Los lugares oscuros del futuro

[Anselmo]

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Durante la mayor parte de la última década, he visto cómo las celebraciones del Año Nuevo se celebran cada vez con menos alharacas , y creo que es mucho más probable que esta tendencia continúe cuando 2018 toque a su fin en poco menos que dentro de una semana. Sin duda, muchas personas se alegrarán de verlo partir, pero cualquier entusiasmo generado por su partida se mezclará con pensamientos agitados , incluso abrumadores, sobre lo que 2019 traerá en su lugar.

Esas preocupaciones no son en absoluto inútiles. A pesar de las afirmaciones aún vendidas gracias al coraje cada vez más desfalleciente de los creyentes en el progreso perpetuo, la civilización industrial ya no está progresando. Más bien, se está deslizando poco a poco a lo largo de la trayectoria que he titulado El Largo Descenso: el proceso, con un promedio de uno a tres siglos de duración, por el cual toda civilización humana anterior a la nuestra ha terminado en una edad oscura. (N. T: los anglosajones utilizan este término para designar a la Alta Edad Media, posiblemente debido a que fue un periodo apocalíptico en Gran Bretaña a diferencia de otros lugares de lo que había dejado de ser el Imperio Romano de Occidente).

Eso no es algo que se pueda detener o revertir; se desarrolla a partir de conflictos imbricados en las estructuras ecológicas y económicas básicas de la civilización; Varios hitos familiares de esta trayectoria ya han sido rebasados, otros están a la vista en el camino que nos aguarda, y una implicación de tal realidad es que el resto de nuestra vida, querido lector, transcurrirá en una civilización en declive.

Eso no significa que nos enfrentemos a un futuro de tristeza sin remisión . La decadencia es un proceso caótico; las pérdidas en un lugar o década determinados se equilibran de manera rutinaria con recuperaciones parciales en un lugar diferente o en una década diferente, y también es bastante probable que las condiciones mejoren significativamente para los pobres y las clases trabajadoras, mientras que disminuyan drásticamente para aquellos que están acostumbrados a llevarse la parte del león en el reparto de la riqueza proporcionada por nuestro sistema: los ricos, sí, pero también las clases medias y medias medias, que florecen poderosamente en la extrema complejidad de una civilización en el cenit y luego terminan siendo llevadas por el viento a medida que la simplificación económica y social lleva a que sus habilidades resulten innecesarias.

Los historiadores sociales han estado señalando durante años que, cuando cayó Roma, los trabajadores pobres que pudieron mantenerse al margen cuando llegaron los ejércitos bárbaros experimentaron una mejora significativa en sus niveles de vida, mientras que las clases senatoriales y ecuestres se encontraron sumidas en la pobreza. Se podría decir que el mismo proceso está en marcha ahora, a medida que los precios de los bienes raíces y otros vehículos para la riqueza de los acomodados se desploman en valor mientras que el auge del empleo se encuentra en la base de la pirámide de empleos. Hay muchos factores que influyen en ese cambio espectacular; Las políticas arancelarias y de inmigración del gobierno de Trump han dado un fuerte impulso a los cambios que ya están siendo impulsados ​​por el crepúsculo de la hegemonía global de los EE. UU. y la insidiosa disminución de la energía neta de los combustibles fósiles.

¿Continuará en algo así como una forma lineal? Es casi seguro que no, pero sospecho que de una forma u otra, las cosas tenderán a moverse siguiendo esa trayectoria, décadas y siglos por venir. En las décadas inmediatamente posteriores, por ejemplo, aquellos jóvenes que se dejaron convencer para adquirir una educación universitaria no serán más propensos a disfrutar de tanta prosperidad que aquellos que ignoran el pensamiento dominante  y vayan a escuelas de oficios y aprendizajes por el contrario; a aquellos que se centren en tratar de enriquecerse mediante la especulación les irá  peor que a los que se centren en tratar de ganarse la vida mediante la producción de bienes y servicios, y así sucesivamente.

Es decir, muchos de los cómodos supuestos en los que nuestras clases de charlas basan sus nociones del futuro pasaron sus fechas de atracción hace bastante tiempo, y están empezando a oler definitivamente muy pasados. Con eso en mente, es hora de revisar una tradición venerable en mis blogs, revisar mis predicciones de hace un año y ofrecer predicciones sobre el año que está por comenzar.

Puedes encontrar mis predicciones para el año 2018 aquí (vinculo). Por alguna razón no hice lo que habitualmente he hecho en los últimos años, y termino la publicación con un párrafo que resume mis predicciones. Así los llevaré uno a la vez.

"Mi primera predicción para el nuevo año, por lo tanto, es que una de las historias más importantes del año será un evento que nadie haya predicho". Esa fue un éxito directo. ¿El cisne negro en cuestión?. El espectacular cambio de situación en Corea del Norte tras décadas de confrontación militar y la apertura de perspectivas para una paz duradera en ese extremo del Oriente de Asia. Nadie, pero nadie, predijo eso. Es un gran cambio, sobre todo porque los ingenieros ferroviarios rusos están ahora ocupados haciendo planes para extender el Ferrocarril Transiberiano hacia el sur a través de la península de Corea hasta los puertos en auge de Corea del Sur, abriendo la cuenca del Pacífico al comercio durante todo el año con Rusia y sus aliados Asia Central.

"El sueño demócrata de una gran victoria de mitad de período que dejase a Trump paralizado en 2019 y 2020 casi seguro será barrido por el viento". Los demócratas lo hicieron mejor de lo que esperaba, pero no lo suficientemente como para que sirviera de algo. Mientras los demócratas consiguieron el dominio de la Cámara de Representantes, Trump reforzó su control sobre el Senado, lo que le dio mucho más margen de maniobra para nombrar a los funcionarios del gabinete y a los jueces federales, y el impeachment no tiene posibilidades a menos que 2/3 de los votos del Senado resulten condenatorios, por lo que está asegurado para Trump al menos para Los próximos dos años. (Las afirmaciones de los demócratas de lo contrario muestran una asombrosa ignorancia de los principios básicos de la ley constitucional de los Estados Unidos). Su despido del Fiscal General Sessions y su pronunciado cambio de sentido en la guerra en Siria no son los actos de un presidente sin opciones; Por el contrario, Trump está claramente envalentonado por el cambio en el Senado.

"Los EE. UU. Están tratando de llevar a cabo la operación más difícil de las operaciones militares, una retirada organizada a través de un territorio hostil ... esperan que los EE. UU. Se desbaraten y amenacen en un intento de ganar un respiro para su retirada del imperio". el año pasado, con palabreria y ocasionales disparos de misiles crucero dirigidos a naciones demasiado mal defendidas para disparar. La retirada de las tropas tardó más en comenzar de lo que esperaba, pero están en marcha, por lo que fue otro golpe.

"Espere que el auge y la caída de las burbujas especulativas sean una característica constante de las páginas de negocios durante todo el año". Consulte. Ese realmente estaba pescando peces en un barril.

“Mientras tanto, fuera del estrecho círculo  de la economía oficial, los Estados Unidos se están convirtiendo rápidamente en una nación del Tercer Mundo en la que el empleo en negro y la economía de subsistencia se están convirtiendo cada vez más en la norma. No espero ningún cambio significativo en la imagen de este año, solo una continuación de las optimistas animaciones de los medios de comunicación y condiciones cada vez más sombrías en el mundo real ".

Ese me lo perdí por completo. Mi suposición era que tomaría un par de años de aranceles razonables y la aplicación de las leyes de inmigración para causar un aumento significativo en el sector de la clase trabajadora, y estaba bastante equivocado. La expansión de los empleos de la clase trabajadora aún es geográficamente irregular y frágil, pero es significativa, y si continúa, muchos desequilibrios en nuestra vida económica pueden corregirse.

"Vamos a ver más grandes tormentas, más grandes inundaciones, más grandes incendios, y las calles de Miami Beach y otras cien comunidades costeras bajas se llenarán un poco más de agua salada cada vez que tengan una marea alta y un viento en tierra, pero no se va a hacer nada al respecto ”. Esa fue otra prediccion fácil, y por supuesto fue bastante correcta.

Había algunas otras predicciones extraviadas allí, pero esas eran las importantes. En general, a pesar de un fallo parcial y uno de bulto, creo que lo hice bastante bien.

Entonces, ¿qué podemos esperar en los doce meses que comenzarán en breve? Una cosa, creo, de la que podemos estar seguros. ¿Conoces los grandes cambios que tantas personas esperan: políticos, económicos, culturales, ecológicos, espirituales, etc.? No van a suceder en 2019.

En un año a partir de ahora, no vamos a considerar el 2019 como el año en que Trump será expulsado de su cargo y todo se volvió maravilloso u horrible, dependiendo de sus prejuicios políticos. No habrá sido el año en que la economía se dio la vuelta y murió, o el año en que la corrección política de la izquierda o la corrección patriótica de la derecha finalmente lo barrieron todo. No habrá sido el año en que finalmente comenzaremos a resolver el problema del cambio climático, ni tampoco será el año en que Gaia se ponga sus botas claveteadas y dio a nuestra especie la pisoteada que posiblemente nos merecemos. En cuanto al salto a un nuevo nivel de conciencia que ha estado ausente desde cuando el 21 de diciembre de 2012, se convirtió en un día más, bueno, solo digamos que si aguantas la respiración esperando eso, te pondrás de hecho muy azul.

A medida que 2019 termine dentro de un año a partir de ahora, además, el dólar y el euro seguirán teniendo valor, seguirá habiendo productos en los estantes de su tienda de comestibles local, los automóviles a gasolina seguirán dando vueltas por las calles, los aviones seguirán retumbado aún más despilfarrando combustible por los cielos, y más estadounidenses se preocuparán por el resultado del próximo juego del Super Bowl que por los temas que trata este blog. Puedo decir eso con perfecta confianza, y no solo porque he acertado cada vez que lo he predicho.

Lo que la gente a menudo no capta cuando se suben al carro de la futurología de la cultura pop es el ritmo del cambio histórico. Una de las desventajas más serias de la forma en que se enseña la historia en las escuelas de hoy, especialmente pero no solo en los Estados Unidos, es que las descripciones generales de eras enteras que se transmiten a los estudiantes hacen que la historia parezca mucho más rápida. Es decir, y el hábito de imponer juicios en retrospectiva oculta la pura oscuridad del cambio histórico. Si tuviera la tarea de diseñar un plan de estudios de historia para niños en edad escolar, tomaría el número de semanas en un año escolar, restaría uno al principio y otro al final, y seleccionaría un año en la historia para estudiar en cada uno de los otros, y no los grandes años importantes, tampoco.

Esta semana, digamos, el año que estamos estudiando es 1763; Ya que esta es una clase de historia estadounidense, nos sumergiremos en lo que la gente hablaba, lo que leían, lo que pensaban que era importante, cómo era la vida cotidiana de ellos en las colonias estadounidenses ese año. Los estudiantes aprenderían a recitar una lección de un libro de cuernos, almorzar con pudín apresurado y succotash, tomar artículos extraídos de los periódicos del día y, en un par de docenas de formas, tener una idea de cómo era la vida en las colonias. poco más de una década antes de que estallara la Revolución, y sería un desperdicio de toda la experiencia de resaltar todo lo que llevó a la Revolución, o cualquier otro gran problema que consideremos importante en 2019.

En 1763, la gente no se preparaba para la Revolución; la idea de rebelarse contra el Rey George todavía no estaba en la mente de nadie. Otros temas, la mayoría de ellos olvidados hoy en día, ocuparon las mentes de los colonos en ese momento, y el pensamiento de que estaban viviendo en el período previo a una de las pocas eras realmente conmovedoras del mundo del cambio social en la historia moderna no habría tenido Se les ocurrió a todos. Esa es una conciencia que vale la pena cultivar. Uno de los puntos centrales del estudio de la historia es ayudarnos a darnos cuenta de que el pasado realmente es un país extranjero, y existe por derecho propio, no solo como un preludio de aquí y ahora.

De la misma manera, si una escuela en algún lugar de América del Norte en el año 2234 utiliza el tipo de plan de estudios que acabo de esbozar, y 2018 es uno de los años elegidos para un estudio intensivo de una semana, el profesor tendrá para asegurarse de presentar el 2018 tal como estaba, sin inclinar la presentación para que resalte los problemas que sacudirían a América del Norte y al mundo en las grandes convulsiones de mediados de 2020. Todavía no sabemos cuáles son esos problemas, por lo que los hipotéticos estudiantes de 2234 escucharán en cambio las posiciones políticas de figuras completamente olvidadas llamadas Trump y Pelosi, y se reirán de la singularidad de los programas en una pantalla de televisión simulada, y tratarán de descubrirlo. por qué a la gente le gustaban las hamburguesas de comida rápida, y trata de acercarse lo más posible a nuestra experiencia de 2018, una experiencia que incluye, como característica central,

Entonces, lo primero que sabemos acerca de 2019 es que se parecerá mucho a 2018. Es posible sacar algunas conclusiones claras de eso. Las noticias ecológicas de 2019, por ejemplo, serán constantemente malas. Podemos esperar más grandes tormentas, más grandes incendios, más grandes inundaciones. La carga económica de los desastres relacionados con el clima seguirá aumentando, y los fondos federales de socorro en casos de desastre y los pagos de seguros cubrirán menos. Cualquier área que sea la peor parte de los desastres climáticos del próximo año puede contar con la misma combinación de atención obsesiva a corto plazo por parte de los medios de comunicación, seguida por un abandono a largo plazo y un abandono parcial, que se ha convertido en un estándar tras los desastres climáticos en los EE. UU. Más de una década.

Si el área en la que vives atrae la pajilla corta y estás entre los sobrevivientes, podrás ver algunos lugares que te abrirán los ojos. Si no lo hace, no espere que los medios lo cubran en absoluto. Mientras tanto, la izquierda continuará insistiendo en tonos de llamada para que otra persona, en algún otro lugar, deje de quemar carbón para que puedan seguir viviendo su estilo de vida actual, y la derecha seguirá cerrando los ojos, tapándose las orejas con los dedos, y insistiendo en que el cambio climático desaparecerá si simplemente no lo creen con suficiente fuerza. Es decir, no se hará nada.

De la misma manera, la gran división entre la izquierda y la derecha continuará formando un abismo en el corazón de la sociedad estadounidense, a través del cual ni siquiera el mensaje más simple puede comunicarse sin distorsión. La izquierda mayoritaria continuará demandando las políticas de libre comercio y fronteras abiertas que, no por casualidad, proporcionan a los privilegiados entre ellos productos de consumo ultra-baratos y niñeras de bajo costo. La derecha populista insurgente continuará exigiendo las políticas de barreras comerciales y las leyes de inmigración estrictamente aplicadas que, también por casualidad, están impulsando el auge actual en la industria manufacturera de los Estados Unidos, con sus ganancias para los ricos y empleos para las clases trabajadoras de los estados de sobrevuelo.(N. T: la inmensa zona interior de los EE. UU, que para los que viven en ambas costa y que son los que cuentan en en país, es un simple paisaje percibido a través de las ventanillas del avión)

En una democracia que funcionase, las dos partes forjarían algún tipo de compromiso que les permita obtener las cosas que más desean. Desafortunadamente, no tenemos una democracia funcional en este momento. Ambas partes actúan como si el único resultado aceptable fuera que obtuvieran todo lo que querían y que la otra parte no obtuviera nada, y trataran de envolver las realidades del interés propio desnudo en el atuendo poco convincente de la postura moral. Hasta que ambas partes crezcan un poco y abandonen el hábito de los niños pequeños de lanzar rabietas cuando no consiguen lo que quieren, la política en los Estados Unidos seguirá siendo irremediablemente disfuncional.

Otra cosa que continuará en 2019 es el continuo descenso en la hegemonía global de los Estados Unidos. A medida que el dólar estadounidense pierde su estatus de moneda de reserva mundial, y cada vez más naciones hacen arreglos para manejar el comercio mutuo en sus propias monedas, los acuerdos que han permitido a los Estados Unidos imprimir dinero a voluntad para cubrir sus crecientes deudas serán cada vez más problemáticos. No espero que los EE. UU. Se vean obligados a elegir entre el incumplimiento de pago y la hiperinflación el próximo año, o en cualquier momento en los próximos años; Eso está por venir, pero tenemos mucho camino por recorrer antes de que toque a la puerta. Al mismo tiempo, espero que los problemas que rodean a la deuda nacional de los Estados Unidos se calienten en 2019, y que la economía de los Estados Unidos y la economía mundial se encuentren en una situación difícil por esa razón, entre otras.

La decisión de Trump de traer a las tropas estadounidenses a casa desde Siria y comenzar una seria reducción en Afganistán fue tan tardía como necesaria. A medida que la hegemonía de los Estados Unidos se escapa, una de las tareas esenciales de la administración de Estados Unidos consiste en dar marcha atrás a compromisos insostenibles en todo el mundo, dejar que Eurasia y África se encarguen de sus propios asuntos y establecer relaciones más sostenibles con las naciones en los Estados Unidos "cerca del extranjero". El fin del aventurerismo militar estadounidense en el Medio Oriente y la mejora de las relaciones con México son pasos cruciales en ese camino, y es un crédito para el gobierno de Trump que se hayan emprendido varios movimientos hacia estos dos objetivos en 2018, pero aún queda mucho por hacer. Si eso ocurrirá en 2019 es imposible de decir en este momento. Cuanto antes ocurra, menos traumática será la transición a una América postimperial.

¿La economía? Una bolsa muy mezclada. Mientras escribo esto, los mercados bursátiles de todo el mundo han tenido un mes muy malo, los precios de los bienes raíces en muchos de los mercados sobrevaluados han afectado, y una serie de otras medidas que muestran cuánto exceso de efectivo se ha acumulado en el extremo especulativo. De la economía se ven decididamente delgados y débiles en este momento. Para pedir prestado un poco de jerga, los cambios económicos suelen estar sobredeterminados, lo que significa que tienen más causas que las que realmente son necesarias para obtener el efecto, pero un factor desatendido que creo que alimenta las depresiones actuales es un reequilibrio de la riqueza para Los sectores productivos de la economía estadounidense.

Durante décadas, el alza de los precios de las acciones y las valoraciones igualmente optimistas para otros activos especulativos han ocurrido en conjunto con graves dificultades económicas para la mayoría de los estadounidenses. Eso fue todo menos accidental: una galaxia de políticas gubernamentales, acuerdos de libre comercio y la aceptación tácita de la inmigración ilegal ilimitada entre ellos, obligó a bajar los salarios de la clase trabajadora en los EE. UU. A niveles de casi inanición y canalizó el aumento de las ganancias a las clases de inversión. Ahora que se han revertido algunas de esas políticas, la riqueza está comenzando a fluir nuevamente hacia la economía productiva, y la economía especulativa está perdiendo fuelle como resultado.

Espero tener noticias de muchos expertos, y de muchas personas con inversiones, afirmando que esto significa una nueva Gran Depresión, si no el fin del mundo. Aunque la opinión popular será discrepantel. Al igual que el mercado de valores se disparó a niveles inimaginables, mientras que millones de estadounidenses de clase trabajadora luchaban por sobrevivir, los precios del mercado de valores y otros valores de activos pueden tambalearse y caer de nuevo a algo parecido a su mínimo histórico, mientras que millones de estadounidenses de clase trabajadora seguirán cobrando sus cheques de paga cada viernes por la tarde y me pregunto de qué se trata todo este alboroto. No estoy seguro de que esto vaya a suceder, las clases inversiónistas tienen mucha influencia y, sin duda, intentaran todo lo que puedan pensar para aliviar el dolor en los de abajo, pero me temo que lo tendrán bastante crudo .


¿Los eventos inesperados ocuparán una parte de los titulares en 2019? Sin duda alguna lo harán. El futuro tiene muchos lugares oscuros donde ni siquiera se pueden ver los contornos de los próximos eventos. Sin embargo, aquellos de mis lectores que quieran insistir en que esos lugares oscuros contengan cualquier cambio drástico de las tendencias actuales que más desean esperar, se enfrentarán a la misma decepción de este año que enfrentaron año tras año de cansancio en el pasado. El mundo no cambia tan rápido como nos gusta pensar que lo hace, y en realidad no sabemos qué camino llevamos: ten en cuenta esas cosas, y es mucho menos probable que te sorprendan el próximo año.

[Kanbei]

Hola Anselmo,
gracias por tu traducción.

Ha pasado un mes y mutis por el foro.
Sois unos descastados, que os corre horchata por las venas.
Abrazo, compadre.

[Dario Ruarte]

Me lo había perdido !

Gracias Anselmo como siempre por tu traducción.

Las notas "de fin de Año" del Druida no son las de mi gusto porque, aunque no lo diga, usa sus "astrología" para hacerlas y me parece que le falla más que escopeta de feria -o, al menos, le salen generalidades que cualquiera podría esbozar-.

En todo caso, su estupenda descripción del descenso catabólico sigue vigente y es estupenda.