No he podido evitar lo de los 120 nanómetros para escribir en mi blog una entrada que creo que os puede interesar a muchos:
http://quevidaesta2010.blogspot.com/2020/03/coronavirus-sars-cov-2-una-maquina-de.htmlEmpieza así:
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Coronavirus (SARS-CoV-2): Una máquina de 120 nanómetros capaz de arrodillar a la civilización modernaNos guste o no, la civilización moderna está herida de muerte. Probablemente, como siempre ha ocurrido en la historia, nos recompondremos; pero ya nada será lo mismo. Aproximadamente cada siglo o dos siglos aparece un nuevo virus que, mutación mediante, adquiere la capacidad de infectar células humanas para hacer copias de sí mimas. Era algo que muchos predijeron: "Bill Gates: ¿La próxima epidemia? No estamos listos"; pero como en tantas ocasiones, nadie hizo demasiado caso...y eso a pesar de los temporalmente cercanos amagos que constituyeron el SARS-CoV (2003), y el MERS-CoV (2012).
Borrachos de grandiosidad, el humano moderno nunca esperó que una ridícula maquinita nanométrica fuese capaz de hacernos demasiado daño socialmente hablando ¡en pleno siglo XXI nada menos! ¡Un virus capaz de destruir el estado del bienestar! ¡Ridículo!, pensaron la mayoría. Es más, la rapidez con la que controlamos el SARS y el MERS; amén del falso positivo que constituyó la pandemia de gripe A (H1N1) entre 2009 y 2010 (la cual ahora vemos actuó como en la alegoría de "Pedro y el lobo"). De hecho, el mayor daño realizado por la gripe A al ser humano se ve que ha venido de la mano de una mala educación política, espantando a la clase política y a la propia OMS de sobreactuar de nuevo ante situaciones similares a la que supuso el H1N1, esto es; generando un gran recelo a actuar de manera contundente en los primeros instantes tras la aparición de un nuevo virus desconocido. Y es que, tras el fiasco de la gripe A, ya nadie quería creer que el lobo pudiera llegar; y todos pensaron que la cosa se arreglaría, como siempre, de manera más o menos espontánea y/o controlada, tal como sucedió con ésta gripe (y con el SARS, el MERS, y algunos de sus hermanos)...pero resulta que el lobo llegó, y nos pilló con el miedo y los pantalones bajados.
El colapso social está a la vuelta de la esquina. No es momento de engañarse por más tiempo. Esto no es una cuarentena de 15 días, ni de cuatro meses. Estamos viviendo un cambio de paradigma mundial. Una paralización total de la producción; un antes y un después geopolítico que palidecerá al lado de las grandes recesiones y las crisis del siglo pasado. Un hecho que con los años aparecerá en los libros de historia que quedan por venir, y que despertará el mismo miedo en los lectores como el que nos produce a nosotros leer ahora sobre la peste bubónica que arrasó en la edad media. Y que quede claro y vaya por delante, en este caso el dolor no será tanto por el coste en vidas (que también), sino por el enorme coste económico y social que se avecina.
Pese a lo que nuestro ego piensa, el mundo no ha cambiado con los siglos tanto como queremos creer. Hemos llegado a la Luna, sí; tenemos armas nucleares, de acuerdo; poseemos antibióticos -cada vez menos eficientes, todo sea dicho-, muy bien; pero seguimos siendo tan vulnerables como siempre a la amenaza de los virus: unos entes nanométricos que no sabemos siquiera si denominar como vivos o inertes porque para empezar no entendemos bien qué es la vida.
Dicho lo cual, empecemos por el principio:
¿Qué es y cómo funciona el infame coronavirus? [...]"
Cerrado
) en los textos de turiel y en los de quark (profetizo tambien que reabrira su blog 
) y en los de todos los analistas.
