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Aunque suena bien, y deseo que iniciativas como éstas se lleven a cabo: pero todavía lo veo como una utopía.
A mi entender, a nivel social hay dos auténticos muros a los que enfrentarse:
1) La falta de AUTOCRÍTICA por parte de todos. Una política así hace falta que cuente con el apoyo por parte de todos. Y no me refiero sólo ir a votar y ya está. Es estar dispuesto a renunciar a un montón de cosas que actualmente tenemos. Y estar dispuesto a aceptar grandes recortes. Recortes a obreros, maestros, médicos, operarios, ingenieros, a casi cualquier tipo de empleado, en definitiva, a casi todos (ver posdata). Un programa electoral así sería altamente impopular para cualquier partido político, sea de derechas o de izquierdas, liberal o estatal. Y nadie está dispuesto a eso.
2) Incluso si hay alguien dispuesto a realizar tal sacrificio y reducir su consumo de recursos a unos márgenes aceptables, al final por supervivencia tendrá que echarse atrás. Dentro de un ambiente de alta competencia, necesitas gastar los mismos recursos que todos los demás para poder competir con ellos. Si todos los demás no reducen su gasto de recursos, entonces tú tampoco puedes hacerlo sin quedar expuesto en una situación de clara desventaja a nivel profesional, a nivel social y a nivel personal, y fracasar con total seguridad.
Eso también funciona a nivel internacional: aunque un país sea capaz de lograr todo esto (ya es mucho suponer), quedaría en clara desventaja a la hora de competir contra los demás países, por lo que seguramente un país que haga eso quede en una situación muy frágil. No es fácil para un gobierno arriesgarse a dejar expuesto a su país de esta manera. Es como pretender disputar una carrera de fórmula uno con un biscuter. Disculpar lo malo del ejemplo.
Claro, inexorablemente esto conduce al gran catacrack, pero eso ya le tocará al que venga detrás. Y como les tendrá que pasar a todos “por narices”, todos tendremos que competir con un “biscuter” en “igualdad de condiciones” (en realidad, ni tendremos tanto para un biscuter, ni será en igualdad de condiciones, pero sí será por narices).
Por supuesto que hay un fallo en el ambiente. Lo máximo que puede hacer uno es reducir parte de lo que consume, pero no a los niveles necesarios para una economía perdurable, ya que al final está “obligado” a gastar un mínimo para poder estar en condiciones de competir contra los demás y no sucumbir en el fracaso. Y lo que falla es ese instinto de competición, que al final termina por hacernos sangre entre todos.
PD. Por supuestísimo que doy por sentado que los grandes privilegiados (véase banqueros, brokers, especuladores, políticos corruptos, sindicatos corruptos, empleados enchufados en empresas tanto públicas como privadas con nóminas estrafalarias, deportistas de élite, y un exagerado etcétera) deberían ser los primeros en aplicárseles el recorte. Pero es que al margen de todo esto, la propia clase media está gastando más de lo que se produce. Podemos estar un tiempo así mientras el almacén de los recursos existentes se van vaciando, pero una vez que el almacén esté completamente vacío, sólo podremos gastar lo que se va regenerando, y posiblemente eso esté muy por debajo de lo que la clase media actual está gastando.
Sin embargo, aunque haya empezado con la palabra “utopía”, tengo una leve, marginal, exigua esperanza. Ahora mismo, cuando nos dicen a nosotros, un mileurista promedio, que tenemos que asumir un recorte, con toda lógica nos frustramos al ver que no se tocan los privilegios injustos de muchos que están por encima. Y si nos dicen que "es que no hay recursos" pero vemos que las ventas de lamborghinis y otros artículos de lujos exóticos están subiendo, la sensación más que justificada es la de que nos están tomando el pelo (aunque sea cierto que, efectivamente, cada vez hay menos recursos). Si en cambio los políticos asumieran recortes que vayan más allá de lo simbólico y del populismo, unos recortes empezando por ellos mismos, por los asesores, por los enchufados (hay presentadores de TVE cuyo salario quintuplica al del presidente del gobierno), por unas leyes justas cuya aplicación sea más equitativa a todos (y que todos colaboren y faciliten a la justicia todos los datos que sean posibles adquirir y facilitar para combatir contra la corrupción, ahí los partidos políticos tienen mucha capacidad de actuación, si quieren, claro), y que esos recortes se vaya extendiendo por toda la sociedad de la forma más justa posible y a nivel global, sería mucho más fácil que la clase media estuviera más predispuesta a asumir la parte del recorte que sea justo asumir.
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Cerrado
y Florent Marcellesi estara en la eurocámara turnándose el asiento con Jordi Sebastià de Compromís. Además Florent estará en el escaño más de la mitad de la legislatura y cuando no, como asesor de Sebastià.
