Hola a todos.
He colaborado en la redacción de este texto y me gustaría comentar algo brevemente aunque llegue un poco tarde. En primer lugar agradecer las valoraciones, que me han parecido principalmente positivas. Echo en falta aportaciones algo más concretas, cosas que quizá no estén y serían deseables en una utopía. Me sorprende la docilidad con la que algunos aceptáis la interpretación del ser humano que se nos suele vender, esa rivalidad competitiva sin remisión, como si la política no contara o como si en realidad esa apuesta por la exclusión del menos apto en la sociedad no fuera políticamente impuesta y culturalmente adquirida. Creo que la propia ambición económica no es sino una pauta cultural. El cambio cultural es lo más importante y precisamente por eso tiene importancia el pensamiento utópico. Algunos quizá teman más que nada parecer ilusos, pero no se trata de uno mismo y su vanidad sino de qué aspiraciones están condicionando la política actual. A falta de una utopía diseñada colectivamente el mercado se está haciendo cargo de ese hueco en nuestras mentes rentabilizando la fascinación con sus fantasías de futuros de poder hipertecnológico. Eso nos convierte en meros medios para esas utopías que la mayoría descuenta como destino al que tender. Al igual que la "fascinación" de las distopías morbosas nos vende la idea de que esa es la única alternativa a un futuro tecnocrático. Asi es difícil que se elijan otras políticas, pero la responsabilidad de esto no es sólo de los "anunciantes" del futuro sino también de quienes hacemos dejación en la misión de buscar cómo sería un futuro deseable. La historia de la humanidad ha repetido muchas pautas pero nunca de idéntica manera. Los últimos siglos han transcurrido de modo muy distinto a los anteriores, y de forma muy diferente en las distintas zonas del planeta. También los declives han sido diferenes. Lo que nunca ha ocurrido no sólo es posible; es seguro. La cuestión es qué visión, qué aspiración prevalecerá. Para mí el principio más importante es la inclusividad garantizada colectivamente. La carencia de esto nos impide renunciar al crecimiento económico en favor de la sostenibilidad y de una vida más plena. En la sociedad actual se tolera el desamparo, se admite una innecesaria represión económica salvo que se solucione mediante el crecimiento. Y llegada una situación de colapso, todo será mucho más difícil sin poner por delante este principio desde la gestión política. Me parece interesante la necesidad de "encontrar un objetivo que puedan perseguir los individuos" que ha expresado crates. ¿Cuál podría ser ese objetivo, ese sentido para las vidas? Este no queda especificado en nuestra modesta utopía pero es que quizá no deba hacerse. El nuevo sentido sería poder buscar el sentido cada uno y entre todos de forma creativa una vez liberados de las cadenas de la represión económica y el miedo a la exclusión; una vez asumida como aceptable la conformidad económica en favor de la cultura libre. Cualquier utopía realista con nuestra condición debe permanecer abierta a la nueva comprensión y a la nueva iniciativa humana en cada momento. Saludos |
En respuesta a este mensaje publicado por JesusN
Mil perdones por no haber comentado antes, pero he estado sin acceso a internet hasta ahora.
De comunismo (o lo que entendemos por comunismo) nada de nada. A mi no me interesa una ideología que nos reduce a meros trabajadores asalariados. El término Revolución Integral también lo usa Félix Rodrigo Mora aunque a mi me parece suficiente el clásico Revolución Social. Por otro lado, es normal que hoy en día la idea de revolución esté tan desprestigiada, porque percibimos que esos procesos históricos, llenos de traiciones, intrigas y episodios de violencia inusitada, no han solucionado nada a la hora de la verdad. Por eso, efectivamente, habría que reformularla. En mi opinión, el sistema no tiene remedio, y no da lugar a la aplicación de verdaderas reformas -no simulacros- porque el hecho de que requiera de crecimiento continuo, lo impide. Así que estamos hablando de un monstruo desbocado y que por su propia naturaleza interna nos conduce a un desastre. Reformas en las últimas décadas se han hecho a miles, pero lo único que observo es que el planeta está cada día más degradado, no menos, que la sociedad es cada vez más disfuncional y no al contrario, que la libertad de pensamiento y la democracia disminuye, no crece, y que la economía es cada vez más insostenible. Esta es una realidad que nos exige el esfuerzo de una Revolución si pretendemos seriamente revertir esa tendencia, y si es que esto es posible, cosa que también habría que analizar honestamente. Cuando dices que habría que agruparse para llegar a las instituciones y legislar, en mi opinión, es no conocer, o no querer conocer la naturaleza del poder: nunca te van a permitir que legisles en contra de los intereses del poder establecido, salvo, y aquí se da una extraña paradoja, exista una fuerza social revolucionaria (esto es, que niega, desautoriza y combate al sistema en su totalidad) lo suficientemente potente como para que les obligue a ello. El primer objetivo para mí sería recuperar al sujeto revolucionario. Si bien es cierto que a día de hoy es prematuro hablar de un cómo, al menos tener claro el por qué y el para qué. El momento histórico, nos guste o no, inevitablemente se presentará, y si no la hacemos nosotros, otros la harán en contra de nuestros intereses. Los procesos revolucionarios-contrarrevolucionarios siempre han sido cuestión de minorías, eso es un hecho. Los demás simplemente se ven arrastrados por los acontecimientos sin participar en ellos. A día de hoy, y con la información de la que disponemos, ya no lucharía para que la vida de la gente mejore, sino para que vivan revolucionariamente. Algún día, digo yo, habrá que dar un puñetazo sobre la mesa y decir alto y claro: ya está bien y hasta aquí hemos llegado! No sé, tal y como lo veo este asunto requiere de un compromiso generacional, quiero decir, que si a nosotros no nos toca dar ese necesario puñetazo, debemos al menos preparar a nuestros hijos para hacerlo si les llegara el caso. Tememos la violencia que se pueda desatar pero estos acontecimientos serán inevitables según descendamos por la curva de Hubbert, o al menos así lo creo yo, y no podemos hacer una tortilla sin romper el huevo. Sin embargo pienso que un proceso revolucionario en el descenso va a tener otro desarrollo distinto a los pasados, seguramente mucho más pacíficos, pero esto es algo que aún no sé argumentar. "...pero quizás nos hemos quedado con la mirada fija en la revolución americana y francesa, y sus pomposas declaraciones. En realidad, el Rey ya estaba obsoleto mucho antes de que le cortasen la cabeza. En este sentido hay que tener cuidado con las grandes revoluciones, porque mientras pensamos en ella, nos olvidamos de las pequeñas, y a lo mejor fallamos en nuestro objetivo de mejorar la vida de las personas." Te agradezco este comentario, nunca lo había visto así, es interesante y muy cierto. Te hago observar que hago más hincapié en el revolucionario que en la revolución en sí misma, creo que esta cuestión a día de hoy es más transcendental. En cualquier caso las llamadas revolución americana, francesa y bolchevique, desde el punto de vista de vuestra modesta utopía son reaccionarias, por lo tanto, contrarrevolucionarias. Un saludo. |
Este mensaje fue actualizado el .
En respuesta a este mensaje publicado por Gabriel A. Anz
Efectivamente gabriel, es así como dices.
Lo que quería decir a Jose es que la idea del colapso que normalmente barajamos en este foro, nos conduce siempre al mismo resultado extremadamente ramplón que paraliza por completo, y que se reduce a que algún día no llegará la comida a los supermercados, y entonces las personas nos devoraremos los unos a los otros, por lo tanto es mejor tener la despensa llena aunque esto no sirva de mucho. En fin, sin comentarios, lo cierto es que la realidad es siempre mucho más rica y compleja, por fortuna. Pero lo cierto es que estados mentales de ese tipo han conducido a la humanidad a verdaderos infiernos, y eso nunca hay que descartarlo. |
En respuesta a este mensaje publicado por Javier Ibarra
Hola Javier.
Lo primero agradecer tu trabajo, como ya dije, me parece que es serio. La verdad es que es muy cierto lo que dices. Asombra comprobar hasta que punto se ha (han, en realidad) instalado esa idea de que los seres humanos somos feroces competidores por naturaleza. Eso es algo sin fundamento, y no se corresponde con la realidad observable, pero no importa, seguirán pensando así para mayor gloria de los que nos pastorean. Incluso esa perversión llega al punto de que si alguien habla de la utopía como un bien a perseguir o de revolución enseguida se tacha de ingenuidades idealistas producto de mentes ininteligentes. En fin, es como si tuviera más glamour o más respetabilidad o algo así, defender ese punto de vista hoy en día. Veis como una buena revolución es lo que se merecen... jeje es una broma. Pero lo cierto es que tras la crisis de 2008 lo que surgió fue el 15M, y no un gran ascenso en los niveles de criminalidad. Un saludo. |
En respuesta a este mensaje publicado por magriver
Muy de acuerdo con muchas de las cosas expuestas, aunque hay alguna inconsistencia de planteamiento que destaco: "Lo habitual para una persona será comenzar en las fábricas o en el trabajo público, y ahorrar para adquirir su vivienda y entrar en las cooperativas de consumo y producción." En una economía estacionaria la población no debe crecer, sino mantenerse, luego la casa puede ser hereditaria y únicamente acometer algunos arreglos menores. Es lógico pensar que el concepto de familia será más extenso, puesto que si no hay servicios para cuidado de las personas mayores, es lógico que éstas vivan con sus hijos.
El mundo está gobernado por personajes que no pueden ni imaginar aquellos cuyos ojos no penetran entre los bastidores.
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En respuesta a este mensaje publicado por Dario Ruarte
La cuestión es que incluso siendo neutrales de "media", no es lo mismo considerar N individuos con el mismo nivel de bondad que un conjunto variopinto cuya media sea esa. El resultado es bien distinto a resultas de las interacciones que se pueden producir. Se debe prestar atención es estos detalles.
El mundo está gobernado por personajes que no pueden ni imaginar aquellos cuyos ojos no penetran entre los bastidores.
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En respuesta a este mensaje publicado por Dario Ruarte
El imperio Inca era muy cruel sometiendo a otros pueblos. ¿Como crees que los españoles consiguieron ganar la "guerra" con cuatro tíos por muy bien preparados que estuvieran? Pues porque los Incas tenían muchísimos enemigos deseando aliarse con quienes les pudiera dar la oportunidad de darle donde más les duele. Ni más ni menos.
El mundo está gobernado por personajes que no pueden ni imaginar aquellos cuyos ojos no penetran entre los bastidores.
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sistudey:
En primer lugar puse el ejemplo de los Incas no porque fueran mejores o peores -cosa que de todos modos charlamos a continuación- sino por el hecho de señalar que tú puedes estar de lo más cómodo en tu villa pero, si llega gente "de afuera" con malas intenciones se va todo al traste y, en general, cuando llega gente "de afuera" es porque viene a llevarse lo que pueda. En segundo lugar indicarte que quizás confundas la situación de Aztecas e Incas. Donde hubo tribus que se plegaron a los esfuerzos bélicos españoles fue en México. En el caso del Perú con los Incas lo que hubo fue traición y mala suerte. Pizarro llegó cuando el Imperio estaba dividido en una guerra civil por la sucesión (entre Huascar y Atahualpa) y esto le facilitó las cosas porque, los partidarios del derrotado Huascar no pusieron mucho empeño en defender a Atahualpa... digamos que fue pura suerte (mala suerte para los Incas). Finalmente, la conquista se consigue traicionando a Atahualpa... no fue muy digno y noble pero, luego la Historia la escriben los que ganan y se encargan de lavar los honores. En tercer lugar -y esto es MUY importante- es que, para ser una civilización sin hierro, rueda ni caballos o bueyes lo que lograron los Incas como organización es admirable. Era un Estado casi comunista - o muy socialista si lo prefieres- pero muy orientado a satisfacer las necesidades de sus habitantes. No había hambre, ni pobres en el Imperio. Te sugiero una rápida lectura de una buena síntesis que hace Wikipedia y, te sorprenderás de cuanta lógica y coherencia había en la organización inca (a diferencia de la crueldad, esclavitud y vasallaje impositivo de los aztecas por ejemplo). https://es.wikipedia.org/wiki/Civilizaci%C3%B3n_incaica |
No soy un especialista en el tema, pero los guías que he tenido al visitar lugares de Perú (y precisamente no hablaban muy bien de los españoles) dejan entrever que de idílico nada. Había muchos pueblos que había absorbido por la fuerza. El que no valía por alguna enfermedad o lo que fuera se deshacían de él. Y tenían muchos sistemas de control social como el control de las rutas y no tener una ciudad con mucha población, de manera que cortaban las principales rutas y no había masa crítica para la revolución...Unos prendas vamos, ni Orwell en sus mejores momentos.
En cuanto a lo de la pobreza es curioso que para lo que interesa a algunos de "cualquier pasado fue mejor" los españoles recogieron mal los registros históricos de lo que estaban viendo porque no comprendían bien la cultura inca y la estaban mirando con ojos extraños, pero para otras cosas se apoyen en los escritos españoles (no había otros que recogieran lo que pasaba allí) para afirmar las bondades de un régimen que yo lucharía a capa y espada por hundirlo en cenizas, es el antipatrón de lo que me gustaría ver. De esta manera, si nos fiamos de lo que pusieron los españoles y decía que no había pobreza OK. Ahora bien, si no nos creemos todo lo que decían los españoles tampoco deberíamos creernos si decían que era una sociedad sin pobres porque no hay otra fuente escrita que confirme o rechace. No debemos seleccionar lo que nos gustaría escuchar desde el corazón y las emociones...entonces mal vamos.
El mundo está gobernado por personajes que no pueden ni imaginar aquellos cuyos ojos no penetran entre los bastidores.
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En respuesta a este mensaje publicado por Dario Ruarte
Aunque los incas hubieran estado unidos, no creo que hubiera cambiado mucho el final de la película.
https://es.wikipedia.org/wiki/Captura_de_Atahualpa Por otra parte, los españoles llevaron la rueda, los caballos, el hierro, las vacas, el fuego y el dios verdadero a cambio de cuatro tomates, así que claramente América salió ganando...
La noche es oscura y alberga horrores.
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y las patatas.
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En respuesta a este mensaje publicado por sistudey
Hombre, sin ser un experto en el tema, que no hace falta, habría que mirar con mucho detenimiento lo que teníamos entonces en Europa y lo que habíamos tenido. La cultura inca correspondería en Europa a una cultura de la edad del bronce, y si comparas las culturas de la edad del bronce en Europa y la cultura incaica, pues resulta que no hay tantas diferencias como en un principio pudiera parecer (salvo las lógicas y debidas a la geografía). Lo que los europeos y en particular los españoles consideramos que era barbarie y rareza era simplemente olvido de nuestra propia historia. Si comparas la civilización incaica con una civilización de la Europa cristiana del siglo XV vas a encontrar que lógicamente tienes mucho más en común con los segundos, y te va a parecer que los incas eran unos bárbaros gobernados por un tirano sanguinario (con el permiso de los soberanos de la época en Europa, que no eran hermanitas de la caridad), con una estructura urbana pobre, dominados por la religión (aunque bueno, por la época aquí andábamos a vueltas con la reforma y la contrarreforma...) y por el sacerdocio de una pléyade de dioses tan sanguinarios como sus soberanos, practicantes de sacrificios humanos y con una paupérrima agricultura de subsitencia. Sin embargo, no deberías comparar a los incas (o a los mexicas en Mesoamérica) con los españoles del s. XVI, sino con los españoles (o lo que fuera que hubiera por aquí) del siglo -XV a -X, antes de las invasiones indoeuropeas, cuando todavía no conocíamos el hierro. Y aunque no es mucho lo que sabemos de la época, por el registro arqueológico podemos deducir que éramos una población con una estructura urbana apenas incipiente, con una paupérrima agricultura de subsistencia, desconocedores del hierro y conocedores del bronce sólo a través de los contactos con el Mediterráneo oriental, con unos reyes-dioses que mantenían a la población sometida a base de palo y tentetieso, y vendepatrias, como todos los reyes que hemos tenido por aquí, que la cosa viene de antiguo, con una población que no tenía empacho en practicar sacrificios rituales incluso infantiles a distintas deidades, con una rudimentaria red de caminos (mucho peor que la incaica), apenas conocedores de la escritura, si es que la conocían... vamos, que podrían haber sido nuestros primos jóvenes... Coincido contigo en que la postura manriqueña ("como a nuestro parecer // cualquiera tiempo pasado fue mejor") es una estupidez supina. Dicho lo cual, ni hay que creerse las crónicas españolas de la época (o vamos, no todo lo que dicen), ni hay que creerse todo lo que dicen los indigenistas. Y sobre todo, hay que hacer un poco de caso de lo que dicen los arqueólogos. Y lo que dicen los arqueólogos es que, hombre no sé yo si no habría pobres, pero la estructura social incaica era mucho más igualitaria que lo que teníamos por la época en Europa, y no sólo con los incas, también con los mexicas, mayas y demás culturas precolombinas. Pero esto, que podría parecer idílico, no es tan distinto de lo que pasaba en Europa, donde cuanto más atrás en el tiempo nos vamos, más igualitarias resultan ser las culturas, pese a lo que pueda parecer (no aplica a partir de la segunda revolución industrial). Así, por ejemplo en el antiguo Egipto la sociedad era mucho más igualitaria que en el imperio romano, y en el imperio romano más igualitaria que en la alta edad media (hasta los esclavos vivían mejor en el imperio romano que en la edad media). No sabemos cómo habrían evolucionado las culturas precolombinas si no se hubieran encontrado en medio del camino a las indias, pero me inclino a creer que de no haberse cruzado en nuestro camino la evolución de las culturas del nuevo mundo no hubiera diferido en exceso de las culturas del viejo mundo. Saludos, D. |
En respuesta a este mensaje publicado por jgustavo
Bueno, vale, y las patatas. Pero, aparte de los tomates y las patatas, ¿qué han hecho los americanos por nosotros? ¡Nada!
La noche es oscura y alberga horrores.
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... y el oro y la plata que se llevaron?
... y el cacao, la vainilla, el maíz, la mandioca, ajíes, etc. ... y los refinados artes textiles? ... y el Papa Francisco? ... y Messi? ... y buena parte de los hidrocarburos? ... y el Tango? ... y las buenas carnes? (en los buenos tiempos) ... y el bolígrafo? ... y el baypass cardíaco? ¡Hay algunos aportes más además del tomate y la patata...! |
En respuesta a este mensaje publicado por Fleischman
Esta es una referencia a la maravillosa película "El Hijo de Brian" de los Monty Phyton. Una cosa extraordinaria. Se me hace Fleischman que has de tener una personalidad de lo más graciosa. Será muy bueno compartir una cerveza en el próximo viaje (siempre me haces reir con tus aportes). Y podemos llevar fotos de gatitos !! === Volviendo al asunto. NO deriven la cuestión. El tema de fondo es si las "utopías" son tan sencillas de lograr y, lo que hago notar es que, revisando LA HISTORIA no encontramos muchas que nos sirvan de ejemplo como para darlas por tan "fáciles y naturales". Si podemos encontrar ejemplos de "ECO-FASCIMO" o "ECO-COMUNISMO" (el caso de los Incas cae en esa categoría) y también nos hartamos de encontrar ejemplos de "otros" que vienen a robar "lo tuyo". Le puse "nombre" al ejemplo como para no dejarlo en el aire pero, el punto de fondo es que "utopías idílicas" en la Historia es MUY DIFICIL ENCONTRAR. Incluso sociedades magníficas -como la Grecia de Pericles- se basaban en la guerra y la esclavitud. Los Incas -genios de la organización ECOLOGICA- y tipos con un gran sentido SOCIAL, se basaban en un férreo control. En la historia encontramos ejemplos de muchos "modelos" pero, de "comunas hippies" casi ninguno... o si a nivel de pequeñas tribus pero, siempre estuvieron sometidas al riesgo del pillaje, la esclavitud y el vasallaje. Lo más "eco-anarquista" que podemos encontrar son las tribus océanicas o australianas (o las amazónicas o del Africa profunda) y, como señalo, duraron un suspiro cuando llegaron "ellos". Ese es el problema, en el mundo ganan "ellos" (los que usan la fuerza). |
Parece que la primera civilización en américa corresponde a la zona de Caral en Perú. Se basó en el comercio entre agricultores y pescadores. Según los arqueólogos, durante un largo periodo de unos mil años no se encuentran señales de armas o actividad bélica alguna. La guerra parece ser una consecuencia tardía asociada al crecimiento económico.
otro documental
...sabe, si empieza a acumular detalles la visión general del caso cambia...
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Sucede algo parecido con la civilización minoica en Creta, que desarrolló una civilización de la que los arqueólogos no han encontrado restos de ejércitos, murallas, estructuras guerreras... hasta que algún tipo de catástrofe o cadena de ellas acabaron con su civilización. A ello le siguieron la destrucción, la invasión... y todo parece indicar que los pacíficos minoicos se convirtieron en "Los pueblos del mar" que arrasaron todo el Mediterráno, acabando con la civilización micénica, poniendo contra las cuerdas a los hititas, invadiendo Canaan (filisteos) y llevando la guerra al corazón de Egipto. Lo curioso es que la civilización minoica tuvo un poderoso desarrollo económico, y sostuvo una talasocracia basada en el comercio, y por lo que sabemos sostenida por una poderosa flota comercial pero sin un ejército poderoso. Por lo que nos ha llegado de ellos en escritos de sus civilizaciones contemporáneas (principalmente Egipto), estaban en buenos términos con sus vecinos. Así que tampoco debe de ser culpa del desarrollo económico... Saludos, D. |
Según el "tocho" de documentales que me he visto, en efecto a los minóicos les cayó el cielo encima en forma de erupción volcánica (Santorini) y tsunami incluido. En situaciones como estas la religión se resiente mucho y se suele producir desconfianza y rotura de la unidad social; algo muy importante en las civilizaciones antiguas. No es extraño que esta situación llevase a un caso de estado fallido, que diríamos ahora, y la aparición de bandas de piratas. Sin embargo, el crecimiento económico está en la base de muchas de las guerras antiguas y modernas por medio del acceso a las ruta comerciales o en general las rutas por las que circula la riqueza: desde la seda y sal a petróleo y gas. Parece que no hay ninguna civilización que se mantenga en estado estacionario : o crece o muere. Saludos.
...sabe, si empieza a acumular detalles la visión general del caso cambia...
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En respuesta a este mensaje publicado por Crates
Celebro lo que dices, Crates:
Esta frase tuya me ha hecho reflexionar un poco más en todo esto: "Los procesos revolucionarios-contrarrevolucionarios siempre han sido cuestión de minorías, eso es un hecho. Los demás simplemente se ven arrastrados por los acontecimientos sin participar en ellos." Eso es cierto e interesante. Por mucho que se quieran enfatizar las conquistas, las guerras y el carácter depredador de sí mismo del ser humano, en realidad este peca más bien de gregario, dócil y conformista (si queremos fijarnos en lo lamentable de nuestra condición). El carácter conquistador es más bien la parte menor, la que salta a la noticia (o a la historia) precisamente por eso. Estos episodios se dan entre un mar de mansedumbre excesiva, (o bien en buena paz sin la vistosidad de los imperios). Pero esa mansedumbre también tiene su peligro, y tiene su importancia pensar en ello. Me explico. Cuando muchos afirman que tras el colapso sobrará gran parte de la humanidad, además de decir una falsedad, quizá estén poniendo sin saberlo una semilla para un futuro en el que se acepte con naturalidad y fatalismo que muera una parte de la población. Dejar morir es la forma moderna de eco-fascismo. Más que una lucha entre individuos -¡como si viviéramos en "la frontera"!, esa frontera sin sociedad que ya no existe- lo que podría venir, si no lo evitamos, es una política cruel, otra forma de aceptación del «asesinato en masa administrativo», otra versión de "la banalidad del mal" que denunciaba Arendt. Cuando estos temas se pongan de moda, y ocurrirá súbitamente, como la prima de riesgo hace unos años por decir algo, mucha gente rebuscará qué han dicho quienes se han preocupado con antelación, y puede que nuestros debates se extiendan como la pequeña onda de un estanque, replicando convicciones. Por eso celebro tu último comentario, y por eso pienso que en previsión de un colapso es aun más importante el pensamiento utópico que ofrezca otros destinos mejores en los que se pueda creer. Los gráficos de Pedro Prieto explicitando el consumo energético por países dejan bien claro que lo que sobran son los juguetes del niño "desarrollado" sin límitaciones, y no la población, que en su mayoría vive en economías de subsistencia. Eso sí puede que llegue a ser inevitable, que todos tengamos que vivir en economías de subsistencia, pero si hablamos de vidas, de sobrevivir, estas son suficiente. Intentemos saber cuál es el límite, hasta donde habrá que descender, pero por favor, no digamos que sobra gente porque eso siempre será una decisión política fruto de la fe en la exclusión del menos apto, una fe culturalmente adquirida como decimos. |
En respuesta a este mensaje publicado por Colombo
En relación a lo que venís diciendo sobre las poblaciones de la antigüedad conviene tener en cuenta lo que se ilustra en este magnífico post: El gran mito de la escasez
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Realmente bueno el enlace, gracias Javier.
...sabe, si empieza a acumular detalles la visión general del caso cambia...
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En respuesta a este mensaje publicado por Dario Ruarte
Dario, sin entrar en el debate sobre las virtudes/defectos del imperio Inca, creo que apuntas una cuestión interesante, y sobre la que habría que debatir ampliamente para conformar nuestra utopía. Dentro de la dinámica actual, y si no somos capaces de transformar el mundo, lo que podemos esperar es un fortalecimiento de los estados-nación, que dejarán menos espacio autónomo a los individuos, y que organizarán todo de forma vertical, para tener una organización fuerte y poderosa capaz de competir con otros estados-nación por los recursos. Veo que es realmente un riesgo potencial muy a tener en cuenta, pero también creo que existen respuestas que se pueden dar, desde un pensamiento utópico que vaya en la línea del que nosotros hemos trazado.
- En primer lugar. Sociedades más horizontales no tienen por qué ser débiles. Hay tienes el ejemplo del experimento kurdo, en el que incluso mujeres combaten al estado islámico. - Tenemos que poner lazos de retroalimentación negativos, que busquen frenar esa dinámica de fortalecimiento de los estados nación, y uno de ellos puede ser nuestra utopía. Si la gente descubre que es posible la buena vida, sin ser dependiente de tantos recursos, la presión sobre ellos disminuirá. Podemos usar la red global de comunicaciones, como hacemos ahora tú y yo, para empezar a tejer una red internacionalista de base, de personas, de científicos, que tiendan lazos entre los distintos pueblos. Por eso pienso, que aun siendo cierto lo que comentas, incluso en ese escenario puede ser positiva nuestra utopía. Saludos. |
En respuesta a este mensaje publicado por magriver
Quizás convenga revisitar un viejo clásico de la literatura:
Sinuhé el Egipcio. Donde el faraón Akenatón buscó una utopía en medio de un mundo anclado a un pasado milenario y cómo reaccionaron los hombres ante aquella situación. La crudeza de la realidad del hombre quiebra todo sueño de los mismos. Saludos |
En respuesta a este mensaje publicado por Javier Ibarra
Efectivamente Javier, lo hemos debatido más veces por estos pagos, sobre todo a cuenta del post de Knownothing y su "Problema de la superpobalción". No se trata tanto del número sino de la naturaleza de la sociedad de consumo y el capitalismo salvaje. El blog de arriba magnífico, y los comentarios de primer orden. A ver si aprendo.
Querido lector, si caíste por casualidad en este foro ya es demasiado tarde. No te molestes en entender el pico del petróleo, a partir de ahora podrás grabar con tu móvil secuencias terriblemente bellas de la Tercera Guerra Mundial. Sonríe!
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En respuesta a este mensaje publicado por Crates
Crates, tenemos puntos en común, pero todavía hay grandes divergencias. Cuando decimos que el sistema es irreformable, tendríamos que sustentarlo en un análisis muy preciso y en datos empíricos. Yo sí que he visto reformas en estos últimos años, pocas es cierto, y no en el sentido en el que me hubiera gustado verlas, sino en el sentido contrario. Por otro lado, la historia muestra que son los sistemas que surgen de un proceso de reforma progresivo los más robustos, y para muestra un botón, hay tienes el capitalismo, que surge de un proceso gradual, que viene desde la baja edad media, con el florecimiento de las ciudades y los trabajadores libres, la reforma en la propiedad de la tierra (enclosures), las leyes del trabajo y de pobres, etc, todo ello acompañado de su propia filosofía individualista, despegue científico, etc. Al final, como digo, el rey estaba obsoleto mucho antes de que le cortaran la cabeza. Así que yo veo dos problemas muy grandes en centrarse únicamente en formar el sujeto revolucionario:
Primero: cuando se rompe un sistema y se intenta volverá recomponer, el resultado no termina de ser muy bueno. Al fin y al cabo el sistema es parte de nuestra psique, no podemos vivir, pongamos, 30 años, en un sistema, y despertarnos un día y comenzar a vivir en otro. Eso forma parte del imaginario marxista pero no lo veo muy realista, la verdad, y quizás por ello ese imaginario no incluía una imagen clara de cómo sería esa nueva sociedad. Segundo: Es muy difícil formar un sujeto en lo que sea (aunque sea en arreglar zapatos) sin el hacer. Y hacer implica cambiar la sociedad, reformarla. No es muy creíble que nos vamos a dedicar a formar sujetos revolucionarios de forma teórica, que luego van a vivir su vida como si tal cosa en la sociedad actual, imbuidos en el sistema, hasta que un buen día, de golpe se pongan de acuerdo en forzar un cambio revolucionario. Si queremos formar sujetos, será haciendo cosas, lo que nos dejen y seamos capaces de imaginar, pero al hacer eso estamos cambiando la sociedad, y por tanto la estamos reformando. |
En respuesta a este mensaje publicado por sistudey
sistudey, pues tienes razón, habría que corregir ese párrafo. Gracias por el apunte
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En respuesta a este mensaje publicado por Hudson
No sé si lo que citas es muy aplicable a nuestro caso, creo que más bien no. La de Akenaton, además de ser una visión top-down, parece que era poco realista. Hay que partir de las realidades pre-existentes, y lo que proponemos nosotros, ya existe en modo semilla en el 90% de los casos. Por otro lado, tampoco hay que obsesionarse férreamente en una visión dada, sino caminar mientras esa misma visión se va modificando. El caso de Akenaton es un claro ejemplo revolución top-down fracasada, se podría aplicar el ejemplo a mi debate con crates.
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En respuesta a este mensaje publicado por Dario Ruarte
A ver si organizan los de la universidad de Valladolid algunas conferencias chulas y te animas, antes de que se acaben los aviones, que les quedan dos telediarios...
Eso sí, fotos de gatitos no, ¡que se acaban! En cuanto al asunto de los modelos de "comunas hippies", no tengo gráfica alguna que apoye mi opinión, pero apostaría el bocadillo del recreo a que hay una muy buena correlación entre "hippismo" y riqueza (de la sociedad, e incluso de los individuos). ¿En serio estamos pensando en un futuro de escasez tomando el sol en una tumbona, cultivando el campo un rato al día? Me apuesto el zumo del recreo a que el que ha dibujado eso no es de pueblo...
La noche es oscura y alberga horrores.
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En respuesta a este mensaje publicado por JesusN
Date cuenta como tus palabras llevan implícita la respuesta: no has visto ninguna reforma como a ti te hubiera gustado. Por eso digo que el sistema es irreformable, aunque tendría que haber añadido que "a favor de nuestros intereses".
Pienso que esto es algo que no hace falta demostrar empíricamente, pues se explica desde la lógica interna del sistema: si una hipotética reforma es antieconómica (no aporta PIB o crecimiento sino que lo resta) lógicamente no la va a implementar porque eso lo debilitaría. Entonces, y si acordamos que el sistema va en la dirección contraria de vuestra modesta utopía, con lo dicho antes, cómo vamos a redirigirlo hacia ese objetivo si no es mediante una revolución? He de añadir que este convencimiento que tengo me causa una gran aflicción. Ojalá no fuera así, pero sinceramente no le veo otra salida. Observa, se reforma la constitución para pagar la deuda pero no para dar algún tipo de libertad económica a la gente al margen del capitalismo; se crea la ley mordaza pero no una que de la posibilidad de acceso libre a todas las opiniones a los medios de comunicación. La tendencia es esa no la contraria y esto es un hecho demostrable. Ahora podrías decir que formemos un partido que nos posibilite la llegada a las instituciones pero te digo que eso nunca va a suceder, dado que a nuestra formación nunca se le facilitará el acceso a los medios de masas, y sin el apoyo de estos, nuestras posibilidades de éxito son de cero, y los de arriba lo saben. En vuestro artículo decíais esto: "Sin salir del ámbito de los peakoilers, o de forma más general, los críticos con el crecimiento económico, tenemos visiones más optimistas, como la de Antonio García-Olivares, que (eso sí, a duras penas y con muchísimo esfuerzo) cree posible mantener un nivel energético similar al actual mediante energías renovables, o visiones más pesimistas, como la de Gail Tverberg, que predicen un brusco descenso energético en un plazo muy breve. Otros, como los economistas, creen posible un crecimiento continuo a medio plazo de la energía final disponible para fines sociales. Lo que deberían exigir los ciudadanos de una democracia vigorosa y saludable es un debate público honesto y transparente en torno a la cuestión, dada su vital importancia; sin embargo, no es a nuestro juicio lo que se está produciendo." Ese debate nunca se va a hacer, porque la economía requiere de la confianza de sus actores y si este debate fuera honesto quedaría en evidencia lo dramática de la situación, y sin lugar a dudas esto tendría el potencial de desvanecerla en cuestión de días, lo que nos conduciría al colapso prematuro inevitablemente. Observa también el embrollo tremendamente paradójico en el que nos encontramos. Insisto, creo que ha llegado el momento de iniciar un proceso revolucionario, sin aspavientos ni fanatismos, pero con valentía y firmeza, y de un modo razonado, reconociendo la situación crítica en la que nos encontramos, y sin esperar que las instituciones lo haga por nosotros mismos, e insisto en esto que es cardinal, porque ellas más que no lo quiera es que no lo puede hacer. Estos procesos siempre han comenzado de un modo muy tímido, pero está en la naturaleza de las cosas que estas crezcan a través de la emergencia. Esto es lo que no entienden los reduccionistas. Ahora se trata de formar al sujeto revolucionario que podríamos definir como el individuo que se agrupa porque ha comprendido que la salida del atolladero en el que estamos inmersos (crisis energética, económica, ecológica y humanitaria) sólo cabe esperar que sea realizable mediante una revolución. La hoja de ruta no es posible trazarla en este momento, porque hay que esperar a ver como se desarrollan los acontecimientos dado que son estos los que nos la indicaran. Este proceso durará décadas en concretarse (como en todos los pasados), si es que se concreta. Hay que asumir la incertidumbre de estos eventos, pero las revoluciones se hacen para ganar no para perder. Desaconsejaría totalmente fundamentarse en las ideologías proletarias pasadas, dado que éstas no pueden resolver los problemas del siglo XXI. Obviamente no es lo mismo estar en la base de la montaña y lo que se pretende es alcanzar la cumbre, que ya estar en ésta y lo que entonces se desea es volver a casa sano y salvo. Sin embargo, podemos inspirarnos en algunas cosas del modo de organización de los antiguos trabajadores revolucionarios. Por ejemplo, antes de la llegada de algún tipo de estado de bienestar, muchos grupos de obreros pagaban cuotas voluntarias con el propósito de dar asistencia económica a las mujeres que quedaban viudas. Es a través de este tipo de compromisos como nos podemos formar como sujetos revolucionarios. Es más, si fuéramos capaces de reinventar este tipo de asociación, incluso esto sería ventajoso para nosotros desde el punto de vista material según vayamos colapsando. Como bien decís en vuestra utopía, el camino se hace al andar, así que demos el primer paso. Por otro lado, hablabas de la obsolescencia del rey, pero acaso no lo está ya el actual? Tipos de interés cercanos a cero que no solucionan nada, disfuncionalidades en la economía por el agotamiento paulatino del petróleo barato que sólo se logran parchear mediante la emisión alocada de deuda, etc etc. hay muchos indicadores que así nos lo confirma, ojo, hay que estar atento a esto, porque el sistema ya se está encontrando con los límites por sus propias contradicciones internas. Tal y como yo lo veo, vamos todos montados en un Hummer a todo trapo hacia un barranco y si se le pincha una rueda, lo que no hay que hacer es repararla para poder continuar. En este símil las reformas serían las reparaciones y lo revolucionario sería aprovechar para bajarse de él. Por supuesto sé que no nos vamos a convencer en nada a través de unos comentarios en un foro, las cosas no funcionan así. Aunque coincidamos en el diagnóstico de la enfermedad, seguramente no lo hagamos en el pronóstico, y eso imposibilita que lo tengamos en el método de curación. Pero esto el tiempo lo dilucidará por nosotros. Un saludo y perdón por la extensión, y si me lo permites, acabaré con un: Viva la Revolución! |
En respuesta a este mensaje publicado por Javier Ibarra
Javier, siento no poder decir nada a tu comentario porque no hay nada más que agregar sin riesgo de estropearlo, y aunque este dicho encierre un contrasentido tienes más razón que un santo!
Un saludo cordial. |
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