el periodo 1998 - 2011 con la evolución de la extracción (se escoge un periodo lo suficientemente largo como para permitir que un descubrimiento se desarrolle comercialmente, lo que puede llevar de 7 a 10 años), veremos que mientras que las reservas han aumentado un 51%, la extracción lo ha hecho en un 13%. Si esta diferencia indica simplemente que el mercado "no necesita más petróleo", ¿por qué ha aumentado el precio un 774% en el mismo periodo? Y frente a la realidad del precio, ¿por qué los productores no han corrido a poner esas reservas en el mercado y aprovechar así los altos precios? Por tanto, el volumen de las reservas no debería ser un argumento válido para desestimar la realidad del cenit del petróleo, existen ingentes recursos de hidrocarburos en el subsuelo del planeta, pero el criterio para convertirlos en reservas no es ni mucho menos universal y a menudo responde a motivos políticos (en el caso de las compañias estatales, que controlan la mayor parte de las reservas mundiales), o económicos (en el caso de compañias privadas que cotizan en bolsa). http://www.elecodelospasos.net/article-que-siga-la-fiesta-el-peak-oil-es-un-mito-108257919.html ---------------------------------------------------------------------------------------- Nota final: Los tierraplanistas nos dicen parte de la verdad pero no toda la verdad por lo que concluyo que nos mienten, nos engañan como bellacos. Es verdad que en el subsuelo, en la litosfera hay suficiente petróleo para freirnos, lo que no nos explican es la diferencia entre recursos y reservas, no nos dicen nada de la TRE y esos conceptos son cruciales para entender el cenit del petróleo. Otro concepto que considero clave es la segunda ley de la termodinámica y la creciente entropía, de que sirve, por ejemplo, poseer millones de tonelas de oro disueltas en el mar si no tenemos la energía necesaria para filtrar y extraer ese mineral de los oceanos. Juan Carlos
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