Gracias JotaEle. Creo que tienes razón, la gente está tan acostumbrada a la buena vida que no conciben más que dos cosas: o consumismo o destrucción.
Os puedo contar que yo nací en una casa donde no había luz eléctrica, nos alumbrábamos con candiles, no había gas, hacíamos de comer en cocina de leña y para lavarnos calentábamos agua. No había carreteras, sólo pistas (si se le puede llamar así) de tierra y piedras. No había coches ni tractores ni autobuses ni motos. Mi padre se levantaba muy temprano, se iba al monte descalzo, subía a los pinos y cogía piñas para las calderas de una fábrica de chocolate. Para ello tenía que remar (todo esto ocurrió en España, en un pueblo con mar) un par de horas para llegar a la ciudad donde estaba la fábrica. Cultivábamos tierras pero no producíamos todo lo que necesitábamos, ni falta que nos hacía. Los miércoles mis padres y mi abuela iban a una feria que había a unos pocos km, andando, cargados con cebollas, espigas, ajos, etc. Allí vendían y con lo que les pagaban compraban en la misma feria cosas que nos hacían falta: ropa, queso, pan, apegos de labranza, crias de animales, etc. Yo era un niño y apenas viví aquellos tiempos. Mi vida fue más fácil, con España ya industrializada. Incluso fui a la universidad. Pero aprendí lo que es cooperar con los demás, ayudarnos los unos a los otros. Por ejemplo cuando un vecino hacía una casa nueva o reformas en su actual casa, los demás iban a ayudarle gratuitamente. Era normalísmo que los hijos de un vecino (amigos mios de la infancia) llegasen a tu casa sin avisarte antes porque sus padres tenían que ir a tal sitio, y tus padres les hacían de merendar, de comer, los atendían en lo que necesitasen. El agua era comunal (y lo sigue siendo hoy en día mientras Rajoy no meta la pezuña ahí también). Y por turnos todavía hoy tenemos que ir los vecinos algún que otro sábado a trabajar, reparar cañerías, buscar nuevos nacimientos de aguas, desbrozar monte, construír depósitos, etc. Y no sabéis lo bonito que es el trabajo colectivo. A pesar de la vida que llevaron mis padres, no estaban aislados, no necesitaban ser autosuficientes. Había más gente en el mundo, no sólo ellos. Tenéis una mentalidad mucho de ciudad, de autosuficiencia, de individualismo, de compartir un espacio con miles de personas y no conocer más que a un puñado. Y supongo que es por eso que dais las soluciones que dais al tema del peak oil. Algunas cosas que me llamaron la atención: Si Uruguay es comunista, yo soy Supermán. Habría que mandar a algunas personas a Corea del Norte por ejemplo para que supieran lo que es el "realismo comunista", o a Cuba, o mandarlos a Alemania Oriental en una máquina del tiempo.. Es el mismo caso de muchos otros que dicen que Obama es comunista o que la Unión Europea es soviética y/o nazi. Y esto lo digo sin mala leche, más bien divirtiéndome, no os lo toméis a mal, por favor. Tengo un amigo cristiano que cuando algunas ciudades españolas obligaron a la iglesia a pagar el IBI, él decía que en España comenzaba la persecución a los cristianos que anuncia el Apocalipsis, Lo decía en serio. A mí me daba la risa y le propuse que se fuese a vivir a Nigeria un tiempo, donde los cristianos son perseguidos de verdad, incluso quemados vivos, y así podría comprobar personalmente las diferencias entre ambos casos. También me hicieron un poco de gracia los comentarios sobre mi post del cuento sufí. Se me acusa de escribir literatura, de no ser real. Supongo que los que tales críticas hacen habrán vivido ya unos cuantos peak-oils y todo lo que dicen y opinan que pasará y dejará de pasar lo dirán por experiencia propia. No influidos por Rambo o Mad Max, o alguna que otra lectura. Y una anécdota: hace unos días en un centro social del cual soy socio (el ayudar gratis a los demás si se vive de niño es algo que se lleva en la sangre para siempre) estábamos hablando sobre un banco del tiempo, cuando le comenté a una persona esto del peak-oil y de que esta sociedad se va al garete, y de que van a salir de las ciudades hordas de hambrientos arrasando todo cuanto encuentren para comer, y a nosotros que medio vivimos en el campo nos van a robar todas nuestras cosechas y será un milagro que no nos maten. Y esa persona me responde: ¡Qué bien! Les diremos "uníos a nosotros y cuantos más seamos más tierras cultivaremos". Me dejó sin palabras. Es una persona que no entra en esa clase de foros y no tiene ni idea de la magnitud del problema que se nos viene encima. Pero me animó el día y desde entonces me he vuelto más optimista con el peak-oil. Quien me lo iba a decir a mí, que me tengo a mí mismo como alguien con los pies poco puestos en el suelo, que gusta de la fantasía y la ensoñación. Hizo falta alguien que con una frase me sacase del pesimismo en que estaba metido. Un saludo, y mucha felicidad para tod@s.
El ser humano sólo es dueño de aquello que no puede perder en una catástrofe. Proverbio hindú
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En respuesta a este mensaje publicado por Juan Carlos
Hablando de revueltas y tal:
En una España no muy lejana triunfa una revolución liderada por personas que ya no tienen nada que perder. Enfermos terminales que no podrán ser castigados penalmente porque les queda demasiado poco tiempo de vida. Individuos que se rebelan contra el sistema para dar un sentido a su muerte natural. Una mujer ejemplar, Sofía del Valle, es la primera que enciende la mecha asesinando al ministro de Sanidad desde la misma cama del hospital donde espera la muerte por un cáncer de páncreas... Se trata de una película española "La revolución de los ángeles". ¿Preludio de lo que pasará? http://www.youtube.com/watch?v=cvAmVBJDpV0 http://www.larevoluciondelosangeles.com/
El ser humano sólo es dueño de aquello que no puede perder en una catástrofe. Proverbio hindú
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En respuesta a este mensaje publicado por Odnan
Panduro, me sumo a tu experiencia y comparto mucho de los sentires y buenos recuerdos de aquellas épocas mucho más modestas pero mucho más ricas en cuanto a las relaciones interpersonales y vecinales, además de vidas más plenas, aunque hayan sido más duras. Estimo que eres mayor que yo (tengo 46) y buena parte de mi infancia (en el campo) ocurrió a la luz de los faroles a keresene y luego a gas, velas o en el mejor de los casos con luz de turbina hidroeléctrica o generador con motor a explosión. En otoño era normal tener que ir de noche a liberar de hojas la rejilla de la turbina hidroeléctrica porque nos quedábamos casi sin luz, o en invierno tener que ir a sacar el hielo porque también la bloqueaba. En verano bajaba tanto el nivel del agua que apenas alcanzaba para un par de lámparas y se aprovechaba el estiaje para limpiar un canal de 4 kilómetros de largo por 2 metros de ancho y 1 metro de profundidad (unos 20 días de trabajo entre 6 y 8 personas; en esa actividad me gané mis primeros dineros en serio, cuando tenía 16 años aprox.) y se podría decir que en primavera era una gloria, porque no había casi problemas! La heladera era a kerosene y con mi hermano menor eramos los responsables de limpiar el quemador y la mecha todos los sábados porque la mecha se ensuciaba, la llama se ponía de color amarillo y no enfriaba bien. La huerta, las carneadas de lanares en verano y de vacunos en invierno (los lanares en verano se consumen más rápido, antes de que la carne se "abombe", porque no había heladera... solo una carnicería con tejido en las ventanas para evitar las moscas y buena ventilación), la cocina a leña con serpentina y tanque intermediario para tener agua caliente, la chimenea en el living, las caballerizas, el monturero, la lechería con la descremadora, galpones de pasto, el taller con las herramientas, el almacén con los víveres básicos para 1 año, la huerta y el monte frutal, las chacras para sembrar pasto, los caballos cargueros, las yuntas de bueyes, los arreos de varios días con hacienda desde las veranadas a las invernadas y luego a la inversa, las recorridas a caballo, pernoctes a la intemperie amaneciendo incluso con alguna capa de nieve sobre la lona que cubría la bolsa de dormir y el poncho de lana (levantarse a orinar en esas condiciones era toda una odisea), etc. etc.
Hoy, después de 35 años, vivo un mundo absolutamente diferente... presa de Facebook, del Smartphone y de una cantidad de tecnologías (que las disfruto y les saco provecho... no lo niego) que no hacen mi vida mas placentera. Todo lo contrario... siento que insumen un tiempo que creo no los vale tanto como aveces pensamos, viviendo para pagar los impuestos, con una cantidad de horas destinadas a largas colas en bancos y otros negocios, tiempo destinado al contador y a una cantidad de burocracias, configurando y tratando de memorizar infinidad de claves en la PC, despotricando cuando los "sistemas se caen" y no puedo gestionar un simple pago o una una simple factura de compra, etc. etc. Hoy y al mismo tiempo también, he vuelto a ponerme en contacto con la tierra, con las plantas y los animales, con la cocina a leña (con serpentina y tanque intermediario), con la chimenea modificada para que sea de bajo consumo, he amansado un caballo para tiro, aprendí a hacer la contabilidad por Partida Doble a mano y en papel, crío unos cerdos, gallinas, patos, gansos, una vaca lechera... en fin, tratando de lograr un equilibrio entre el BAU y lo que viví durante mi infancia y buena parte de mi juventud. No es para nada fácil porque el sistema económico y todo el tejido social ya no está preparado para una interacción a la de antes. El individualismo y la pérdida de conocimientos y voluntad para hacer trabajados manuales y físicos se ha perdido en buena medida. Los viejos están viejos y no tienen ganas de trabajar por su edad y porque están cómodos y la mayoría de los jóvenes son un cero a la izquierda para todo lo que sean trabajos rurales. Mi mayor problema es la mano de obra... no se puede hacer todo solo. Nunca me costó tanto encontrar gente que me ayude incluso en los trabajos más simples... no hay compromiso, no saben trabajar ni tienen ganas de aprender, a los dos días ya están pidiendo anticipos de dinero sino un aumento sobre lo acordado, los trastorna el celular, la televisión y el auto o la moto. Nuestros hijos se están criando con una visión diferente del mundo moderno que les toca ver y otros comienzan a imitar (por ósmosis como digo) algo de lo que hacemos. Tampoco es fácil para ellos porque se sienten y los tratan diferente; así y todo se los chupa la computadora, los jueguitos, la peli, etc. y es una lucha que hagan sus tareas y cumplan con alguna responsabilidad mínima. No pretendemos aislarlos del mundo, pero sí queremos que sepan que hay algo más en la vida que solo eso y que las cosas no se hacen mágicamente. Al mismo tiempo llevamos adelante un Centro Ecuestre con mi esposa y ella da clases de equitación con otro instructor, atendemos caballos pensionados, aprovechamos los abonos, etc. Nos llama mucho la atención como están apareciendo Centros Ecuestres por toda la Patagonia norte y en el caso de nuestra provincia, cuando arrancamos nosotros, había en la capital de la provincia no más 3 centros ecuestres incipientes. ¡Hoy hay más de 30! En la zona fuimos los primeros en arrancar con el nuestro y seguimos siendo el único Centro Ecuestre con picadero cubierto (para el invierno) en toda la Patagonia y en mi ciudad ya somos 3. Una actividad en franco crecimiento. Yo me desayuné lo del Peakoil en el 2005 (en el mismo año que ocurrió) y luego del proceso de adaptación a la idea, pusimos manos a la obra. El Centro Ecuestre es resultado de tal movilización... mi esposa descubrió su verdadera vocación y el impacto que está generando la actividad es importante... Muchos padres traen a sus niños a tomar contacto con animal, con sus cuidados y su manejo. Nunca dudé del Peakoil, porque ya lo intuía... Era una cuestión de sentido común pero igual me shokeó. Así que no valía la pena perder tiempo. Imaginaba -aunque no tanto- lo difícil que es "transitar a contrapelo de todo el mundo", pero pensé que valía la pena ir adelantándose a los acontecimientos. Cometimos muchos errores y varios aciertos también. Supongo que con el tiempo y bastante suerte, podremos hacer alarde de otros para los cuales hace falta tiempo todavía. Veremos... es un gran riesgo hacer futurología y mi consejo es que es menos desgastante psicológicamente y económicamente ir adaptándose sobre la marcha y sobre más seguro, que anticiparse demasiado. Lo más importante es estar preparado de la cabeza y con la mente abierta para afrontar los cambios y el decrecimiento. Es lo más difícil. Dice el dicho que "El pensamiento es la semilla de la acción"... Si las ideas están claras, "del dicho al hecho hay un corto trecho". |
Panduro y Gabriel, un placer leeros a los dos, y completamente de acuerdo con lo que comentáis.
De hecho, esa tristeza de la que habla el post y que estamos tratando en este hilo se tranforma en el momento que se pasa a la acción para desarrollarnos como personas autónomas y aprendemos habilidades que son buenas para nosotros y para la comunidad en la que estamos inmersos. Hace unos meses comencé un taller de costura en un pueblo cercano. Lo da una señora mayor que ha sido modista toda su vida. Desde pequeña siempre quise aprender a coser, pero no me enseñaron en su momento, a pesar que recuerdo haber insistido en varias ocasiones a lo largo de mi infancia y adolescencia. Así que aproveché la oportunidad y me inscribí. Después de seis meses, he aprendido mucho, he cometido muchos fallos y ha sido toda una grata experiencia estar cosiendo junto a un reducido grupo de mujeres contándonos nuestras inquietudes y compartiendo comentarios de cómo en estos seis meses se iba degradando aún más la crisis. Sin embargo el curso se acaba, no por falta de ganas, sino por insuficiente asistencia. Apenas somos seis , y eso que el curso ha sido prácticamente gratuito. En ocasiones me he desplazado en coche, cuando disponía de alguno que me han dejado. En ocasiones he tenido que andar varios kilómetros con mis dos niñas para llegar, así que nos lo hemos planteado como "excursión por el campo" y, eso sí, hemos necesitado casi todo el día para llegar allí, no por lejos, que eran apenas seis km., pero los que tengáis niños cerca sabréis que con ellos se camina mucho más despacio. |
En respuesta a este mensaje publicado por Gabriel
Gracias Gabriel y Panduro por vuestro testimonio.
Natalia, eres la heroína de este foro Yo conocí de niño algunas de las cosas que contáis, de visita en la casa del pueblo de mi abuelo, pero fue de forma fugaz, aunque tengo un recuerdo muy vívido de ello. Gabriel quería saber cómo es cocina a leña que describes, Y quisiera pedirte, un favor, si puedes contestarme en este otro hilo. Preparándonos para el colapso energético. Te estaría muy agradecido. Efectivamente, la comprensión del peak oil cambia radicalmente tus objetivos vitales, el problema es que inicialmente te deja en un estado depresivo, que da paso a un estado de rabia, donde todo lo que hacen los demás te parece absurdo. Hay que buscar un equilibrio, y como dice el ilustre forero Darío, disfrutar del BAU mientras se pueda. Un abrazo a todos.
Querido lector, si caíste por casualidad en este foro ya es demasiado tarde. No te molestes en entender el pico del petróleo, a partir de ahora podrás grabar con tu móvil secuencias terriblemente bellas de la Tercera Guerra Mundial. Sonríe!
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He encontrado una palabra que se ajusta a mis sentimientos actuales. Es un concepto koreano relacionado con el sentimiento de pérdida que se encuentra en una antigua canción tradicional: "Arirang"
https://www.youtube.com/watch?v=hCDNx8X516E |
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