Me ha parecido magistral este párrafo por lo universal y a cuenta de algunas discusiones en el foro:
"Por último, se pierde autoridad si el sistema que quieres cambiar es también el sistema que proporciona un estilo de vida de clase media acomodada, con todas sus comodidades y lujos; en buena lógica los cambios que la gente está dispuesta a aceptar se limitarán a aquellos que no supongan ninguna pérdida en el estilo de vida o las comodidades. Damien Perrotin, bloguero bretón del pico del petróleo ha comentado graciosamente sobre la influencia de lo que, en Francia, son llamados bobos, es decir, bohemios burgueses (Bourgeois-bohème, el acrónimo funciona casi igual de bien en francés y en español), los miembros de la alta burguesía liberal. Los bobos están terriblemente ansiosos por verse a sí mismos como los salvadores del mundo ―esa es su cara bohemia― y harán cualquier cosa para desempeñar esta función, siempre y cuando no les obligue a renunciar a ninguno de los beneficios de su privilegiado estado ―ese es el lado burgués―."
Cuando se acumule otra buena cantidad de traducciones de JMG las incluiré en el ebook Abadín.
Mientras tanto, gracias por tu trabajo
Gracias a ambos...
Había dejado de leer por un par de meses los artículos de Greer y ahora que vuelvo a leerlo me vuelvo a fascinar como en las primeras lecturas.
La serie de Geopolítica, en realidad el título sólo tiene sentido para el primer post, trata de aclarar cómo en esta época nadie tiene el control de la situación (a nivel global y estadounidense) y cómo la tendencia histórica es que las democracias más avanzadas, con múltiples centros de poder, terminen luego de algún crash importante en una dictadura.
La gran pregunta es qué tipo de dictadura puede ser la más benigna.
En respuesta a este mensaje publicado por Mr Mindundi
Este párrafo que sustrae Mr. Mindundi inmediatamente me trajo a la mente el gupito de transition towns en el que estoy metido: es una descripcción muy buena de uno de los sectores más populares (junto al de 'neohippies', básicamente representarían el 80% de activistas). Su tendencia al tecnooptimismo es rayana en la incompatibilidad con el decrecimiento (del cual ya empiezan a renegar).